El actor Micky Molina (57 años) ha quedado en libertad este jueves tras comparecer ante el juzgado de guardia, el de Instrucción número 2 de Ibiza, tal y como ha informado el Tribunal de Justicia de Baleares (TSJB). El pasado miércoles protagonizó un altercado con la Guardia Civil en el aeropuerto de la isla. El actor será citado próximamente en un juicio por un delito leve de amenazas a agentes de la autoridad y por alterar gravemente el orden público este miércoles por la noche, como ha confirmado la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Guardia Civil de Baleares.
La detención se produjo después de que el actor se negara a cumplir las órdenes de los agentes de la Guardia Civil sobre la normativa anticovid. Molina fue arrestado por los delitos de resistencia y desobediencia graves, y ha pasado la noche en el cuartel de la Guardia Civil de Ibiza, antes de pasar a disposición judicial este jueves por la mañana. No es su primer altercado. En 2019, el actor fue investigado en Ibiza por un delito contra la seguridad vial, por un atropello a una niña en un aparcamiento de un restaurante de Santa Eulària. Tras someterse al test de alcoholemia, el actor dio positivo en las dos pruebas.
La familia de la niña defendió en su momento al actor con un comunicado en el que explicó que Molina "no pudo evitar que el vehículo se desplazara ligeramente hacia adelante tocando levemente a la niña, la cual, al ver que el coche se iba hacia ella, se echó al suelo, causándose como consecuencia algunos arañazos en las rodillas al rozar con arena y asfalto". Según expresaron entonces los padres de la pequeña, "Miguel nos pidió reiteradas veces perdón muy compungido y tras el incidente se ha puesto en contacto con nosotros cada día para interesarse por el estado de la niña, pidiendo constantemente disculpas y lamentando lo sucedido".
A continuación, la familia de la menor concluyó: "No deseamos que las consecuencias pudieran repercutir en el prestigio personal o profesional del señor Molina, quien, se ha mostrado muy apesadumbrado por el incidente y ha tenido con nosotros un comportamiento amable, colaborador y cariñoso". Las disculpas ante la Audiencia por parte de Molina no se hicieron esperar: "Lo lamento muchísimo. Estoy siguiendo la evolución de la niña. He ido al hospital para interesarme por ella y me voy a poner en contacto con la madre. Salía de comer y había tomado vino, pero no estaba borracho como se ha dicho. Asumo las consecuencias. Estoy hundido, pero doy gracias a Dios porque la niña solo tenga rasguño".
Efectivamente, Molina afirmó que no se encontraba ebrio, pero sí que es cierto que la Policía Local le realizó dos pruebas de alcoholemia y en ambas dio positivo. En la primera dio 0'95 miligramo por litro de aire expirado y, diez minutos después, en una segunda prueba, dio 0'91. Cabe recordar que el límite está en 0'61 miligramo, lo que supondría una fracción administrativa. Todo lo que supere ese límite ya es delito penal. En aquel momento el intérprete no fue detenido, pero sí que estuvo siendo investigado por un delito contra la seguridad vial.
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