Tamara Falcó cumple este sábado, 20 de noviembre, 40 años. Sin embargo, quiso celebrar su majestuosa fiesta este viernes a última hora y así entrar en la medianoche festejando en directo su estreno en la nueva década. Se trata de su primer cumpleaños tras obtener el título de marquesa de Griñón y después de un año repleto de trabajo y absoluto éxito profesional y personal.
La socialité está imparable. Hace apenas un año su currículum vitae mostraba solo su faceta como diseñadora de moda y en 12 meses ha transformado de manera sorprendente su bagaje laboral. Ahora se puede hablar de ella como chef pues se tituló en la prestigiosa escuela de cocina Le Cordon Bleu; además desde hace justo un año también es colaboradora de El Hormiguero; y el pasado octubre publicó su primer libro, Las recetas de casa de mi madre. Recientemente también ha debutado como diseñadora de joyas en colaboración con la firma Tous. A todo ello hay que añadirle sus ya conocidos trabajos como influencer, embajadora de marcas e imagen de firmas y eventos.
Sin duda la hija de Isabel Preysler (70) vive su mejor momento vital y por eso este 40 cumpleaños ha querido celebrarlo a lo grande. Lo ha hecho de la mano de la revista Telva, encargada de organizar su fiesta en el Palacio de Santoña de Madrid. El lugar se engalanó para la ocasión y acogió a nada menos que 150 invitados, familiares y amigos de la homenajeada y entre ellos muchísimos famosos y rostros conocidos del papel cuché.
Poco después de las nueve de la noche, Tamara hizo su entrada en el palacio con un espectacular vestido firmado por Jan Taminiau en color champán que destacaba por su falda de plumas con cola. Lo combinó con su media melena suelta y ondulada y con un maquillaje muy natural pese a ser una cita de noche.
La hermana de la cumpleañera, Ana Boyer (32), escogió la misma tonalidad para su vestido, aunque con un diseño de corte griego creado con hilos palteados en su tejido que producían destellos al activarse los flashes de las cámaras. Pero sin duda la que más brilló de la familia fue Isabel Preysler, que, con la elegancia que la caracteriza, optó por un vestido largo en color negro pero repleto de piedras brillantes. No estuvo a su lado Mario Vargas Llosa (85), porque el escritor tuvo que volar a Suiza el viernes por la mañana por motivos laborales.
Los hombres también tenían un estricto dress code: vestir de esmoquin. Por lo que tanto Fernando Verdasco (37), marido de Ana Boyer, como Íñigo Onieva (32), novio de Tamara Falcó, lucieron de forma impoluta sus trajes.
Uno de los momentos más esperados de la noche era atestiguar el primer posado de la marquesa de Griñón con su pareja, pero se hizo de rogar. En un primer momento se negaron a hacerlo y decidieron posar con el resto de la familia. Fue tiempo después, con la fiesta ya empezada, cuando Tamara e Íñigo se besaron ante las cámaras y ya sí posaron solos en las escaleras del lugar rodeados de globos dorados y rosas.
No faltó nada en la gran fiesta de la socialité más mediática y querida de España. La cumpleañera quiso que todo estuviera pensado al detalle para crear una celebración que fuera hecha por y para ella y para que todos sus invitados quedaran encantados y la recordaran por siempre. Así que Tamara no dudó en crear para la ocasión un menú especial, con platos diseñados por ella misma junto a un equipo de cocina; y es que los fogones se han convertido en su mayor pasión.
La especial cena se presentó en un majestuoso salón palaciego donde se dispusieron las mesas redondas decoradas con mantelería roja, detalles florales -e incluso pequeños árboles en cada centro de mesa- y cubertería de diseño. Además, a las doce en punto de la noche, el equipo organizador tenía una sorpresa preparada para Tamara, pues era la hora en la que realmente entraba en su nueva década. Seguro que con todo lo que sucedió este viernes, la marquesa nunca olvidará su 40 cumpleaños.
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