Kiko Rivera (37 años) y Jessica Bueno (30) se reencontraron el pasado sábado, 5 de junio, para celebrar la primera comunión de su hijo, Francisco. La ceremonia tuvo lugar en la parroquia de San Francisco Javier en Bilbao, ciudad en la que la modelo vive junto a su marido, el futbolista Jota Peleteiro (29). Los padres del menor pretendían que el día fuera feliz y tranquilo, y lo fue, pero horas después estalló la polémica.
El número de invitados fue muy reducido, apenas una veintena de asistentes, todos ellos familiares cercanos y amigos íntimos. La lista estaba repleta de importantes ausencias, como la de Isabel Pantoja (64) o la de Anabel Pantoja (34), quien según contó, iba a ser la madrina del menor y finalmente no puso serlo pues fue Jessica la que escogió quién ocuparía dicho puesto en la ceremonia: "Lo que no entiendo es por qué yo no pude ir, creo que he sido muy respetuosa y para Kiko soy su hermana, han pasado ocho años y Jessica no puede decir nada malo de mí", confesó la sobrina de la tonadillera entre lágrimas. Segundos después, su primo, Kiko Rivera, entraba en directo en Sálvame para expresar que "no está conforme" con muchas de las decisiones que se toman en la vida de su primogénito: "Llevo ocho años aceptando una serie de cosas que he decidido aceptar por el bien de mi hijo".
Jessica ya ha estallado en las redes tras las polémicas declaraciones del padre de su hijo, pero JALEOS ha podido hablar con su entorno más cercano y conocer cómo se encuentra realmente la modelo en estos momentos. Según deslizan a este medio, la exMiss está "triste y muy decepcionada" por las palabras de Kiko y "le da mucha pena" la situación, porque cuando habló con el DJ sobre el tema de la madrina "tuvieron una conversación tranquila, y él no se mostró en ningún momento con las malas formas que está demostrando ahora". Jessica "ha llorado por su hijo y está enfadada por pura impotencia", aunque, apuntan, no va a dejar que este revés empañe el bonito recuerdo de aquel día porque "ni se plantea entrar en su juego". "Jessica decidió en su día alejarse de todo el mundillo del corazón y hace todo lo posible para no aparecer en ningún lado", sentencian desde su círculo más cómplice.
Lo cierto es que desde que comenzó su relación sentimental con Jota Peleteiro, Jessica se ha mantenido en un casi inexistente plano mediático y ha logrado formar una familia conservando su privacidad al máximo posible. Pero sigue ligada a una de las sagas más famosas del panorama español, por lo que puntualmente se ve salpicada por la exposición pública. Llevaba años en silencio y de hecho, por parte de la familia Pantoja siempre han asegurado que la relación entre las partes era "cordial".
Sin embargo, lo que pretendía ser un reencuentro familiar y feliz ha terminado en reproches bilaterales: "Qué pena, de verdad, que algo que se ha hecho con la mayor buena intención, aún sabiendo que se convertiría en un circo cuando huyo de esto siempre al final se use para decir mentiras", ha expresado la modelo en sus redes. "He organizado una fiesta en mi casa donde hemos sido los únicos responsables en todos los aspectos, y por respeto y amor hacia mi hijo han estado las personas que creía convenientes y que tienen trato directo con él. Por supuesto no podía faltar su padre, su esposa y sus hermanas. Creo que estoy en mi derecho de poder invitarles solo a ellos, ya que son los principales en la vida de mi hijo y no he querido entrar en temas personales que no me incumben invitando a otras personas de su familia", ha relatado Jessica sobre la elección de los asistentes.
Como explicación final, Bueno ha detallado uno por uno quiénes fueron invitados y por qué: "Una celebración íntima con veinte invitados donde únicamente asistieron los cuatro padrinos de mis dos hijos con sus respectivas parejas e hijos. Mis padres y mis suegros porque además vuelvo a recordar que mi hijo pequeño también se bautizaba ese día. Mi hermano que hacía un año que no le veía (sin su mujer), nuestra catequista con su marido, el párroco de la iglesia, y tres mamás de los amigos íntimos de mi hijo mayor con sus maridos. El padre de mi hijo con su mujer, mi marido y yo".
Los detalles de la celebración
La primera comunión del hijo de Kiko y Jessica se celebró en la parroquia de San Francisco Javier, situada en la céntrica calle de Juan de Ajuriaguerra de la capital vizcaína. En el mismo templo también tuvo lugar el bautizo del hijo en común entre la modelo y su actual marido. Además, el matrimonio regresó al santuario 24 horas después para ser ellos, esta vez, los protagonistas: "Hoy hemos vuelto a la parroquia para continuar con un finde muy especial para nosotros. Hoy he recibido la confirmación y mi marido ha recibido los tres sacramentos. Se ha bautizado, realizado la primera comunión y confirmación. Llevamos todo el año asistiendo a catequesis cada jueves juntos", ha confirmado la exMiss en su Instagram.
Sin embargo, esta última cita fue sencilla y sin celebración posterior. La que sí se festejó a lo grande fue la comunión de Francisco Rivera Bueno en la gran mansión en la que viven Jessica y Jota a las afueras de Bilbao.
Engalanaron la zona exterior, donde reina la piscina, con globos blancos, varias mesas de estilo rústico y dos grandes expositores -uno dedicado al protagonista de la comunión, y el otro en honor al pequeño Jota (4) que celebraba su bautismo- con gominolas y dulces para los menores de la casa.
En este mismo lugar y con los mismos organizadores de eventos, Jessica Bueno celebró el pasado abril el baby shower de su próximo bebé, Alejandro, que nacerá este verano.
[Más información: Kiko Rivera y Jessica Bueno celebran la primera comunión de su hijo, Francisco]