Por tercer año consecutivo, Georgina Rodríguez (27 años) ha aprovechado su italianización particular, es decir, el hecho de que reside en Turín junto a su pareja, Cristiano Ronaldo (36), para dejarse ver y lucirse en uno de los eventos más seguidos del año por los medios de comunicación de todos los ámbitos.
La modelo, que ya es una estrella independiente que brilla con luz propia, ha aparecido en la gran inauguración del Festival de Cine de Venecia y lo ha hecho como sólo ella sabe hacerlo. Aunque no exista vinculación directa entre la de Jaca y el séptimo arte, la maniquí posee un fortísimo interés mediático, lo que es un atractivo para un acontecimiento que necesita promoción.
Georgina Rodríguez tiene 27,1 millones de seguidores en Instagram, ha protagonizado un sinfín de portadas de revistas de corazón, moda y estilo de vida e incluso está grabando su propio documental, Soy Georgina, para el gigante Netflix. Su llegada a Venecia, un año más en uno de los tradicionales taxis de madera, fue retransmitida por su canal personal, su perfil de las fotos instantáneas, y fue más aplaudida que los looks que decidió lucir poco después en la alfombra roja de la Mostra.
Absolutamente casual, aunque sin perder detalle, Georgina portó un top de tirantes y de licra de color blanco con un vertiginoso escote corazón. La combinó con unos jeans monogram de Louis Vuitton y lo más llamativo de todo: sus exclusivos y excesivos complementos.
Como detalle, JALEOS ha podido descubrir que Gio tiene un nuevo reloj. A pesar de su masivo amor por los Patek Philippe, la madre de la hija pequeña de Cristiano Ronaldo ha exhibido en su aterrizaje en Venecia un espectacular Rolex Day Date 36. Se trata de una pieza de la que existen muy pocas unidades en el mundo.
Y es que todos los relojes Rolex se ensamblan a mano con sumo cuidado para garantizar una calidad excepcional, por lo que unos estándares tan altos limitan, como es natural, la capacidad de producción de Rolex.
Y, a veces, la demanda de relojes Rolex supera la citada capacidad. El interior de la pieza es en color lavanda, tiene un carrusel de esfera engastada de diamantes de jade, varias agujas en oro amarillo y marcadores de hora también en diamantes. Su precio, en caso de poder adquirirlo, supera los 50.000 euros.
Además de los dos espectaculares anillos que ya se le conoce, la pulsera de brillantes y el colgante con la cruz de diamantes, Georgina ha recurrido, para portar sus enseres personales, a un nuevo Birkin del que este diario conoce todos los detalles. Se trata del Hermès Birkin Blue Izmir Crocodile Niloticus PHW.
Una pieza única de exótica piel de cocodrilo Niloticus y que no está a la venta en las boutiques de Hermès de ningún punto del planeta. Estos exclusivos diseños en estos colores tan especiales son ofrecidos únicamente a clientes muy selectos de la maison francesa. El turquesa combina a la perfección con los herrajes de paladio en plata, que enfatizan aún más el tono frío del azul. Su precio podría superar los 80.000 euros.
Para su desembarco en Venecia, nada de tacones altos. Georgina Rodríguez sacó de su zapatero personal el par de sandalias Oran, también de Hermès, confeccionadas en ternera box, con suela de piel natural y forro en blanco. Un modelo emblemático de la legendaria casa francesa cuyo precio es de 450 euros. Todo un lookazo casual para una superestrella.
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