Desde que se estrenara la serie documental Rocío: contar la verdad para seguir viva, en la que su madre, Rocío Carrasco (43 años), relata los pasajes más duros de su vida junto a Antonio David Flores (45), no hay día en que una cámara de televisión no siga los pasos de Rocío Flores (24). La joven está afrontando los momentos más complicados de su vida tras ver cómo su progenitora narra los supuestos malos tratos que recibió por parte del ex guardia civil, durante su embarazo y posteriormente. Seria, cabizbaja y sin querer hacer ningún tipo de valoración pública, Ro, como se la conoce en la intimidad, se muestra abatida.
No cabe duda de que están siendo los días más aciagos de su vida. A su lado, incondicionalmente, su padre, Antonio David, su 'segunda madre', Olga Moreno, sus hermanos y amigos y, también, una persona tan capital como discreta en su día a día: su pareja sentimental, Manuel Bedmar. El joven, con el que mantiene una relación desde hace más de cuatro años, nunca se ha sentido cómodo ante las cámaras y tan solo aparcó su recelo mediático cuando se reencontró con Rocío hija en la final de Supervivientes. Desde entonces, ha estado en un discreto segundo plano.
De hecho, en estos días tan frenéticos e intensos a nivel informativo poco o nada se ha dejado ver al lado de su pareja. Eso sí, es su mayor apoyo, su férreo bastón, la persona con la que se desahoga en casa, de puertas para adentro. Hace unas semanas, la pareja inició una nueva etapa en su vida tras adquirir un inmueble con vistas a la playa y en una de las zonas de mayor desarrollo urbanístico de Málaga por el que pagaron 250.000 euros, todos los ahorros que Rocío Flores consiguió tras su aventura selvática en Honduras. Ambos viven juntos y, según desliza a JALEOS una persona del entorno de Rocío, Bedmar es su verdadero pilar. La persona con la que Rocío se vacía libremente de emociones y casi la única con la que se confiesa sin miedos ni cortapisas. "Él ha demostrado una madurez y un amor increíble por Ro, no es fácil la situación en casa", apunta quien bien conoce a la pareja. En todo este tiempo, Manuel ha adquirido una actitud, se explica, totalmente neutral. Le da consejos a su pareja, pero la deja hacer lo que considera oportuno: "Tampoco tiene una posición fácil". En esa línea, se apunta que es con Manuel con quien Rocío se está enfrentando a la emisión de la serie documental de su madre.
Manuel, natural de Málaga, es una persona tan recatada y reservada que poco o nada se conoce de su vida más allá de su vínculo amoroso con Flores. Es un apasionado de las motos y un amante de los coches y los deportes, en especial del fútbol. Ha formado parte de un equipo municipal de la ciudad de la Costa del Sol en el que juega a fútbol sala. Así como hace Rocío, no duda en acudir a salones de belleza para retocarse las cejas, teniendo especial cuidado con su físico. No es la única actividad que han realizado juntos, ya que también comparten tinta tatuada en su piel.
Está integradísimo en la familia: "Es uno más y se lleva de maravilla con Antonio David. Tienen muchas cosas en común", se asegura al otro lado de la línea. Así habla Rocío de su pareja en las redes sociales: "Te escogí a ti, sí a ti, porque me di cuenta de que encontraste mi punto débil y fuiste el único que encontró la forma de calmar esta alma indomable. Te escogí porque me di cuenta de que valía la pena, valían los riesgos, valía la vida...". Estos últimos días se ha valorado y cuestionado el silencio de Rocío Flores, e incluso se puso sobre la mesa que cabría la posibilidad de que la joven realizara una exclusiva explicando cómo se siente.
Con este medio, se es contundente a ese respecto: "Ha tomado la decisión de estar callada, de no hablar. Es algo muy delicado porque le duele el dolor de su madre y claro que empatiza con ella, pero nunca daría de lado a su padre. Ro sabe cuál es su sitio y su familia, pero es inevitable que esto remueva". Rocío hija sigue al lado de su padre, pese a todo, y de la mujer de este, Olga, y sus hermanos, David y Lola. Son las personas que la han acompañado estos años, su familia, y nada ni nadie, parece, la hará dar ningún paso.
Olga, rumbo a Honduras
En los últimos días, y tras el despido de Antonio David de Mediaset, Olga Moreno sufrió una suerte de crisis con respecto a su participación en el reality selvático, Supervivientes, tal y como pudo conocer este medio. No quería dejar solo a su marido ante semejante escenario, que, teniendo en cuenta el número de capítulos de la serie documental, se prevé duro a medio plazo. A través de una fuente de total solvencia, se explicó que tanto Rocío Flores como Antonio David sí han animado a Olga a emprender su viaje a Honduras y disfrutar de su concurso, aquí ya se quedan ellos para capear el temporal: "El problema es que ella conoce a David y no quiere dejarlo ante este marrón. Sabe que va a tener la cabeza más en España que en el concurso".
Y se añadía: "Ella es una madraza, tanto con su Lola como con Rocío y David, y una mujer que siempre antepone a los suyos, y así lo hará esta vez. A su entorno no ha comunicado otra cosa que su viaje a Honduras". Desde la cadena de Fuencarral se sostiene que todo sigue según lo previsto, que nada ha cambiado en las últimas horas y nada, pues, se le ha notificado a la cadena y productora.
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