En pleno estado de alarma, Elena Tablada (40 años) y Javier Ungría (39) se convirtieron en padres de su primera hija en común, un alumbramiento que les llenó de felicidad. La pequeña recibía el nombre de Camila y con ella llegaba el amor infinito a esa pareja que en agosto del 2018 se casó por todo lo alto. Este sábado, ambos están de celebración. El matrimonio ha bautizado a su hija. Para el sacramento, la pareja se ha desplazado con la pequeña Camila hasta la parroquia Nuestra Señora de La Moraleja.
Tablada, ataviada con un elegante vestido blanco a juego con su mascarilla y unos salones en tonos nude, ha posado para los medios a las puertas de la iglesia, con Camila en brazos y acompañada de su marido, quien ha optado por un traje combinado con unos pantalones beige.
También ha estado presente Ella (11), la hija que Elena tiene en común con el cantante David Bisbal (41). La menor, con un vestido de encaje en color rosa, no se ha quedado al posado oficial para la prensa. Entre los invitados conocidos, han asistido la modelo Raquel Rodríguez (47) y Raquel Perera (46). Perera ha salido muy emocionada del bautizo: "Sí, muy bonito, se ha portado fenomenal Camila y nada muy bien". En cuanto a cómo ha sido la celebración en mitad de una pandemia, ha asegurado lo que sigue: "Un poco raro, todos con la mascarilla, pero bueno es lo que hay, todo el mundo está concienciado". Sobre Camila Ungría Tablada, la exmujer de Alejandro Sanz (52) se ha deshecho en halagos: "Es una muñeca, es preciosa, además se porta muy bien".
Elena Tablada también se ha pronunciado a la salida de la iglesia: "Sí, se ha portado muy bien, pensaba que iba a montarla cuando le echaran el agua, pero no". En esa línea, ha desvelado quiénes son los padrinos: "Mi prima y el mejor amigo de Javi". La mujer de Javier Ungría, además, ha asegurado que ha tenido que recortar mucho la lista de invitados por las restricciones de la Covid: "Mucho, ya sabéis que por las restricciones... Están los más allegados y a los demás los tenemos en nuestros corazones".
Lo cierto es que con esta celebración la familia Tablada-Ungría deja atrás una mala etapa personal, marcada por la muerte de la abuela de Elena y las amenazas de muerte que denunció Javier tras la boda de su hermana. La asistencia de Elena a la boda de su cuñada, Beatriz Ungría, con Jaime Navarro, la convirtió el pasado febrero en la protagonista de una agria polémica. Desde que el vídeo de la gran celebración se hizo viral en las redes sociales por la ausencia de mascarillas y el incumplimiento de las restricciones anti-Covid-19, la diseñadora recibió cientos de críticas por parte de los internautas que, con el paso de los días, cobraron más fuerza.
Cansada de ser el centro de atención de la polémica, la ex de David Bisbal estalló a través de su cuenta de Instagram, denunciando amenazas y quejándose de la imagen superficial que se ha dado de ella desde el principio y que nada tiene que ver con la realidad. Dolida porque su abuela Elena murió de coronavirus, Elena Tablada aseguró, además, que fue a la boda de su cuñada porque se cumplió a rajatabla la normativa de la Comunidad de Madrid en cuanto a la pandemia se refiere.
"Se nos hizo PCR a todos los invitados y solo pudimos acudir los que tuvimos resultado negativo, se cumplió con todas las normativas", comentó también la diseñadora. "Nosotros cumplimos absolutamente todas las normas", añadió entonces. Aunque su marido también se pronunció, dejando claro ante los medios que Elena Tablada era una invitada más y que ambos cumplieron con todas las medidas sanitarias, días después volvía a hablar para hacer referencia a las amenazas que recibió.
La muerte de la abuela de Elena
Tras conocerse la noticia de la muerte de Elena Moure, Tablada quiso compartir un extenso texto dedicado a ella, quien siempre fue su inspiración. "No sé ni qué escribir ni cómo hacerlo... Ni jamás imaginé estar recibiendo este tipo de mensajes, gracias de corazón. Mami, quería poner una foto contigo pero tú siempre sales infinitamente más bella! Porque eres la más divina, especial y estelar", comenzaba diciendo.
En una de las partes más especiales de su carta, Elena recordó a su abuelo y le pidió a su abuela que no dejen de bailar allá donde estén: "Todo lo que tengo te lo debo a ti. Gracias por tu gran legado. Papis, bailen mucho allá arriba, bailen su canción: Si Nos Dejan, hagan de las nubes terciopelo, juntitos los dos, cerquita De Dios, en un rincón cerca del cielo, lo que siempre soñaron". Y la empresaria concluyó con una frase que refleja a la perfección el dolor que siente en estos instantes: "Ahora, a ver cómo hago yo para recomponer este corazón mío...".
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