Fue el pasado mes de mayo cuando Norma Duval (65 años) tuvo que afrontar el peor golpe de su vida: la muerte de su madre, Purificación Aguilera. La progenitora de la artista fallecía tras 11 años luchando contra el Alzheimer que padecía. En los últimos años, su estado de salud era muy delicado, y Purificación vivía en casa de su hija Norma, en La Moraleja, Madrid. Para estar protegida y arropada.
A punto de cumplir los 90 años, Aguilera era una persona dependiente y su hija había habilitado una parte de su casa para su aislamiento pertinente y cuidados. Atendida las 24 horas del día. Fueron años en los que la vedette se volcó en su madre, e incluso se alejó un tiempo del mundo del espectáculo. Su escala de valores cambió, y su prioridad pasaba única y exclusivamente por la salud de Purificación. Especialmente complicado fue el estallido de la pandemia.
Se vivieron en casa de Duval meses de angustia. De un tiempo a esta parte, la artista había reconocido en su entorno que la salud de su madre se había agravado."Mi madre se encuentra grave", sostuvo en marzo de 2020. Con el triste e inevitable desenlace, Norma ha acusado de forma especial la soledad en su casa de La Moraleja; ahora solo vive ella entre esos muros. Un inmueble, qué duda cabe, demasiado grande. La casa, que la adquirió con el por entonces su marido Marc Ostarcevic (80) a principio de los 90, tiene tres plantas, gimnasio, oficina y hasta un salón de baile. Excesivas prestaciones a las que Norma Duval ha puesto remedio. Tal y como ella misma confesó hace unos días en los premios Mallorquines de Verano 2021, tiene la firme intención de poner en venta su casa de La Moraleja. Se cierra una etapa para abrirse otra.
JALEOS se ha puesto en contacto con su entorno más cercano y conoce nuevos detalles de su nueva vida. "En esa casa Norma ha vivido los mejores años de su vida, pero también los peores con la enfermedad de su madre. La casa pasó de estar llena de gente y de vida a ir quedándose vacía. Por eso ha tomado la decisión", explica quien bien lo sabe.
Por no hablar de los gastos de mantenimiento. Duval lo tiene claro: tras el verano dará este importante paso en su vida y acondicionará la casa para ser vendida. No le da miedo este cambio de etapa, todo lo contrario. Cree que puede traer muchas cosas buenas. Con los años, "también ha ido despegándose de las cosas materiales". En ese inmueble hay mucho dinero invertido y lo que tiene claro Norma Duval es que no va a malvender, tampoco tiene esa necesidad. Llegará la oferta adecuada a su debido momento.
A corto plazo, ella fijará su residencia, según la información que llega a este medio, a caballo entre el centro de Madrid -donde tiene un piso en propiedad- y Segovia, donde dispone de una gran casa con jardín. Le gusta el campo para desconectar, aunque confiesa la fuente contactada que "es una apasionada del campo, aunque a los tres días ya quiere volver". Hace unos días, la propia Norma confesó que podría, incluso, trasladarse a vivir a Suiza con su pareja, Matthias Kühn. No obstante, este destino parece el menos probable para la artista, según confiesan los que la conocen bien.
"Ella nunca se alejaría mucho tiempo de sus hijos y menos de sus sobrinas. Es muy familiar, pero, ante todo, española. Le gusta su país y no se haría a otro ahora", se confía. Sí que habrá visitas y viajes, como hasta ahora, pero su residencia física y vital estará siempre en España. Han sido muchos años de dedicación a su madre y "ahora le apetece hacer mil planes y proyectos. Está barajando algunos de televisión y le encantaría subirse a un teatro". Una nueva Norma Duval se abre paso de cara al nuevo curso. Eso sí, nada de boda con Kühn: "Ninguno de los dos quiere y tampoco lo necesitan. Están muy bien como están".
Purificación Aguilera, vida y enfermedad
En 2016 fue la última vez que Norma se dejó inmortalizar junto a su madre en un acto público. Fue durante la presentación de una campaña solidaria con motivo del Día del Cuidador, iniciativa puesta en marcha por Lindor, Ausonia y la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología. Ese día, la actriz aseguró, embargada por la emoción: "Cuidaré de mi madre hasta que se vaya".
Además, aquel 26 de octubre quiso lanzar un mensaje de apoyo a todos los cuidadores: "Que no se desanimen porque hay momentos muy duros". El pasado 2 de mayo, Día de la Madre, Norma no dudó en homenajear a la suya. "Hoy, Día de la Madre, quiero felicitar a todas las madres y agradecer este precioso regalo del programa @gentemaravillosacanarias en el cual he tenido el gusto de participar, cuadro pintado por el también pintor canario @artepaconavarro", fueron sus palabras junto al cuadro en el que aparece abrazando a su madre.
Purificación estuvo casada con un militar llamado Albino Martín Moreno. Moreno fallecía en 2002, a los 80 años, tras caerse en casa. Fruto de su matrimonio, nacieron sus tres hijos, Norma, Carla y Albino. En Albino, Norma ha encontrado un gran apoyo. De hecho, ambos hermanos se confinaron en la casa de la actriz para poder atender con seguridad a su progenitora durante la pandemia.
No es la primera vez que Norma Duval sufre la muerte de un ser querido. Hay que recordar que en el 31 de octubre del año 2010 fallecía su hermana, Carla, víctima de un cáncer de cuello de útero a los 46 años. En estos momentos, tanto Albino como los hijos de Norma, Yelko, Marc y Christian, fruto de su relación con Ostarcevic, están siendo un fuerte apoyo para ella.
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