El pasado 18 de agosto, y para sorpresa de todos, incluido el propio protagonista, Antonio Canales (59 años) era despedido de Sálvame, donde fichó como colaborador estrella tras su paso por Supervivientes. Su poca aportación al día a día del programa, sus llamativos silencios y la escasez de noticias y exclusivas durante los meses que ocupó un sillón provocaron que la cúpula decidiera no renovarle el contrato.
Una noticia que, aun esperada por el bailarín, provocó una sorpresiva reacción en Antonio que, sin pelos en la lengua y ante una atónita Carlota Corredera (47), cargaba contra el programa y les acusaba de aburrir a la audiencia con sus tramas y conflictos en los últimos tiempos.
24 horas después de su última aparición en Sálvame y consciente de la polémica que han desatado sus críticas al programa estrella de las tardes de Mediaset, Canales ha reaparecido con la mejor de sus sonrisas en Jerez. Y lo ha hecho actuando en la Fiesta de Bulerías, confesando que está "feliz" y muy contento de reencontrarse con un público "que viene a degustar el arte".
Sobre el público, afirmaba: "Le tenemos que pinchar el corazón porque un olé de la gente no tiene precio. Lo que queremos es emocionar al público". Unas palabras que algunos han visto como una indirecta al formato de La fábrica de la tele y a su polémico despido, tema sobre el que ha preferido no pronunciarse.
Con numerosos proyectos al margen del entorno de Sálvame y con actuaciones ya cerradas que retomará después de unas vacaciones que serán "unos días en la playa descansando para que no me explote la cabeza", Antonio adelanta que en septiembre volverá a televisión, sin dar detalles sobre su fichaje por El programa de Ana Rosa, sobre el que guarda silencio por el momento.
"Estoy centrado en mi arte, en mis creaciones y mirando por mí mismo, queriéndome mucho", contesta cuando se le pregunta cómo se encuentra, tras su despido. Y es que tal y como el afirma es todo un privilegiado: "Pongo interés y amor en las cosas que me gustan. Me sale el duende. Estoy eligiendo mucho, como un sibarita, con 59 tacos solo hago lo que me gusta y lo que no, prefiero quedarme en mi chalé y tomar el sol".
Sobre su vuelta a la televisión explica cómo entiende este sector: "Estoy jugando en un lugar muy frívolo -por su faceta televisiva y mediática-, pero no me he caído de un quinto y al flamenco le hace falta ese trampolín. Quiero llegar a 8 millones de personas que hay en televisión. Luego llegamos a los teatros y están llenos", asegura, desvelando así por qué ha decidido participar en Supervivientes y convertirse en colaborador televisivo.
Despido en directo
Este 18 de agosto, durante el programa, Carlota Corredera anunció: "La persona a la que no se le va a renovar, que no va a continuar trabajando en Sálvame porque la dirección considera que no ha cumplido las expectativas, es Antonio Canales".
En un principio, el bailarín permaneció sereno para afrontar la noticia y, además, anunció que se le podrá seguir viendo en la cadena. "Yo no soy periodista, termino aquí pero comienzo pronto con otra productora de Mediaset".
Sin embargo, según iban pasando los minutos la tensión iba en aumento y finalmente, el bailarín ha expresado feroces críticas al formato, haciendo referencia a la paulatina pérdida de audiencia que está sufriendo Sálvame frente a Tierra amarga y Pasapalabra: "No hay que hacer un programa aburrido como estáis haciendo últimamente, hay que reinventarse".
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