Tras un fin de semana en el que los rostros más conocidos del mundo de la interpretación, la cultura y la música se han dado cita en Málaga para una gala de los Goya atípica debido a las medidas por la Covid-19, los actores y asistentes están de vuelta en Madrid.

A pesar de haber protagonizado una noche única para el cine español, no todos los invitados han vuelto a Madrid de buen humor. Este ha sido el caso de la actriz Najwa Nimri (49 años) que mostró su lado menos amable con los periodistas que cubrían su llegada y la de otros tantos convidados. La intérprete llegaba este domingo por la tarde a la estación de Madrid Puerta de Atocha y se encaraba a dos reporteros y dos cámaras que le preguntaban qué tal su experiencia en la gala del cine.

Con unas gafas de sol oscuras y cara de pocos amigos, la actriz de Vis a Vis no se tomó nada bien la presencia de los fotógrafos a los que empujó advirtiéndoles: "¡Baja la puta cámara! ¡Que quites la puta cámara, tío!".

Ante las preguntas de los periodistas sobre cómo había sido el trascurso de una gala tan emotiva y especial, Najwa Nimri optó por imponer la ley del silencio, desafiar a los periodistas y lanzar una patada al aire. A continuación, viendo que los cámaras seguían sus pasos, optó por el ataque y empujó a uno de los gráficos golpeando su cara con su propio instrumento de trabajo, la cámara. Ya a gritos, Nimri pidió a uno de sus acompañantes que quitase a los profesionales de la comunicación de su camino. "Dile a estos tíos que se piren", sentenció. 

Lejos de mostrar una cara agradable tras disfrutar de la noche más importante del cine español, la conocida actriz dejó ver su lado menos amigable con aquellos que sólo se limitaban a hacer su trabajo de la manera más correcta y educada posible. Nimri acudió a la 35º gala de los premios Goya y se coronó como una de las mejor vestidas por su elección sobria, aunque también cargada de polémica. La actriz nunca decepciona en lo que a sus elecciones estilísticas se refiere. En ellas refleja su fuerte personalidad y en esta ocasión no ha sido diferente. La intérprete eligió un traje de estructura oversize de Loewe en color negro.

La actriz de La casa de papel lució una finísima mascarilla de gasa negra semitransparente que despertó cierta polvareda, pues parecía más un complemento estético que un elemento que protege del coronavirus. Las críticas en las redes sociales provocaron que tuviera que aclarar que su mascarilla era homologada y que cumplía con los estándares sanitarios.

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