El pasado 22 de febrero, Alba Díaz (22 años) compartió en su perfil de Instagram una tierna fotografía en la que posaba sonriente abrazando a un niño de la localidad keniata de Isla Mfangano. Fue entonces cuando la influencer explicó públicamente que iba a pasar un mes en la zona africana porque había decidido hacer un voluntariado con una asociación que ayuda a los menores huérfanos y vulnerables de la remota isla. Pero en sus primeras semanas ha cometido varios errores que podrían haber tenido duras consecuencias.
La hija de Vicky Martín Berrocal (48) y Manuel Díaz 'El Cordobés' (53) ha conseguido ganarse la confianza y el cariño de los pequeños a los que brinda su ayuda cubriendo sus necesidades básicas. Gracias a las instantáneas que ha hecho públicas se puede comprobar su implicación con los menores, pero también a partir de esas mismas imágenes se ha podido ver a Alba vistiendo unos shorts vaqueros con los que incumpliría las normas de buena conducta que estipula la asociación. Además, su constante actividad en las redes también constituye un comportamiento poco adecuado que se contempla en un documento oficial de la ONG.
La joven se habría saltado lo estipulado en el "Manual del voluntario", un archivo de 31 páginas donde se recogen los errores que no han de cometer los que quieran ayudar en su labor en África. Una de las conductas que no se aceptan es la de "chicas vistiendo mini shorts y escote en una isla con fuertes creencias religiosas y ciertas normas de conducta menos permisivas que las occidentales". Una prenda que ha lucido la influencer. Y también se ha saltado otra norma fundamental que exige lo siguiente: "Debes evitar vivir tu voluntariado a través de las redes sociales. No pierdas de vista por qué has decidido hacer un voluntariado. ¿Realmente quieres colaborar o solo que te digan la persona tan buena, maravillosa y solidaria que eres?".
A la vista de las 'pruebas' que la propia Alba ha dejado ver en su Instagram y que confirmarían que se ha saltado el decálogo de buen comportamiento del voluntariado, EL ESPAÑOL ha accedido a la versión de la otra parte. Se desliza a este medio que los trabajadores de la ONG están "al tanto de la situación", pero que "Alba no ha recibido ningún tipo de toque de atención porque lo que está aportando tiene un valor mucho mayor que el hecho de lucir unos shorts". En esa misma línea, la fuente confirma que la labor de Alba en Kenia está siendo ejemplar: "Me cuentan los que la tratan allí que está realmente implicada. Es la primera que se presenta voluntaria para hacer las tareas más arduas como cruzar toda la isla en barquitas o en moto para hacer las compras de primera necesidad", detallan.
Al parecer, los errores de Alba no han tenido consecuencias pues los compensa con su buen hacer en la humilde zona keniata, pero la joven sí ha tomado una decisión tras unas semanas de trabajo solidario. La hija la diseñadora y el torero oculta a menudo las fotografías de su perfil de Instagram que tienen que ver con su voluntariado, las archiva durante unos días, y luego repentinamente decide volver a mostrarlas a la audiencia. En las últimas horas ha pasado de tener ocultas tres de las seis publicaciones a recuperarlas todas de golpe.
Un curioso movimiento que se une a la disminución en la cantidad del contenido que comparte a través de las Stories. La primera semana de su estancia en la isla, la joven mostraba prácticamente cada paso que daba: fotos con los niños, vídeos mientras montaba en la moto con ellos de camino a las tareas del día, imágenes de cómo daba de comer a los pequeños... Quizá un exceso de exposición que ahora ya controla y que comparte con mayor cautela y más conciencia.
Alba Díaz finaliza este domingo 13 de marzo el periodo de voluntariado de casi un mes que ella decidió hacer. Y es que ha aprovechado al máximo la experiencia junto a los valientes menores que la han dejado "sin palabras", tal y como la propia joven ha confesado.
[Más información: Alba Díaz incumple las 'normas de buena conducta' de su voluntariado: el dossier que no ha respetado]