María Pombo (27 años) hizo un alto en su agitada rutina. Tal y como desveló ella misma el pasado jueves 10 de marzo en su cuenta de Instagram, se trasladó a Marbella con su familia para disfrutar de unos días de descanso en un enclave de ensueño.
La influencer se hospedó en La Yuca, una espectacular villa que forma parte del exclusivo alojamiento Marbella Club Golf Resort, un complejo que se define como "un paraíso mediterráneo frente a la playa con un auténtico espíritu andaluz". La casa, que se convirtió en el hogar de María Pombo y su familia por unos días, es de 300 metros cuadrados, con capacidad para ocho personas y cuyo precio va desde 2.890 euros por noche. La cifra final varía según los servicios extra que se quieran incluir -desayuno incluido o transfer de hasta tres personas en un Mercedes Clase E o similar-.
Según desvela el club en su plataforma online, es ideal "para reunir a la familia o amigos de todo el mundo", tal y como hizo María Pombo. La joven empresaria viajó hasta Marbella junto a su hijo Martín, sus padres, sus tres hermanas -Lucía (32), Marta (30) y Gabriela- y el novio de una de ellas. Pablo Castellano, el marido de la influencer, no pudo asistir porque la escapada le coincidió con un viaje a Laponia, hasta donde se trasladó con su cuñado Álvaro, para disfrutar de una increíble experiencia a la que fueron invitados por una reconocida marca de coches.
La villa, de la que María Pombo y sus hermanas -también mediáticas- compartieron detalles en sus respectivos stories de Instagram, cuenta con cuatro dormitorios llenos de comodidades y cuatro baños con tocador doble, ducha y bañera separada. El alojamiento, además, incluye una cama y cuna extra, en este caso ideal para el hijo de la influencer.
En cuanto a las áreas comunes, la villa tiene una cocina completamente equipada y dos zonas de estar -una de ellas con chimenea de leña-. Además, una terraza y jardín privado con piscina climatizada, de la que ha disfrutado parte de la familia. A esta área se puede acceder desde algún dormitorio o desde el salón, cuyos ventanales de suelo a techo permiten la entrada de luz natural. Como servicios extra, el alojamiento pone un host a disposición de sus huéspedes.
Tanto los dormitorios como el resto de las estancias han sido decoradas con materiales naturales como la madera y la artesanía tradicional, que aporta calidez al espacio. Un estilo que sigue la filosofía del complejo. "Elegante sencillez: esta es la filosofía de Marbella Club. Es nuestro estilo vida", explican en su plataforma.
En cada una de las habitaciones predominan los colores claros y elementos decorativos minimalistas, que dan sensación de amplitud y luminosidad. Según explican desde la página web del alojamiento, la villa también cuenta con otros característicos detalles, como azulejos pintados a mano, lencería orgánica y mimbre refinado. El objetivo del club es hacer de estos espacios un "santuario" para las familias o grupos que allí se alojen.
Además de disfrutar de la casa, María Pombo y su familia pudieron gozar de los demás servicios del complejo. Y es que, más allá de sus villas, suites y dormitorios, el alojamiento ofrece a sus huéspedes "placeres simples y aventura apasionantes". El club cuenta con una ilimitada experiencia gastronómica, cultural, de bienestar y de actividades deportivas que hacen que la estancia de sus huéspedes se convierta en unas vacaciones inolvidables.
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