Este domingo Enrique Ponce le dedicó su última faena en la plaza de toros a su novia, Ana Soria, y horas después, su exmujer, ha demostrado que no necesita la presencia de ningún hombre para ser feliz. La empresaria ha querido presumir de sus paradisíacas vacaciones en un destino de ensueño. Ese lugar podría ser República Dominicana, donde le gusta escaparse a menudo, pero ella no ha querido exponer su localización. Lo que sí ha mostrado es su fotografía en bikini, su vuelo en helicóptero para contemplar la isla desde el aire y su momento de relax en una piscina espectacular donde ha desayunado de lujo gracias a una bandeja flotante repleta de comida.