Hace 28 días que Paz Padilla (52 años) no pisa el plató de Sálvame ni se deja ver ante las cámaras de televisión. Las polémicas declaraciones que realizó la presentadora sobre las vacunas indignaron a Belén Esteban (48) y juntas protagonizaron un duro enfrentamiento cuya sombra se sigue alargando hasta casi un mes después. Pese a que la humorista tiene motivos de sobra para estar feliz debido a sus exitosos negocios con su libro, su obra de teatro, su marca de ropa o su casa rural, en las últimas semanas el comportamiento de Paz en las redes ha desvelado que vive una complicada época.
Tras abandonar el plató el mismo 20 de enero, la presentadora quiso refugiarse en la función de El humor de mi vida que tenía programada para un día después en Castellón. Sin embargo, a partir de entonces, pese a que ha compartido en sus redes una publicación por día, en la mayoría de ellas postea la fotografía pero no añade ningún tipo de titular ni comentario. Y en las pocas que sí redacta unas breves palabras, son siempre reflexiones profundas y nostálgicas, algo que ha apenado a sus 2,3 millones de seguidores.
Padilla intenta mostrar la mayor de sus sonrisas, y centrarse en su tierra y en los suyos, pero a pesar del difícil momento que atraviesa en el plano mediático se ha negado a dejar de compartir sus vivencias y sentimientos en las redes. Este gesto refleja un interés por seguir actualizando su cuenta y ofrecer contenido a sus followers, de forma que consolida su faceta como influencer. Y podría aprovecharla aún más si se lo propusiera.
En mitad de la inestable etapa que vive alejada de los medios de comunicación, la presentadora podría compensar su falta de ingresos televisivos con la rentabilidad que le puede ofrecer su perfil de Instagram. Paz encontraría la salida laboral perfecta gracias al alto valor monetario que tienen sus publicaciones en las redes. Según lo consultado por este diario a la empresa Brand Me, especializada en el sector influencer, teniendo en cuenta el número de seguidores de Padilla, sus post tienen un valor entre 4.000 y 6.500 euros cada una.
La cifra responde al cálculo aséptico que se deduce tras observar los parámetros habituales en los que se atiende a la tendencia de la actividad, al número de likes, el porcentaje de feedback en los comentarios o el peso de su imagen en el universo de Instagram. En esa misma línea, se puntualiza que por cada vídeo editado podría llegar a pedir 10.000 euros a las marcas, y si se pacta una especie de pack que englobe vídeo y fotos publicadas el contrato podría ascender hasta los 30.000 euros por colaboración.
Sin embargo, al tratarse de un personaje público, los especialistas en el gremio de las redes sociales siempre añaden un "pero". Y es que rostros reconocidos como Paz Padilla desde su privilegiada posición podrían solicitar un presupuesto mucho más alto, o el máximo que la marca que la contrata esté dispuesta a pagar.
La también actriz se encuentra "muy molesta y dolida" tras su abrupta salida de Sálvame, según desveló su entorno a este periódico. Por este motivo, pidió "un tiempo de reflexión", en el que está refugiada en su amada Cádiz y en su trabajo teatral al tiempo que prepara la nueva colección de moda para su tienda No Ni Na que saldrá a la venta en verano.
Será este próximo domingo, 20 de febrero, cuando se cumpla exactamente un mes de su inesperado adiós de Telecinco, y lo 'celebrará' sobre las tablas en Palma de Mallorca. Permanecerá tres días en la isla balear, donde además de deleitar a su público seguro que encontrará tiempo para pasear por sus calles, divertirse y sumergirse en su mar. Y todo ello quedará plasmado en sus redes sociales.
[Más información: La complicada situación de Paz Padilla: el gesto que la aleja (aún más) de la tele y su futura vida en Cádiz]
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