Este pasado miércoles 4 de mayo de 2022, en el céntrico y mítico Teatro Magno de Madrid, en la calle Cedaceros, el actor Jaime Lorente (30 años) ha presentado ante los medios de comunicación su trabajo musical, La noche, en colaboración con la marca G'Vine, de la que es embajador.
El icónico Teatro Magno ha albergado una velada inolvidable llena de glamour y art de vivre, en la que se ha disfrutado de un ambiente mágico entre amigos y profesionales del sector que se han dado cita en torno a la gran celebración.
Una noche excepcional en la que el actor de La casa de papel ha inaugurado su primer EP, La noche, una colección de canciones con la que debuta de una manera formal en su carrera como cantante y autor musical.
Mano a mano con uno de los productores más en forma de la escena del rap y el urbano nacional, el madrileño Pablo Gareta, Jaime ha creado un EP de cinco temas. EL ESPAÑOL ha estado presente y ha podido entrevistar a Lorente sobre trabajo y éxito, pero también acerca de su faceta como padre, su vida más familiar y las luces y sombras de la fama.
¿Cómo surge esta incursión en la música?
Surge de forma muy bonita. Estábamos en el confinamiento y, de repente, el mundo paró. Yo venía muy abrumado del trabajo y paré. Me pararon, no paré yo, como a todo el mundo. A mí siempre me ha encantado escribir rap, de toda la vida. Un día me levanto por la mañana y pienso '¿cómo se hace una canción?'.
Y pongo en YouTube '¿cómo se hace una canción?'. Me sale una masterclass de dos horas de Pablo Gareta. Y me enamoré de él. Le escribí por Instagram y le pregunté si podía pasarle algo. Se lo pasé y me dijo que, aunque estaba muy desordenado, se podían hacer cosas.
¿Qué presenta hoy en concreto?
Hoy presentamos un videoclip muy sencillo, de una toma. El disco tiene cinco temas. Es música electrónica, disco, rap...
¿Cómo se ve como cantante? ¿Considera que tiene voz?
No, no soy un cantante pop. No tengo que tener tampoco grandes virtudes vocales, creo que hay que tener más rollo, más flow, saber rapear un poquito, que también es importante. Me lo paso pipa.
Uno de los lemas de la convocatoria es 'Una noche canalla'. ¿Se considera usted canalla?
Soy canalla, pero de repente tiene como una connotación peyorativa. Ser canalla es algo divertido. Mientras no hagas daño a nadie, ni a ti mismo, puedes ser un canalla. Ser pícaro y jugar y pasárselo bien. Luego, currar como un cabrón y hacer las cosas como se tienen que hacer.
No deja de ser una interpretación incluso cuando canta, ¿no?
Claro, siempre lo digo. ¿Me has visto hace unos meses en una serie donde estoy pegando tiros? Y no piensas que estoy pegando tiros por la calle. Y luego me ves aquí, vestido de ruso, ¿y tú piensas que ése es Jaime? Es una interpretación.
Lo compagina con su faceta como actor
Sí, por supuesto. Son dos cosas que me llenan mucho.
En estos momentos está rodando para interpretar a Ángel Cristo
Empezamos a rodar ayer. Una historia muy dura, muy complicada de rodar, por todo el contenido y todo el viaje. Creo que hay un proyecto fuerte ahí.
¿Va a estar con animales reales?
No, ¡lo que me faltaba! Pobres animales, que dejen de estar supeditados a nuestros caprichos. Es un mundo digital súper fuerte, yo he visto cosas que están haciendo que son increíbles.
¿Ha hablado con alguien de su entorno?
Sí, los productores han tenido mucha relación con Bárbara Rey (72) y con su hija, Sofía Cristo (38). Hemos podido preguntar mucho. Es una responsabilidad interpretar a Ángel, es muy fuerte. Yo siempre siento presión por hacer un buen trabajo. Creo que al final uno no puede manipular la mirada de la gente que ve su trabajo. Si me preocupo por eso, al final te equivocas. Siempre me comprometo con mi trabajo.
Es padre, se le cae la baba en Instagram. ¿Le ha cambiado la vida?
Radical y para mejor. Ha nacido mi hija y, de repente, he curado un montón de cosas que tenía yo en mi vida. De cosas, de lastres, de taras. Cuando me pregunta la gente que qué tal: hay cosas que tengo de mayor, tengo cruces que sé que no son mías, que son de gente que me he encontrado en la vida y que ha tenido poder sobre lo que yo era. Y me han jodido.
Yo ahora mismo tengo la responsabilidad de que esta niña crezca en libertad, con muchos principios y una conciencia social importante. Pero, cariño, vas a ser la mejor. Quiere a la gente, trátalos bien. Las cosas se hacen con amor, pero haz lo que quieras.
¿Siente presión por la educación?
Yo no tengo miedo a educar a mis hijos. Yo los valores que les quiero dar son el amor, el respeto. La base de todo. Sabemos hacerlo y lo tenemos, pero estamos jodidos.
¿Cómo se ve en su papel de padre?
Tenemos 10 sobrinos en casa. He cambiado muchos pañales. Amaia se porta muy bien; se toma el último biberón a las ocho de la tarde y el siguiente a las ocho de la mañana. Mucha veces, cuando me dicen que tienen un sólo hijo, digo 'lo entiendo'. Si te ha salido cabrón... Ya es mucho trabajo cuando te sale bueno, pero imagínate... es difícil.
¿Cómo lleva la conciliación laboral? ¿Se ha planteado frenar en su trabajo?
Sí, totalmente. También para que mi chica pueda seguir trabajando. Tiene que ser así. Yo con mi chica lo he hablado mucho esto. Le he dicho que su hija tiene una madre que trabaja y eso es la leche. Lo importante es que cuando llegues a casa la ames, pero nuestra hija tiene unos padres que trabajan. Pues conciliamos.
Yo he estado con ella hasta que empecé lo de Ángel Cristo. Terminé 42 Segundos y durante seis meses no trabajé para poder estar en casa y encargarme de todo esto. Ella ha estado comprometida nueve meses y me tocaba a mí. Tenemos la disposición económica para poder parar.
¿A quién se parece?
Los hijos son míos. La cara es de la madre, pero el comportamiento es mío total. Yo soy un culo inquieto y no paro. ¡Duerme en la misma postura que yo! Eso son los genes. Lo ves y es la bomba.
¿Le gustaría que se dedicase al mundo de la interpretación?
Es muy pronto, yo quiero que se dedique a lo que ella se quiera dedicar. Si quiere ser actriz, yo diré 'me cago en la leche'. Obviamente, la apoyaré, pero sé lo que se sufre y sé que ahora mismo estamos en un momento en que hay mucho odio en la profesión, mucho ego, mucha manipulación. Tengo que lidiar con cosas que son desagradables y un padre no quiere que su hija pase por eso. Lo que tenga que aprender, por mucho que se le diga, lo va a aprender ella.
¿Cómo se digiere un boom como el de 'La casa de papel'?
Yo, fíjate, nunca pensé que se me fuese a ir la cabeza. Sin ningún tipo de vanidad, pero no soy un gilipollas. Yo empecé colgando focos en teatros, estudié en Murcia, me formé y vino a Madrid. Yo quería hacer teatro, nunca relacioné mi oficio con el éxito. Yo estaba colgando focos, me tomaba una cerveza, un bocadillo y era feliz. Soy feliz por mi trabajo. Es verdad que ahora llegan personas que te ofrecen todo, te invitan a todo, te regalan todo. La gente piensa que tienes un peso trascendental en las cosas que no tienes porque eres uno más.
¿Es más feliz ahora o colgando focos?
Yo soy más feliz ahora porque me he dado cuenta de que, después de lo que me ha pasado, lo más importante es que yo colgaba focos.
¿Necesitó algún tipo de ayuda profesional en ese boom?
Sí, fui mucho al psicólogo. Me ayudó muchísimo, claro. También para aprender sacar lo bueno que tiene eso. La casa de papel me ha dado muchísimas cosas positivas. Pero, claro, cuando en lo personal te afecta todo se emborrona y no lo ves. Ahora puedo disfrutar de ello, me siento muy querido por la gente y me ha colocado en un lugar profesional súper bonito. Sigo yendo a terapia, creo que es algo que no me voy a quitar en la vida. ¡Es como el que lleva el coche a la ITV!
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