Miguel Bosé (65 años) voló a España hace unos días para presentar sus memorias, El hijo del Capitán Trueno, el pasado 10 de noviembre. El cantante escribió su autobiografía desde su casa de México, tal y como compartió en sus redes sociales estos meses atrás, pero no dudó en pisar suelo español el mismo día en el que publicaba su obra literaria. Durante el periplo del artista por nuestro país, Nacho Palau (51) estuvo muy activo en su perfil de Instagram y compartió varias fotografías que desvelan su situación actual.
Este mismo fin de semana el valenciano mostraba una instantánea en la que aparecía muy sonriente y con gafas de sol. Pero lo más significativo del post era su mensaje: "La vida es una sucesión de lecciones que uno debe vivir para entender (Ralph Emerson)".
Sin embargo, ha sido a última hora de este domingo cuando ha querido dar a conocer su pensamiento más rotundo. Con una imagen en la que aparece jugando con sus dos hijos, Ivo y Telmo, en la playa, el escultor ha compartido un comentario breve pero contundente: "Lo más importante", escribe en una posible alusión a su lucha judicial con Miguel Bosé por el futuro de sus hijos. Los menores son inmortalizados escavando en la arena y creando sus propias obras, tal y como hace Palau con sus jarrones y elementos decorativos en su taller de artesanía y esculturas. Además, Nacho acompaña el mensaje con dos emojis: uno de un corazón rojo, en alusión al amor que siente por ellos; y un fuego ardiendo, como diciendo que sus sentimientos por ellos están vivos, son intensos y nunca se apagan.
La lucha de Palau
"Hermanos para siempre". Con este hashtag Nacho Palau describió la fotografía de sus cuatro hijos que compartió en Instagram horas antes de verse las caras en el juzgado con Miguel Bosé. Este enfrentamiento judicial ocurrió hace un año, a finales de octubre de 2020, en el que el juez desestimó las peticiones de los abogados del valenciano, por lo que sus deseos de que sus cuatro hijos sean declarados legalmente hermanos, pese a que los dos mayores sean hijos biológicos del cantante y los dos menores del escultor, no se han podido cumplir.
La fotografía de los cuatro menores juntos era entonces toda una declaración de intenciones, pues Nacho siempre ha buscado que sus hijos, que vivieron juntos como una familia desde su nacimiento hasta hace tres años, fueran declarados legalmente hermanos porque así ha sido la mayor parte de sus vidas. Pero los niños fueron separados tras la ruptura sentimental de sus padres en función de quién de ellos era su padre biológico. Entonces, Ivo y Telmo volaron a España, y Tadeo y Diego, los mayores, se quedaron en México con el cantante.
Aunque no comparten genética ni apellidos, Nacho Palau defiende que entre ellos existe una filiación afectiva e intencional. Lo que significa que fueron concebidos con el objetivo de vivir en un mismo entorno familiar. Y esa intención sí quedó totalmente probada en el juicio y admitida por el juez. Sin embargo, la Ley actual no parece avalar el vínculo que se solicita.
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