Camilo Blanes Ornelas (38 años), el hijo de Camilo Sesto, se encuentra ingresado en la UCI del hospital madrileño Puerta de Hierro de Majadahonda. Fue este pasado jueves cuando se anunció que el hijo del malogrado cantante de Vivir así es morir de amor se vio obligado a ingresar tras disfrutar durante varios días de una fiesta entre amigos con motivo de su 38 cumpleaños.
Tal y como avanzó la revista Semana, el estado de salud del hijo del malogrado cantante preocupaba a su entorno. A las pocas horas, la madre del joven, Lourdes Ornelas, desmentía esta información, pretextando que el ingreso de su vástago se debía a una caída de una bicicleta en un día lluvioso. Percance que le provocó, supuestamente, problemas respiratorios que lo llevaron al centro médico.
Sea como fuere, este viernes 26 de noviembre el programa Sálvame ha arrojado más datos al respecto. Según ha añadido el periodista Kike Calleja, los problemas de Camilín han "empeorado" en el último tiempo, ya que ha "abandonado" el tratamiento que estaba siguiendo por su problema crónico. Su pronóstico en la actualidad, según el programa, es "reservado". No obstante, su madre ha asegurado que Camilo Blanes está "evolucionando favorablemente y que está en buenas manos". Lo cierto es que Camilo Blanes Ornelas viene arrastrando serios problemas de adicciones en los últimos años. Su madre ha asegurado en más de una ocasión que le preocupa su vástago y se ha mostrado "desesperada". "La situación es delicada, desesperante. Ya nadie sabe qué hacer, antes lo tenían más controlado su madre y su chica. Ahora ni eso", deslizó hace un tiempo a EL ESPAÑOL una fuente que conoce bien al joven. El pasado mes de septiembre este periódico se hizo eco de la última recaída de Camilín. Regresaban a su vida las fiestas y el descontrol. Las noches de desenfreno, que tienen comienzo y nunca fin.
En los últimos meses, Blanes publicó en sus redes sociales un preocupante vídeo en el que se le veía caminando en medio de una carretera, móvil en mano y con una dicción un tanto complicada. Probablemente, de regreso de una noche de fiesta. Según la información que manejó entonces este periódico, las fiestas vuelven a ser rutina para Camilín, también las malas compañías. Se insiste en que no solo la madre está "desesperada", también la novia, María, quien ya no sabe cómo meterlo en vereda. Blanes no atiende el teléfono cuando se le llama, "puede estar incomunicado días".
En su casa, la que heredó de su padre en Torrelodones, solo entra y sale él. También compañías no muy aconsejables, a la luz de su última fiesta. Contó un vecino hace un tiempo a este medio que no hay "ningún tipo de movimiento" que no sea de él, cuando sale de cuando en cuando. Cabe recordar en este punto que cuando murió Camilo Sesto en la casa vivían internos Fidel y Charo, un matrimonio de guardeses que cuidaron del hogar y que, tras su deceso, se quedaron al amparo de Camilín. Esa es, al menos, la información que se manejó entonces. Hoy parece otra: "Llevamos mucho tiempo sin ver a nadie cuidar de la casa. De hecho, en algunas zonas está un poco descuidada".
Camilo hijo no lo ha pasado nada bien. Lo que antes era una honda preocupación por las 'noches locas' de fiesta por Madrid, hoy la inquietud del entorno del hijo del artista de Alcoy tiene otro grado, y otra connotación. "Camilo vive en el recuerdo perenne de su padre, tiene una especie de depresión", contó a este medio una de las pocas personas que pueden presumir de ser amiga.
Dolencia que también apunta su madre. Nostalgia, añoranza de hijo. No ha superado la muerte de su padre y "son frecuentes" sus bajones anímicos. Se insiste en que lo que desde fuera de los muros de casa se puede entender como una gran fiesta donde se presupone la alegría, el jolgorio y los bailes, por dentro la realidad es bien distinta. Camilo hijo "pone, sobre todo, música de su padre".
[Más información: Camilín, el hijo de Camilo Sesto, ingresado de urgencia tras varios días de fiesta]