En una de las mejores etapas de su vida y disfrutando como nunca de Ezequiel Garay (34 años) tras su retirada del fútbol, Tamara Gorro (34) se ha convertido en una de las protagonistas de la Feria del Libro con la exitosa firma de su última obra, Entre sentimientos.

La excolaboradora de Telecinco, que se ha convertido en una estrella de redes sociales como Instagram y TikTok se ha mostrado más sincera que nunca y ha hablado de sus problemas matrimoniales junto al deportista argentino. Tamara Gorro tiene deseos de aumentar la familia, un tema con el que su marido parece no estar demasiado conforme.

"Yo quiero un tercer hijo, pero mi marido dice que no. Más claro no lo puedo decir", confiesa Tamara, que asegura que no puede luchar por su sueño de quedarse embarazada otra vez. "Estoy sola en esta lucha. Él no quiere más hijos y es totalmente respetable", declara ante los medios de comunicación que le preguntan por su nuevo libro y por su vida.

"Yo tengo un embrión en Estados Unidos, tendría que viajar y me hormonaría para poder introducirlo, pero es hijo de los dos y me parecería muy feo", afirma la extertuliana, resignada con que el hecho de que Ezequiel Garay esté cerrado en banda a aumentar la familia aunque ella no lo descarta todavía.

Y es que después de someterse a más de una veintena de tratamientos para intentar quedarse embarazada sin conseguirlo, en 2015 por fin nacía, por gestación subrogada, su hija Shaila Garay Gorro (5). Dos años después, y cuando casi había perdido la esperanza y quemaba su último cartucho en Estados Unidos, Tamara Gorro conseguía quedarse embarazada por fecundación in vitro de su hijo Antonio, que cumplirá cuatro años el próximo mes de diciembre.

Un proceso durísimo tanto a nivel físico como mental que la influencer está dispuesta a repetir para lograr su sueño de tener una familia numerosa. Aunque parece que lo más complicado está siendo convencer a su marido, Ezequiel Garay.

En junio de 2018, Tamara Gorro y Ezequiel Garay afirmaron que se encontraban en plenos tramites de adopción de su tercer hijo, aunque ya en aquel momento denunciaron públicamente el hecho de no poder hacerlo en España debido a los largos plazos que conlleva. Antes de que llegase al mundo su adorada primogénita, Shaila, ya tenían intención de adoptar. En cambio, pero tras un intento fallido, se decantaron por la gestación subrogada, que dio sus frutos en su pequeña. 

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