La familia García Obregón siempre ha sido una piña, un núcleo duro. Durante décadas, esa es la imagen que los medios de comunicación han transmitido de la saga que hizo popular, en las páginas couché, la actriz Ana García Obregón (66 años). Antonio García y Ana María Obregón Navarro siempre han procurado mantenerse en un segundo plano mediático de "las cosas de Ana", como las calificaban al ser preguntados. Ana siempre notó el arropo y la protección de sus padres. Más tarde, su hijo Álex Lequio se convertiría en ese otro pilar en la vida de la presentadora.
Sin embargo, Ana Obregón vio cómo en el mes de mayo de 2020 la enfermedad le arrebató a su hijo y justo un año después, en el mismo mes de mayo de 2021, fallecía su madre, su confidente, su amiga, a los 95 años. Mayo, mes horribilis. Demasiadas pérdidas y dolor y poco tiempo, si es que se puede cuantificar. Este sábado se cumple una semana desde que la artista perdió a su progenitora y JALEOS conoce cómo se encuentra la familia, cómo los hermanos cuidan y arropan al padre, Antonio García, y, a su vez, cómo Celia, Amalia, Javier y Juan Antonio no se separan de Ana.
Y es que, todos ellos han perdido a su madre, pero en Obregón tiene otra connotación, tras decirle adiós aún en pleno duelo por su único hijo. Este periódico se ha puesto en contacto con una buena amiga de la actriz, cuya amistad suma más de 25 años, y esta sostiene: "No sé de dónde saca fuerzas Ana, es demasiado esto". Al otro lado del teléfono se explica al tiempo que se tranquiliza: "Es dolorosa la muerte de Ana madre, cómo no, pero entra dentro de la ley de vida. Eso era lo que todos esperaban, no lo de Aless". Dentro del dolor, Ana está "serena". Ana María Obregón había superado varios problemas de salud, como una cirugía cardiaca a la que se sometió en 2017, tan sólo dos años más tarde de sufrir un derrame cerebral cuando se encontraba en El Manantial, la impresionante casa familiar que los García Obregón tienen en Mallorca.
Ahora mismo, toda la familia tiene otra preocupación que se abre hueco entre la pérdida: el estado de Antonio García. Los hermanos no lo dejan solo y se turnan para estar con él. "Tanto Antonio como Ana siempre han contado con servicio interno" y en los últimos años, sobre todo desde que abandonaron La Moraleja, también con el "personal médico" pertinente, cuando se ha necesitado. No obstante, el empresario está "apenado" dentro de su avanzada edad: "Son personas ya muy mayores, y a veces les falla la memoria, pero Antonio es consciente. Se ha ido su otra mitad, nunca ha dormido sin ella en 68 años. Nunca han amanecido separados".
Según la información que maneja este medio, los hermanos Obregón "no contemplan" la posibilidad de trasladar de casa a su padre. Antonio García seguirá viviendo en el centro de Madrid, donde hace unos años se desplazó el matrimonio desde La Moraleja para poder "tener más a mano" el hospital, entre otros aspectos. Además, en su casa el padre de Ana Obregón dispone de cuanta ayuda necesita y está bien cuidado y atendido.
En esa línea, se explica que Ana Obregón pasa mucho más tiempo con su padre, agarrándole la mano, a su vera. Su "Anita" siempre fue especial para él, se explica. Sintió que debía protegerla más que al resto, puede que por desligarse de la línea empresarial de la familia. "Como siempre ha dicho Ana, ha sido su ejemplo de lucha y entrega. Un hombre estricto, severo incluso, pero al que más ha admirado Ana en su vida", confía la fuente consultada. Un hombre hecho a sí mismo, el único bastón y referente que le queda.
Antonio y Ana, 68 años de amor
Ana Obregón Navarro se casó con el conocido constructor y empresario inmobiliario Antonio García Fernández, y juntos formaban uno de los matrimonios más sólidos, queridos y respetados del panorama social. El patriarca de los Obregón fue un empresario de gran fama en los años ochenta que había salido adelante con mucho tesón y trabajo.
Con poco más de 20 años, Antonio conoció y se casó con Ana María, hija única del empresario Juan Obregón Toledo, que fue quien ayudó a Antonio a montar su primera inmobiliaria. El gran momento empresarial le llegaría con La Moraleja, que a mediados del siglo XX era una finca privada propiedad de José Luis de Ussía y Cubas, conde de los Gaitanes, y cuyos terrenos habían sido coto de caza de Carlos III. El conde ofreció en 1969 a Antonio la compra del 95 por ciento de las acciones de esos terrenos.
Fruto de su amor nacieron sus cinco hijos, tres niñas y dos niños: Ana, Celia, Amalia, Javier y Juan Antonio. Una familia que vuelve a unirse en el dolor por la pérdida de un miembro directo. Y es que hace apenas un año, el 13 de mayo de 2020, Ana García Obregón tuvo que lidiar con el que es, sin lugar a dudas, el golpe más duro de su vida: la muerte de su hijo, Álex Lequio, a la temprana edad de 27 años. Desde entonces, su madre se había convertido en su mayor apoyo.
El pasado 18 de febrero, Ana Obregón felicitaba a su padre por su 95 cumpleaños. Y en sus palabras de cariño, como no podía ser de otra manera, citaba a su madre, su gran apoyo, su bastón, la mujer de su vida, con quien su padre ha pasado casi siete décadas. "68 años de amor. Daría el resto de mi vida por poder celebrarlo todos juntos como siempre, pero estoy segura de que alguien desde el cielo te está cantando cumpleaños feliz. Alguien que te admiraba y te quería muchísimo como todos tus hijos, nietos y bisnieto", expresaba Ana, en una clara alusión a su hijo, Álex, fallecido a causa de un cáncer contra el que luchó dos años y dos meses.
[Más información: Ana Obregón recuerda a su madre y a su hijo, Álex, con un duro mensaje y una foto muy especial en Mallorca]