"No parece ella". Ese es uno de los comentarios más comunes en una de las últimas publicaciones de Shaila Dúrcal (42 años), que dejaba a todos sus seguidores de Instagram con la boca abierta al compartir una imagen en la que parecía una persona completamente diferente. La suya ha sido una transformación física que ya había acaparado titulares y que comenzó hace unos meses, cuando dejó de fumar y pasó por una época de mucha ansiedad y engordó 20 kilos.
Lejos de ser un tema tabú, ella misma hablaba sobre este asunto durante su paso por el programa Sábado Deluxe: "Soy una persona que come por la parte emotiva y entonces a mí los comentarios negativos me hacían comer. Estoy aprendiendo a manejar mis emociones. Cuando me daba esos apretones de comida era para premiarme y castigarme, es un proceso emocional muy complicado de controlar en ese momento. Es importante identificar esos momentos", decía.
Como es lógico, estos cambios de peso se han visto reflejados también en su rostro, pero no hasta el punto de su última fotografía. Esa Shaila irreconocible no sería real, tal y como asegura la doctora Lola Sopeña, que puesta en contacto con EL ESPAÑOL apunta a que esa imagen en concreto es fruto de un programa de edición digital como puede ser Photoshop. Sin embargo tiene muy claro los retoques estéticos que sí se ha hecho Shaila.
La cirujana y directora de las clínicas de Medicina y Cirugía Estética Lola Sopeña no duda al asegurar que la hija de la desaparecida Rocío Dúrcal sí se ha realizado algún que otro retoque para estar aún más guapa y parecer más joven. La gran pregunta a responder entonces es, ¿qué se ha hecho Shaila Dúrcal?
"Shaila Dúrcal ya está en esa edad en la que muchas mujeres recurren a esos pequeños retoques que la medicina estética nos brinda en el siglo XXI", afirma la médica.
"Observamos que ya está utilizando la toxina botulínica para suavizar las arrugas de frente, entrecejo y patas de gallo", opina la experta, que estima que cada una de estas infiltraciones tiene un precio de 300 euros. Además, observa que la piel de la joven está revitalizada. "Esa piel nutrida y luminosa se consigue con el Skinbooster, que si además se infiltra con cánula a modo de estrella es cero molesto y nos da unos resultados increíbles", añade, haciendo referencia a un tratamiento innovador que cuesta 190 euros por sesión.
Por otro lado, Shaila Dúrcal también se habría reducido el surco nasogeriano. "Esa es la ventaja de la medicina estética, que pareces más joven que unos años atrás. Esto se consigue mediante la infiltración de hidroxiapatita cálcica", explica la doctora Sopeña. Esta técnica, que se utiliza especialmente cuando se ha perdido volumen y contorno, tiene un precio de 350 euros.
Para terminar, Sopeña cree que en vez de pasar por el quirófano, la artista ha optado por técnicas de rejuvenecimiento facial sin cirugía que otorgan un aspecto joven y atractivo sin tener que recurrir a una intervención mayor.
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