No hay proyecto que se le resista a Miguel Ángel Muñoz (37 años). El madrileño canta, actúa, cocina, presenta y baila, aunque con excepciones. Precisamente a raíz de esta última habilidad suya, el intérprete ha sido elegido como uno de los tres capitanes que formarán parte de The Dancer, el talent show de baile que Televisión Española tiene previsto estrenar próximamente en la franja de prime time.
Junto a él, dos verdaderos prodigios de la danza y los contenidos audiovisuales de entretenimiento: el coreógrafo Rafa Méndez (45) y la artista Lola Índigo (28). Como caras visibles del concurso, a los citados capitanes se les preparó una serie de apariciones en el ente público para promocionar la gran apuesta de la cadena en horario de máxima audiencia.
Como es habitual ante este tipo de situaciones, todos los miembros del formato aceptaron. No obstante, esta vez, para una de esas entrevistas alguien dio un paso atrás. Según ha podido averiguar JALEOS en exclusiva, Miguel Ángel Muñoz se negó a acudir a La noche D, el programa presentado por Dani Rovira (40), para calentar los motores de The Dancer.
Este periódico ha podido saber por fuentes de total solvencia que la negativa de Muñoz a sentarse con Dani Rovira viene provocada por la relación sentimental que el malagueño mantiene con su expareja, la cantante Ana Guerra (27). Miguel Ángel es un hombre sumamente celoso de su vida privada y su último deseo en este sentido era ver titulares en los medios de comunicación que hablasen de que el actual novio de Ana Guerra entrevistaba al exnovio de la tinerfeña.
Fue el pasado 23 de marzo cuando se planeó que tuviera lugar una rueda de prensa por la mañana y, a continuación, la grabación del programa de Dani Rovira. Pese a que Miguel Ángel Muñoz participó de muy buena gana en el encuentro con los medios de comunicación y fotógrafos convocados, se negó en rotundo a aparecer después en La noche D y decidió tomarse la tarde libre.
Así se pudo ver en sus redes sociales, donde el que fuera protagonista de Un paso adelante se entregó al ocio mientras que el resto del elenco de The Dancer trabajaba en el exitoso formato junto a su presentador, Dani Rovira, y junto a todo el equipo de la producción. Ese programa, por otra parte, era especial, pues se trataba del último de la temporada. Se emitió este pasado martes día 30 de marzo a las 22:10 horas.
Extraña, además, que no haya ni una sola fotografía o un plano de alguna entrevista promocional previa del actor junto a Lola Índigo en solitario. La razón, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, es por el simple hecho de que la creadora de Yo ya no quiero ná es una de las mejores amigas de Ana Guerra.
La relación del ganador de MasterChef Celebrity y la exconcursante de Operación triunfo empezó con la misma discreción que terminó. Lejos de dar naturalidad a su romance, ambos siempre han evitado las preguntas relativas a su relación. Fue en agosto del pasado año 2020 cuando se conoció que ya hacían vidas separadas. Algunas voces señalaron que, poco después, se dieron una segunda oportunidad que, finalmente, no llegó a buen término.
En febrero de este año, el programa Viva la vida informaba en exclusiva de una más que estrecha amistad entre el malagueño Dani Rovira y Ana Guerra. Una noticia que sus protagonistas se apresuraban en desmentir, mostrando incluso cierta molestia. "Somos buenos amigos", declaró la intérprete de Ni la hora.
Esta polémica coincide, además, con que este miércoles se ha conocido que la que fuera pareja de Dani Rovira durante más de cinco años, Clara Lago (31), ha encontrado el amor en los brazos de otro hombre. Tal y como informa ¡HOLA!, la actriz está enamorada del actor, músico y empresario hostelero José Lucena. Cogidos de la mano, abrazándose y besándose, Claro Lago y este hombre confirman su romance, a tenor de las fotografías publicadas en la revista.
Dani Rovira y el amor
Lago y Rovira mantienen una excelente relación basada en el respeto y el amor mutuo que sienten no sólo por ellos mismos, sino por los animales, causa en la que ambos están muy involucrados. Clara ha sido el gran bastón de Dani en los momentos en los que él luchaba contra un linfoma de Hodgkin, el cáncer que le fue diagnosticado en marzo del año pasado. Así lo comunicaban a través de sus redes sociales.
"Compañero, no me cabe en el pecho la felicidad de verte llegar a esta línea de meta", escribía ella al enterarse que él ya había superado la enfermedad. "Siempre te gustaron los retos (yo te he visto superar muchos de ellos), pero éste, sin duda, era de los más difíciles. Nunca dudé de que lo conseguirías, y de que, además, sabrías ver un buen aprendizaje por el camino. Gracias por dejarme acompañarte, desde la cercanía y la distancia. Ha sido un regalo y un gran aprendizaje para mí también", concluyó.
En respuesta, el protagonista de Ocho apellidos vascos deslizaba lo siguiente con el mismo cariño: "Gracias, compañera, por compartir el peso de la mochila, los avituallamientos y por estas irrepetibles vistas. Gracias por la luz en la noche y la silla en el camino. Y por no soltarme".
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