¿Quién dijo que la fama televisiva era fugaz, limitada a un corto intervalo de tiempo? Hoy hablamos de un ejemplo que demuestra justamente lo contrario. ¿La excepción que confirma la regla? Tal vez, aunque lo que queda claro a estas alturas de la trayectoria de Iván González (29 años) es su capacidad de adaptación a diferentes reality shows.
Su inicio se fija en lo que ya se ha ganado el derecho propio a ser considerada como una de las grandes canteras de Mediaset: MyHyV. Con la perspectiva que da el paso del tiempo, Iván González demostró desde ese primer instante que podía desenvolverse a la perfección en un formato televisivo de estas características, tanto delante como detrás de las cámaras.
Su paso por Supervivientes, La casa fuerte y Secret story son tres ejemplos de una tenacidad televisiva que también ha dado sus frutos lejos de nuestras fronteras: González es una auténtica celebridad en Italia.
También cuenta con canal de Mtmad. En su carta de presentación, González adelantaba que abordaría "su faceta personal más desconocida", una declaración de intenciones que se hizo realidad el pasado 6 de diciembre con la publicación de un vídeo en el que desvela una patología que padece: "Os voy a hablar de una cosa que hace mucha gracia a la gente, pero que es un serio problema: mi hipocondría. Yo vengo al doctor 3 o 4 veces por semana, como el que va a hacer la compra al súper, y cuando no puedo venir lo mareo por Whatsapp". "Yo creo que tengo todas las enfermedades del mundo y las que no existen también", añade.
La historia de Iván González no tiene desperdicio, sobre todo porque asegura que estos temores sobre su salud se acentúan tras mantener relaciones sexuales. "Me pican muchísimo todas mis partes y lo primero que hago es escribirle a la chica y decirle si me ha pegado algo... Me pongo siempre en lo peor", reconoce el joven. "En el momento, lo disfruto muchísimo, pero luego estoy muy rayado. Me miro y me toco todo para ver si está irritado. Me monto una película que existe solo en mi cabeza".
Dejando a un lado su historia, lo cierto es que, lejos de lo que mucha cree, la hipocondría sí está reconocida como un trastorno. En él, el paciente interpreta síntomas somáticos como si fuera una enfermedad, un punto de partida que ha llevado a los profesionales sanitarios, especialmente en la rama de la psicología, a estudiarlo en profundidad.
Según el doctor José Antonio García Higuera, en España no existen datos del número de personas que padecen este trastorno, aunque sí se conoce que en Estados Unidos entre el 4% y el 9% de los pacientes que acuden a Urgencias tienen síntomas de hiponcondría. Sobre su tratamiento, lo más recurrente es establecer una terapia cognitivo conductual con el objetivo prioritario de desembarazarse de esa angustia y el temor a la enfermedad. También se suele poner el foco en el miedo recurrente a la muerte, más acentuado en estos pacientes. Durante los primeros pasos de la terapia se puede recurrir al apoyo farmacológico.
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