Ya han pasado dos meses desde que Mila Ximénez falleció en su casa de Madrid a causa de un cáncer de pulmón. Sin embargo, su partida sigue conmocionando al mundo de la televisión. Sobre todo, a aquellos compañeros con los que formó una bonita amistad. Así lo demostró Jorge Javier Vázquez (51 años) la noche de este viernes 3 de septiembre en su regreso a la pequeña pantalla.
Tras sus vacaciones de verano, el presentador se sentó en el plató de Viernes Deluxe, donde confesó cómo ha vivido esta temporada estival sin la presencia de Mila, quien perdió la vida el 23 de junio de 2021. "Estuvimos todo julio sin parar y cuando paré sentía la necesidad de hablar de ella y acordarme de ella. Por primera vez en mi vida siento un vacío que no lo voy a poder llenar absolutamente con nadie", comentó Jorge Javier. "Tengo 51 años y han sido 20 años. Lo nuestro era una relación amorosa, porque había amor, de comodidad, confidencias... Es imposible que la tenga por nadie y me enfrento, por primera vez, a un vacío que no se va a llenar", añadió. Pese al tiempo que ha transcurrido, aseguró que la ausencia de la periodista "es brutal y tremenda". En su caso, no hay momento del día en el que no se acuerde de ella.
Durante su intervención, muy emocionado, el presentador reveló que sus vacaciones han estado marcadas por el duelo. "Decir que la echo de menos me parece como poco. Aparecerá más gente, pero no como ella... No tenía planeado nada para estas vacaciones, porque sentía la necesidad de estar en casa, de estar recogido, en silencio y aceptar lo que había pasado", dijo. "Me sentía muy identificado con ella, porque somos dos personas con muchos conflictos y tormentos. A lo largo de los años fuimos capaces de dominar esos conflictos y esos tormentos y los dos hicimos ese camino de luz", confesó.
Pero además de contar cómo han sido estos meses para él, Jorge Javier también hizo referencia a Alba Santana (37), la única hija de Mila Ximénez, de quien no se tenían noticias desde el pasado mes de julio. "Está aceptándolo y echándole mucho de menos", explicó el televisivo, quien también habló sobre la complicidad que había entre ambas. "Tenían una relación de hablar mucho y de verla mucho en el programa... Alba le desdramatizaba todo. Mila se fue muy contenta con Alba. Irte con tu hija estando tan bien para una madre es una tranquilidad absoluta... Alba ha perdido a su madre y en un año, que nadie lo esperaba", comentó.
La última vez que se vio públicamente a la única hija de Mila Ximénez, fruto de su relación con Manolo Santana (83), fue en un restaurante de Madrid, recibiendo el apoyo de su hermana por parte de padre, Beatriz Santana (56). Ambas, que mantiene una relación muy estrecha a pesar de vivir en ciudades diferentes, quedaron a comer en un restaurante de la capital antes de que Alba regresara a Ámsterdam, donde vive con su marido y sus dos hijos.
Según desvelaron unas imágenes a las que tuvo acceso JALEOS en exclusiva, las hermanas comieron en una terraza del centro de la capital española justo después del fallecimiento de Mila Ximénez. Junto a ellas, estuvieron su hermano, Manuel Santana, y la madre de éste, Fernanda. Ahora, cuando ya han pasado dos meses de aquel encuentro, Alba sigue viviendo su duelo en los Países Bajos, al lado de su marido y sus hijos.
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