El pasado 12 de marzo de 2022, Patricia Cerezo (49 años), exmujer de Ramón García (60), acudió como invitada a la Pasarela Cibeles Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid. Tan elegante como acostumbra, Cerezo sorprendió a algunos de los presentes por su radiante nuevo aspecto.
Una imagen que, sin duda, refleja el sublime momento personal y sentimental que está viviendo al lado de su nueva pareja, Kiko Gámez Martínez (45). Patricia -Patri para los amigos- es una mujer discreta, algo que ha demostrado sobradamente con su separación matrimonial, pero su imagen habla por ella.
Cerezo está "más guapa que nunca", aseguraron ese día quienes la frecuentaron. "Si se ha hecho algo, se lo ha hecho muy bien", apostillaron. EL ESPAÑOL ha querido consultar con una opinión experta en la materia para arrojar luz sobre la nueva cara, tersa y resplandeciente, de la que fue esposa de Ramón García durante 24 felices años.
Puestos en contacto con la clínica de Medicina y Cirugía Estética Lola Sopeña, se asegura que Cerezo ha querido "mejorar y suavizar" las "arrugas de la zona superior del rostro, frente entrecejo y patas de gallo". Para ello, la empresaria habría recurrido a la toxina botulínica con unos "excelentes resultados". Esta primera intervención se fija desde la citada clínica en unos 300 euros.
Además, Patricia sorprende con "un rostro medio e inferior más rejuvenecido, un surco nasogeniano más tenue y recolocación de volúmenes". No sólo eso, también "un nuevo aspecto en la zona mandibular que se muestra más armónica y tensa". Es decir, lo que desde Clínicas Lola Sopeña se hace llamar "total face", un "rejuvenecimiento mediante la infiltración de ácido hialurónico e hidroxiapatita cálcica".
La infiltración de estos dos productos rondaría los 1.500 euros. Por último, también se destaca en Patricia Cerezo la "luminosidad y brillo de la piel, algo también muy importante para mostrar un aspecto juvenil. El skinbooster es un tratamiento ideal para conseguirlo y cuesta 180 euros". Sea como fuere, según esta voz cualificada, la empresaria habría desembolsado cerca de 2.000 euros para lucir esta nueva imagen, que estrena casi al mismo tiempo que estado sentimental.
Patricia Cerezo está feliz junto a Kiko Gámez. Viven un buen momento, sosegado y asentado. Él ya se encuentra integrado perfectamente en la vida de ella; y viceversa, también. Aún no viven oficialmente juntos: "Se lo están tomando con calma por los hijos de ambos. Ella entiende que no hay prisa para dar un paso de esa magnitud".
La primera que aprueba esa historia de amor con Kiko Gámez es la madre de ella, Pilar, Pili en la intimidad: "Ella ha congeniado a las mil maravillas y está encantada porque ve a Patricia feliz". También Ramón García está encantado con el hecho de que su exmujer rehaga su vida.
"Está pletórica y no lo puede ocultar", se asegura. Kiko Gámez Martínez tiene 45 años, está divorciado, tiene dos hijos y trabaja en el departamento de marketing de la empresa Tuenti. Los dos dejan atrás largos matrimonios, y con hijos. Están en un momento vital idéntico y van "con calma y sin prisas".
Patricia y Kiko se conocen desde hace años por amigos en común, pero no fue hasta febrero de 2021 cuando su relación se estrechó. "Él ha sido un importante apoyo para Patricia durante su separación", apostilla una fuente de total solvencia. Ese mes ambos se dieron cuenta de que su relación había cambiado, dando un paso más allá en su amistad.
Gámez ya conoce a las hijas de Patricia y Ramón García. Primero, según se explicó a este medio, tuvo ocasión de presentarse ante Natalia (18), la hija mayor. Ella fue una de las primeras personas con quien Cerezo se 'confesó'. "Kiko es uno más en el entorno de Patricia y todo se está viviendo con normalidad. Ramontxu también conoce a Kiko", se aclaró hace un tiempo a este medio.
Por su parte, Ramón García está "haciéndose a su nueva vida". Vive cerca de Patricia y sus hijas y está atravesando uno de sus mejores momentos profesionales con su programa En compañía, en Castilla-La Mancha. No quiere saber nada de relaciones amorosas, explica alguien que lo conoce bien a este periódico. "Él es un tío muy generoso que sólo quiere que Patricia sea feliz", se confía.
En lo que respecta a Gámez Martínez, es ingeniero de Telecomunicaciones y vive en la zona de Pozuelo. Fue en julio de 2021 cuando Patricia Cerezo y Ramón García rompieron su matrimonio tras 24 años de relación y dos hijas en común. Durante décadas formaron una de las parejas más sólidas del panorama televisivo español, y también de las más queridas, pues Ramontxu -como se le conoce en el gremio mediático- es admirado por la audiencia del pasado y del presente.
Pero el amor entre el matrimonio llegó a su fin. Su historia de amor se remonta a finales de los 90. Coincidieron en los pasillos de TVE cuando ella era azafata y Ramón era ya un afamado presentador.
Desde que cruzaron sus primeras miradas y palabras, supieron que compartirían su futuro juntos. "El estar encerrados terminó pesando mucho y antes de que todo terminara de mala manera han decidido acabar a tiempo y en buenos términos", informaba hace unos días quien bien lo sabe sobre el motivo de la separación.
El confinamiento no ayudó a la pareja. La ruptura, se apuntaba, se vivió con "absoluta normalidad". Tanto, que sus hijas fueron las primeras informadas. Lo han encajado con gran "madurez", pese a todo.
En esa línea, se aclaraba que las hijas "vivirán con Patricia". Aunque también verán a su padre en el día a día. "Todo en orden, si es que llegáis tarde a todo, es una noticia muy antigua ya esto. Ya está, está todo en orden, todo perfecto: estamos divorciados, tenemos sentencia de divorcio, estamos haciendo una mudanza como hace todo el mundo", confirmó Ramón García cuando saltó la noticia de su ruptura.
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