El legendario torero Jaime Ostos fallecía de forma totalmente inesperada en Colombia, durante unas vacaciones, el pasado 8 de enero de 2022. Su vitalidad y energía se apagaban para siempre y dejaba en shock y destrozada a su mujer, Mari Ángeles Grajal (67 años), y rotos y desarbolados a sus íntimos amigos con los que despidió 2021 en Cartagena de Indias.
Un infarto mientras dormía acabó con su vida, tras varios años sorteando diversos achaques de salud. También padeció coronavirus, y supo torearlo con maestría a sus casi 91 años.
Qué duda cabe de que Ostos tuvo una mala salud de hierro, como se suele decir. Tal y como informa a EL ESPAÑOL una fuente de total solvencia, el diestro era un "chaval en un cuerpo de señor mayor. De mente, estaba mejor que tú y yo. Nunca se quejaba de nada y fue el primero que quiso hacer ese viaje a Colombia para despedir el año con sus amigos de allí. Era una tradición familiar de años y el hecho de estar delicado no se lo impidió. ¡Animó él a Mari Ángeles!".
Allí, en el citado país latinoamericano, Jaime era Dios. El mundo del toro le rendía pleitesía, y el consuelo de su entorno más próximo es que se fue habiendo notado ese cariño y amor de sus seguidores. De hecho, según la información que maneja este periódico, tras su fallecimiento se le ha hecho un gran homenaje en la televisión colombiana. "Todos debemos analizar el tratamiento que se le ha dado en los últimos años en España y el que se le brinda allí. Jaime fue un grande en lo suyo", reflexiona quien bien lo quiso.
De acuerdo con lo que se confía a este medio, la incineración del diestro se produjo el pasado domingo 9 de enero. Para tal menester, y según rezan las leyes colombianas, se necesitó la autorización de su hijo biológico, Jacobo Ostos (37). Un día después, el lunes 9, se celebró un funeral en Colombia al que tan solo asistieron su mujer y sus íntimos amigos.
Ha sido este pasado martes 10 de enero cuando, a última hora colombiana -hay una diferencia de seis horas con respecto a España-, Mari Ángeles Grajal ha tomado un vuelo rumbo a España con las cenizas de su marido. No viajará sola: lo hará en compañía de un matrimonio amigo, Ivette Uhia y Gitanillo de América, quien ha gestionado todos los trámites del deceso y la repatriación, como avanza Paloma Barrientos en Vanitatis.
Está previsto que su aterrizaje en Madrid se produzca sobre el mediodía de este miércoles. Al cierre de este artículo, aún se desconocen algunos detalles de cómo será su capilla ardiente. Lo que sí ha trascendido es que su misa funeral tendrá lugar el próximo jueves 20 de enero en la Iglesia de Santa Bárbara de Madrid. Además, según avanza La Razón, Ostos recibirá un homenaje en la Plaza de Toros de La Maestranza, en Sevilla, donde la urna con sus cenizas dará la vuelta al ruedo por última vez como a él le hubiera gustado.
La persona con la que se contacta arroja detalles hasta el momento desconocidos de cómo fueron los últimos años y meses de Jaime Ostos con vida. Por un lado, se desvela que el torero pidió perdón a su exmujer y madre de dos de sus hijos, Consuelo Alcalá. Cabe puntualizar que Consuelo Alcalá relató en los platós de televisión que su relación con Jaime Ostos fue una pesadilla desde el primer momento. Su duro testimonio cobró fuerzas cuando en 2005 publicó su libro autobiográfico La mujer del héroe. En el texto, la licenciada en Derecho narró los malos tratos que recibió por parte de Ostos.
Fueron años de guerra y de enemistad manifiesta. De reproches en televisión y de gruesas acusaciones entre ambos. No obstante, todo cambió hace unos meses. En concreto, cuando Jaime Ostos cayó enfermo por coronavirus. Su salud se debilitó considerablemente y, en medio de ese momento crítico, un buen día Jaime Ostos descolgó un teléfono. Quiso pedir perdón, reconciliarse con su pasado. Llamó a su exmujer, Consuelo. Hablaron y acercaron posturas y Jaime se lamentó por todo lo sucedido en el pasado. Entonó el mea culpa.
Alcalá lo perdonó. Según se explica, lloraron juntos: "Gracias a sus hijos, Jaime y Gabriela, ambos habían llegado antes de nada a un acuerdo de no agresión. El tiempo lo fue curando todo y a través de los hijos fueron acercándose de alguna manera hasta que se produjo esa llamada".
En esa línea, se confirma que hace tiempo todos los hijos de Jaime retomaron el contacto y tenían una buena relación de hermanos. Todo, gracias a la labor de Ostos: "Cuando él limó asperezas con Gisela -fruto de su relación con Aurora Díaz Cano-, con la que tuvo sus grescas en televisión, todo cambió".
Jaime Ostos tuvo cuatro hijos. Jaime Ostos Jr. y Gabriela Ostos Alcalá, de su historia de amor con Consuelo Alcalá; Jacobo Ostos -su último descendiente a raíz de su matrimonio con la doctora Grajal; y Gisela. A caballo entre Estados Unidos, Sevilla, Toledo y Madrid, todos tienen una comunicación fluida. "Estarán todos juntos en Madrid para el jueves. Jaime tuvo sus cosas y su época difícil y reprochable. No hizo cosas bien y como padre tuvo sus fallos, pero en los últimos años supo hacerlo como se debe y la prueba está en cómo están sus hijos hoy en día".
Cuenta el informante, a modo de cierre, que en los últimos años Jaime Ostos fue muy feliz ejerciendo de abuelo. Gabriela, que vive en Sevilla, tiene dos hijos, Víctor y Sol, y Ostos se desvivía: "Aunque la relación no fue muy diaria con los pequeños por la distancia, Jaime preguntaba mucho por ellos". Jaime Ostos Carmona fallecía el sábado 8 de enero de 2002 al lado del amor de su vida, su mujer María Ángeles Grajal, durante unas vacaciones de Navidad en Colombia. La causa de la muerte fue un infarto. La muerte del torero ha sorprendido a todos, ya que se encontraba en perfecto estado tras superar algunos baches de salud. A pesar de su delicado estado físico -apenas pesaba 40 kilos-, contaba con cierta tranquilidad y no sufría ninguna patología grave.
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