Año 1998. En aquella fecha Santiago Segura (55 años) estrenaba en los cines su primera película de Torrente; el cantautor Mikel Herzog, representante de España en Eurovisión, lograba el puesto 16º en el festival de música europeo; y el planeta lloraba el abandono de Geri Halliwell (48) de la banda Spice Girls. Pero al mismo tiempo, una historia de amor se fraguaba lenta y discretamente en los pasillos de TV3: la de Santi Villas (50) y Marc Giró (46).
Dos profesionales de la comunicación conocidos por el gran público por su carisma innato y su creatividad se encontraron en el primer late night de la televisión catalana. El programa llevaba el nombre de Les 1000 i una... un formato conducido por Jordi González (58) que hizo historia en la pequeña pantalla de la región y que logró hacer sombra a Esta noche cruzamos el Mississippi, de Pepe Navarro (69), o Crónicas Marcinas, con Xavier Sardá (63).
El programa catalán cumplía su primer aniversario de existencia cuando Santi y Marc comenzaron su romance. Las cuatro horas de emisión unidas al loco ritmo del show y sus secretos entre bambalinas hicieron que poco a poco Villas y Giró se fueran conociendo detrás de las cámaras hasta que comprendieron que estaban hechos el uno para el otro.
Desde entonces, no ocultan su amor, pero tampoco lo exponen. Simplemente lo viven en su privacidad. Más de 23 años juntos que los convierten en una de las parejas más sólidas del ajetreado y ambicioso mundo televisivo. Lo han conseguido además, sin ser objetivo de paparazzi, sin escándalos y sin hacer ruido pese a llevar más de media vida trabajando en los platós.
Ni siquiera en las redes sociales de ninguno de ellos se puede encontrar alguna fotografía juntos. Nada. Silencio. Sin embargo, sí se pueden comprobar los gustos y aficiones que tienen en común. La pasión por su trabajo, las escapadas al mar o la montaña, la buena gastronomía casera, la naturaleza, los animales, la lectura y el mundo de la moda son aspecto que inundan los perfiles de cada uno de ellos.
La discreción ha sido su máxima al ser preguntados por su relación, y solo en una puntual ocasión Marc Giró se abrió públicamente a hablar de sus sentimientos: "Mi marido, mi compañero, mi amigo, mi amante, aquello que hacen las folclóricas: 'Lo es todo para mí' (…) posiblemente no tendría la vida que tengo ahora si no lo hubiera conocido a él, ¿sabes? A menudo, que tu vida sea una mierda o brillante, depende de la persona que tengas al lado y yo con Santi Villas tengo la vida que quiero tener, una vida feliz", expresó en una entrevista de Elnacional.cat.
También fue Marc el que, esta vez en La Sexta, hizo un monólogo que aún es muy recordado por los más expertos en televisión y entretenimiento en el que hacía alusión a su vida marital: "Un marido marica te da temas de conversación, es más práctico y más ameno", confesaba con su humor tan característico.
Si las más de dos décadas juntos no son suficientes para avalar la fortaleza de su historia de amor, también son muchas las pruebas que atestiguan la exquisita forma en la que se complementan en el trabajo. Así ocurrió en el escenario que propició su idilio, en Les 1000 i una... donde compartían incluso plano. En la actualidad también ha ocurrido así con la mediática docuserie de Rocío, contar la verdad para seguir viva donde Marc comenzó sentado en una de las sillas de las noches de los miércoles en Telecinco y se la cedió semanas después a su marido, Santi, para que continuara con su legado como comentarista sagaz y empático.
Santi estudió Ciencias de la Comunicación en la Universitat de Barcelona y ha centrado su carrera en la producción y dirección creativa de contenidos audiovisuales, una profesión que le hace ser muy exigente, perfeccionista y serio para crear los mejores y más innovadores formatos.
En cambio, su esposo, Marc, se permite una licencia más liviana y de liberación artística propia de su licenciatura en Historia del Arte, la cual le aporta un vínculo directo con las musas y la inspiración que se percibe en su carácter. Giró es la faceta menos seria de la relación, y se ha atrevido a participar en programas del ámbito de la prensa rosa. Una de esas ocasiones fue en la polémica Sálvame Fashion Week en la que no solo valoró los estilismos de los colaboradores sino que además protagonizó una gran bronca con Kiko Hernández (44). Un año después también debutó como comentarista de Gran Hermano Revolution.
Santi y Marc han superado juntos los años dorados de la televisión en la década de los 90, han experimentado los múltiples cambios de formatos que se vivieron en la pequeña pantalla a principios de los 2000 y están siendo testigos en primera persona de la reivindicación social y cultural que se hace desde los platós en pleno 2021. Todo ello envuelto con el amor que se profesan y la profesionalidad que nunca pierden.
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