Está entre los 30 jóvenes más influyentes de toda España. Palabra de la revista Forbes. Más allá del impacto de esa información, si se revisa la trayectoria de Ibai Llanos (27 años) se puede llegar a la conclusión de que el titular se ajusta como anillo al dedo a la realidad, ya que ha logrado hacerse un nombre en entornos tan prósperos como YouTube, Twitch o los eSports.
Además de hacer de todo ello una forma de vida, Ibai Llanos ha alcanzado grandes cotas de popularidad, aunque tal vez ese no fuera su objetivo prioritario. Sus entrevistas a personajes como Gerard Piqué (35) o su presencia en la mediática presentación de Lionel Messi (34) con el PSG fueron seguidas por miles de internautas, por lo que prácticamente cualquier comentario o mensaje que envíe el streamer se amplifica de forma exponencial.
Esto fue lo que sucedió con un asunto relacionado con su salud. Durante una partida por equipos en un torneo de Call of Duty, Llanos aprovechó la queja de un miembro del chat para comentar que no ve bien por uno de sus ojos. "Yo decía que era lo típico, por culpa de la pantalla, lo que muchos habréis pensado. Estoy ciego, necesito gafas". Sin embargo, el asunto iba un poco más allá.
Tras la pertinente visita al oculista, la conclusión estaba clara: nada de miopía ni astigmatismo. "Me dijo que tenía la vista perfecta", aclaró Ibai antes de exponer que "si tú no ves de un ojo, pero la vista la tienes perfecta, significa que estás perdiendo la vista probablemente por algo que tienes en el cerebro o por un problema que puedes tener en otro sitio. Es una movida no ver de un ojo y que no sea un problema ocular". "He perdido el 70% de la vista del ojo izquierdo", dijo.
El origen
Efectivamente, tirando de ese hilo, el streamer bilbaíno se encontró con la génesis de este problema. Al parecer, todo se debe a "una infección de herpes" que sufrió en edad infantil, una afección a priori minoritaria pero que se ha traducido en esta compleja secuela.
Según un estudio publicado en el año 2015 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 67% de la población está infectado con el virus del herpes simple de tipo 1. Una de las explicaciones a esta alta tasa es que se trata de un virus altamente infeccioso. La OMS habla de dos tipos, el VHS-1, que se manifiesta mayoritariamente a través del herpes labial y que se contagia boca a boca, y el VHS-2 que, por el contrario, se transmite a los genitales durante las relaciones sexuales.
Lo que une a ambos tipos de virus es que buena parte de la población es portadora de ellos, pero quizás lo desconoce, ya que en muchas ocasiones permanece de forma latente. Como hemos dicho anteriormente, una de las manifestaciones más usuales es el herpes labial que, lejos de lo que podría pensarse, sí puede acarrear graves consecuencias a la salud ocular.
La transmisión del virus a los ojos puede desembocar en el desarrollo de un herpes ocular que, en el caso de no ser tratado a tiempo, puede derivar en problemas tales como dolor y molestia en el propio ojo, lagrimeo constante, sarpullidos, queratitis, visión borrosa e, incluso, alta sensibilidad a la luz.
Por supuesto, el tratamiento debe venir por prescripción médica. El oftalmólogo es el encargado de realizar el diagnóstico y, a partir de ahí, dar al paciente unas pautas para llevar a cabo una higiene ocular correcta, práctica que puede ir acompañada del uso de antiinflamatorios. En los casos más extremos, si no se ha acudido a tiempo al médico, la córnea se puede ver seriamente afectada. En dichas situaciones puede llegar a ser necesario un trasplante.
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