"Si algo nos caracteriza a nosotros es nuestra discreción". Así hablaba Albert Rivera (42 años) de su relación sentimental con Malú (39) en una de las pocas entrevistas que ha concedido desde que abandonase la primera línea política como líder de Ciudadanos y diputado en el Congreso.
Este domingo, día 20 de febrero, se cumplen tres años desde que la revista Semana publicase en portada que el entonces candidato a la presidencia del Gobierno y la cantante de temas como Blanco y negro eran "más que amigos". La información era cierta, pero debía primar la prudencia ya que, si acceder al entorno de la hermética pareja era complicado, fotografiarlos juntos era una misión imposible.
Hubo que esperar hasta junio, cuatro meses después, para captar la primera imagen de Malú y Rivera. Fue en un centro comercial, en concreto, en la sección de maquillaje, donde ambos hacían su día a día con bastante naturalidad.
Por aquel entonces se supo que sus planes eran ir al cine, a algunos restaurantes -no demasiado concurridos-, hacer cenas en casa con amigos íntimos y visitar a sus correspondientes familias. Eran, sin lugar a dudas, las dos personas más perseguidas y buscadas de España.
Un año y medio después de que se conociera su romance, en junio de 2020, la intérprete de Aprendiz y el expolítico traían al mundo a su primera hija en común -la segunda para él-, una pequeña a la que pusieron de nombre Lucía (1) por tradición en la familia de ella. El verdadero nombre de Malú es María Lucía, que a su vez es hija del cantaor Pepe de Lucía (76) y sobrina del mejor guitarrista flamenco de todos los tiempos, la leyenda Paco de Lucía.
Su día a día hoy es radicalmente opuesto al de aquel momento de exposición y seguimiento mediático masivo. Desde que Albert dejase la política a finales de 2019 tras la debacle de Ciudadanos, naciera Lucía y se mudasen a una impresionante casa en la exclusiva urbanización La Florida, a las afueras de Madrid, su realidad se ha convertido en una especie de vida búnker donde, como siempre, reina la discreción y el silencio.
En estos días, Malú acaba de cumplir 20 años sobre los escenarios y se encuentra en plena promoción de su nuevo disco Mil batallas. Librando todas las guerras habidas y por haber -pasó una lesión en la rodilla y una hernia discal-, la cantante se está preparando para arrancar su próximo gira de conciertos y lo hará con un impresionante show previsto para celebrarse el próximo 12 de mayo en el WiZink Center de Madrid. Le queda todo un verano de actuaciones por delante donde, quién sabe, quizá le acompañe su razón de amor ahora que, de momento, no tiene trabajo.
Albert Rivera ha abandonado recientemente el despacho de abogados donde empezó en marzo de 2020. "Nosotros somos los primeros sorprendidos. Nos hemos enterado por la prensa. Su rendimiento era casi nulo. La noticia ha llegado después de varios requerimientos. Llevábamos meses exigiéndole un cambio", expresaba el pasado 7 de febrero un portavoz de Martínez-Echevarría & Rivera abogados, un bufete que, en los próximos días, se desprenderá del apellido de quien fue presidente de Ciudadanos.
Por la impermeabilidad de esta célebre pareja ha habido varias incógnitas imposibles de resolver. La más llamativa de todas: ¿por qué Malú nunca ha seguido a Albert Rivera en su cuenta de Instagram? Y no se trata de algo nuevo, no hay una "crisis online", como a menudo lo llaman determinados medios cuando se habla de un posible bache.
Cuando hace tres años se conoció la noticia de su romance, muchos periodistas se apresuraron en comprobar si la artista tenía interés en conocer las publicaciones del político, es decir, si lo seguía. Jamás fue así. Aunque sí al contrario, él le había dado follow a ella y la etiquetaba, incluso, en conciertos suyos a los que acudía en calidad de fanático antes de ser amigos.
Porque, efectivamente, antes de iniciar la relación que aún hoy mantienen, entre el catalán y la creadora de Ahora tú existía una amistad. Lo explicó sinceramente Albert Rivera en una entrevista con Bertín Osborne (66) para el programa Mi casa es la tuya: "Éramos amigos ya, nos conocíamos ya. Nos conocimos como amigos, sin más. Luego yo, rompí mi relación, ella estaba sola y surgió eso que piensas 'esto no puede pasar'. Era un lío de narices. Un político y una artista... Todo el mundo hablando. Pero se pudo".
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