Esta semana no se habla de otra cosa. El pasado viernes 18 de marzo, Rosalía (28 años) lanzó su nuevo trabajo discográfico, Motomami, un álbum que lleva cocinando a fuego lento desde hace tres años. El nombre de su proyecto ha causado gran revuelo, pero detrás esconde una historia muy vinculada a su madre y su hermana, las dos mujeres de su vida. Sin embargo, ese título también se refiere a un concepto que la propia artista ha querido explicar públicamente durante su gira promocional: una Motomami es una mujer segura de sí misma, innovadora, valiente y que practica la sororidad.

Gracias a esta definición y a que es la mismísima Rosalía la que posa desnuda -y con un casco- en la portada de su álbum representando así a la figura de la Motomami, se puede conocer una faceta hasta ahora desconocida de la cantante. No obstante, la personalidad de la catalana sigue siendo aún un misterio para muchos, y más todavía desde que decidiera cortar con toda su versión musical anterior y renovar su imagen de forma tan abrupta.

Para conocer mejor lo que hay detrás de la cara íntima de la cantante española más internacional de esta era, EL ESPAÑOL ha acudido a una disciplina que aporta luz sobre las cualidades ocultas de las personas: la grafología. Macarena Arnás, grafóloga, perito, escritora y coach profesional ha analizado la grafía de Rosalía y ha descubierto rasgos muy interesantes de la novia de Rauw Alejandro (29) que potencian aún más la razón por la que ha querido revolucionar la industria musical con un drástico giro a su carrera.

A raíz de la carta manuscrita que Rosalía le ha enviado a su amiga Kylie Jenner (24), la experta ha podido observar los trazos de la artista, desde la parte textual hasta su rúbrica. "Centrándonos en el análisis de la grafía del texto podemos averiguar cómo es el comportamiento social y la parte profesional de la cantante. En este caso lo que yo observo es que hay diferencias en el tamaño, hay letras más grandes que otras, esto indicaría que es una mujer que se comporta de un modo u otro dependiendo del entorno en el que se encuentre. También habla de una persona camaleónica, con capacidad de adaptarse a todo tipo de ambientes", explica la especialista en un primer vistazo.

Ahondando más en la llamativa forma de su manera de escribir, Arnás apunta nuevos detalles: "Me llaman la atención los pies prolongados de las letras, que a veces se juntan con el párrafo de abajo, esto indicaría cierta rebeldía, una persona que le gusta romper con lo establecido, y también que le gusta imponer su criterio de algún modo, hay carácter también. Es verdad que los pies tan prolongados hablan de un carácter disfrutón, de una persona a la que le gusta disfrutar de los placeres más primarios, como puede ser comer, beber... todo lo que tenga que ver con los sentidos, habla de una persona muy disfrutona, que le gusta pasárselo bien".

Pero la rúbrica al final de la misiva expone también cualidades reveladoras de la cantante, según la grafóloga: "Cuando observo la firma me llama la atención la R de Rosalía, que es enorme en proporción con el resto del texto. Esto habla de una persona orgullosa, con necesidad de reconocimiento, que es algo muy típico en los artistas".

En el mismo sentido, añade: "Es curioso cómo la rúbrica va hacia la zona de la izquierda, que finaliza a la izquierda y además se genera una arista en la zona de la derecha -ese llamativo angulito-. Esto indicaría que tiene un carácter combativo, que es una persona que sabe defenderse, que cuando se siente atacada tiene facilidad para responder, tiene réplica pronta. Y al finalizar la rúbrica en la izquierda, indicaría que es una persona nostálgica y con arraigo a la zona de confort".

En vista de toda la información que ha aportado el análisis de Macarena Arnás, se puede entender mejor la seguridad y la reivindicación constante que hace Rosalía en su último trabajo. Su carácter combativo le permite arriesgarse sin miedo al qué dirán, un rasgo que se une a la perfección con su faceta camaleónica y dispuesta a adaptarse sin problemas a lo que le depare la vida.

Sus trazos también hacen hincapié en su amor propio, con alguna dosis de vanidad, una cualidad habitual en las estrellas de su talla. Pero sin duda el detalle más relevante que aparece en su grafía y que la define como una auténtica Motomami es su esencia "disfrutona". La joven se rinde a los placeres más primarios, que van desde la gula hasta la lujuria, pecados capitales a los que la catalana da voz desde su libertad, que a su modo de ver se conquista desnuda y con un casco de moto, como ilustra la nueva portada de su disco.

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