La repentina muerte de Álex Casademunt ha dejado a media España desolada. El cantante que se ganó el cariño de millones de ciudadanos a principios de los 2000 por su carismática chulería durante su estancia en la Academia de Operación Triunfo ha dicho adiós de la manera más trágica posible. Este martes, Álex fallecía en un accidente de coche en Mataró a los 39 años de edad, frenando en seco su vida y paralizando la de todos aquellos que vivían junto a él, sobre todo la de su pequeña Bruna, de solo tres años.
El joven saltó a la fama al entrar en la exitosa primera edición OT y pese a que fue de los primeros en ser expulsado por la audiencia, su personalidad fresca y divertida dejó huella en el público y, por supuesto, entre sus compañeros, entre los que destaca su fiel amigo de aventuras David Bustamante (38).
La Academia más famosa de la televisión le abrió las puertas de un mundo que aquel jovencísimo Álex, aún con cara de adolescente pícaro, no se hubiera imaginado nunca. Se coló en muchos de los formatos más conocidos de la pequeña pantalla, desde colaborador de El programa de Ana Rosa hasta tener su propio espacio junto a Sandra Barneda (45).
Los primeros años gozó de una posición privilegiada tras el boom de Operación Triunfo, pero poco a poco tuvo que buscarse su propio camino y en esa ruta protagonizó algunas polémicas que enseguida saltaron a los titulares de prensa.
Casademunt fue uno de los nombres propios del reencuentro de OT1 por su 15 aniversario. El catalán habló claro ante las cámaras y su manifestación sobre que en la Academia había favoritos causó mucho revuelo, mientras, según decía, otros lo tuvieron desde el principio mucho más complicado para hacerse un hueco en la música.
Pero sin duda, su peor faceta pública ha estado ligada a los escándalos, la mayoría, peleas. La más sonada ocurrió la madrugada del 15 de enero de 2017 en una discoteca de Vigo en la que terminó con 12 puntos de sutura en su rostro. Su agresor, un joven de 21 años que responde a las iniciales EGC, denunció al exconcursante de Operación Triunfo al sostener que el cantante agredió primero. Pero finalmente todo quedó en una sanción para el artista. Álex aceptó una multa de 4 euros al día durante tres meses - un total de 360 euros-, más 250 euros de responsabilidad civil, por su implicación en la pelea mientras que su agresor fue condenado a año y medio de cárcel.
No era, sin embargo, la primera vez que Casademunt se vería envuelto en una pelea en una noche de fiesta. Según un documento judicial que obraba en poder de este medio, en 2011 -el 6 de junio para ser más exactos-, el cantante agredió a otro joven a la puerta de una discoteca de Madrid por la que fue condenado a nueve meses de cárcel, pena que no cumplió al carecer de antecedentes y abonar la responsabilidad civil.
Según rezaba en la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, con fecha del 28 de enero de 2016, el triunfito, tras una discusión, propinó dos puñetazos en la cara del agredido, "el primero a la altura de la mandíbula y el siguiente en la boca", a otro joven, que terminó con "una contusión temporo mandibular izquierda, que le produjo una limitación en la apertura de dicha articulación y la fractura de una pieza dentaria".
Además de los nueve meses de cárcel, Álex Casademunt fue condenado a indemnizar al agredido con la suma de 2.994,41 euros (más los intereses generados en estos cinco años) y al abono de las costas procesales, cuya cuantía, según pudo confirmar este medio, alcanza los 3.000 euros.
Pero el punto de inflexión en su vida llegó en 2018, con el nacimiento de su única hija, Bruna. El 18 de enero de este año, la pequeña ha cumplido tres años, la última gran celebración que pudo festejar con su padre.
Casademunt sentía adoración absoluta por su hija. Prueba de ello son las decenas de fotografías que inundan sus redes sociales en las que presume de hija y del gran parecido que existe entre ellos. Bruna es fruto de la relación del cantante con su última novia conocida, Laia, de la que se separó cuando estaba embarazada pero después retomó el noviazgo, aunque finalmente acabaron rompiendo. A pesar de las circunstancia, Bruna era la mayor debilidad del joven, la única que pudo calmó el carácter efervesciente de su padre y quien se convirtió en su fuente de felicidad más importante.
[Más información: La vida de Álex Casademunt, el galán de la primera edición de 'Operación Triunfo', en imágenes]