La serie documental Rocío, contar la verdad para seguir viva ha marcado la actualidad informativa del corazón de los últimos 15 días, incluso llegando a pisar el ruedo político. Rocío Carrasco (42 años), la única hija nacida del matrimonio entre el boxeador Pedro Carrasco y la artista Rocío Jurado, ha roto su silencio tras más de dos décadas callada y ha denunciado públicamente los presuntos malos tratos físicos y psíquicos, humillaciones y vejaciones que su exmarido, Antonio David Flores (45), le infligió antes, durante y después de su relación.
La familia Jurado, como todo buen clan que se precie y como una de las grandes sagas de la crónica social en España, está llena de tentáculos. El árbol del que sale todo, no hay duda, es La más grande y, a partir de ella, sus ramificaciones son infinitas -de sus dos maridos a sus hijos, pasando por sus hermanos, cuñados y hasta su personal de servicio-.
Todos han hablado. Todos ellos en algún momento de esta delicada historia que ya va camino de cumplir 25 años han manifestado en profundidad su punto de vista, su versión del asunto, su opinión en relación a un acontecimiento concreto. Todos, excepto una mujer: Gloria Mohedano (66).
Rocío Mohedano Jurado, conocida para el mundo como Rocío Jurado, nació del profundo amor de su padre, Fernando Mohedano, con su madre, Rosario Jurado. Un humilde matrimonio de Chipiona que dio la vida a una de las voces más importantes de la historia de la música en España. Rocío Jurado fue la primera de tres hermanos. A continuación, llegaron Amador (67), quien fuera representante de la artista, Gloria, su mano derecha en el ámbito personal.
El parecido físico entre Rocío y Gloria siempre ha llamado la atención de los seguidores de la cantante. En ciertos momentos, incluso la prensa llegó a confudirlas. Su hermandad era inquebrantable y Gloria siempre estuvo junto a su hermana, hasta el final de sus días. De hecho, cuando La más grande salía de gira internacional por América durante meses, era ella quien se quedaba cuidando a Rocío Carrasco, su sobrina, a la que siempre quiso como a una hija propia.
Gloria Mohedano está casada con José Antonio Rodríguez, otro de los pilares clave en la familia. El matrimonio Rodríguez Mohedano siempre se ha caracterizado por la discreción y la prudencia. Han llegado a rechazar cantidades indecentes de dinero por sus palabras en entrevistas para revistas escritas o programas de televisión en horario de máxima audiencia. Hasta la fecha, Gloria prefiere no echar más leña al fuego con sus palabras. Un testimonio que podría cambiarlo todo, pues quizá arrojaría luz a algunas de las turbias sombras que rodean a ciertos episodios de los Carrasco-Mohedano-Jurado a lo largo de su historia.
Gloria Mohedano tiene tres hijas junto a José Antonio Rodríguez. La mayor, María Eugenia, la mediana, Gloria, y la pequeña Rocío, que guarda un asombroso parecido físico con su prima Rocío Carrasco. La estampa de los Jurado al completo se ha podido ver en más de una ocasión en el clásico balcón del chalé de Chipiona, Mi abuela Rocío, donde todos se reunían alrededor de La más grande para celebrar el 7 de septiembre la procesión por el día de la Virgen de Regla.
Pero aquella idílica imagen familiar es cosa del pasado. Amador Mohedano, en una de sus últimas entrevistas, recordó con gran pesar cómo se refirió, siempre según él, su sobrina Rocío Carrasco a su hermana Gloria. "En la primera reunión con mi sobrina Rocío por la herencia de su madre, nos dijo: 'Arreglároslas para vivir'. Mi sobrina llamó 'sinvergüenzas' a sus tíos Gloria y José Antonio por ayudar a Ortega en Yerbabuena. Y lo que hacían Gloria y José Antonio es que estaban de apoyo con los niños".
Sus únicas palabras
Sólo una vez ha intervenido Gloria Mohedano en un medio de comunicación y fue apenas unos minutos. Fue el pasado verano y lo hizo en el programa Sálvame. Llamó por teléfono, además, para defender al ex guardia civil en su papel como padre. La misma tónica de la familia en los últimos tiempos desde que Rocío Carrasco se distanció de todos, incluidos sus hijos.
"Mi sobrina Rocío con nosotros tampoco tiene contacto. Me muero de pena y no lo entiendo. La última vez que la vi fue el día que se inauguró el mausoleo de mi hermana. Se puede decir que un día desapareció de buenas a primeras. Tuvimos desencuentros con la herencia, pero no ha habido algo gordo para esto. Yo la echo de menos y pienso que ella a veces también a nosotros. Ella era muy cariñosa y muy linda", comentaba Gloria.
Y continuaba con cierto dolor: "Que hable con sus hijos, que se acerque a ellos. ¿Qué ha podido hacer Rocío con 15 años? Yo conozco la versión de los dos. Ella habló con mi marido. Su versión coincide con la de la niña y, comparando las dos versiones, no hay nada para que ocurra esto. No hay nada tan grave que separe a unos hijos de su madre. ¿Hay algo más fuerte que hacerle a unos hijos que ignorarlos? A Antonio David lo entiendo perfectamente, ahora casi que no hablamos nada. En momentos no he estado de acuerdo con él. Pero él está haciendo lo que tiene que hacer para sacar a sus hijos adelante. Hace lo normal, lo que hace un padre", concluía con la voz entrecortada.
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