La reaparición de Pipi Estrada (68 años) en televisión hace un par de semanas sorprendió a propios y extraños. Que fuera de la mano de Sálvame y La Fábrica de la Tele, aún más. Su vuelta a la pequeña pantalla llamaba la atención por compartir productora con su ex, Terelu Campos (56), que desde el primer momento hizo de tripas corazón. O casi.
La idea de no coincidir en plató con Pipi Estrada fue la condición sin ecuanon que puso la presentadora para cohabitar con su ex en el mismo programa. Desde su regreso, Pipi se ha convertido en protagonista gracias a sus dardos a las Campos. La productora le ha convertido en sólo un par de semanas en uno de los colaboradores más utilizados del elenco, sentando en el banquillo a fijos como Rafa Mora (39) o Antonio Montero, (58) que han perdido protagonismo en favor del periodista deportivo.
Pipi llegó para revolucionar el plató y la jugada no le ha salido nada mal a La Fábrica, que gracias entre otros al "efecto Pipi", ha conseguido elevar su audiencia en las últimas semanas, hasta cotas de share hace tiempo desconocidas (llegó a registrar un 17% de cuota de audiencia el viernes 13 mayo).
Pero la vuelta de Pipi no es casual. Detrás de su regreso a Mediaset se esconde una situación económica más que complicada. Pipi cobra por colaboración 750 euros de los cuales un juez de Madrid le embarga el 80% del sueldo, para sufragar la deuda que el colaborador tiene con Terelu Campos, por una demanda contra el honor que el periodista perdió en 2012.
Los hechos se remontan a 2007 cuando Pipi revelaba en unas memorias en Interviú, detalles íntimos cómo que, "si estábamos en un restaurante, nos íbamos al lavabo a consumar, si nos subía la libido mientras dábamos un paseo en el coche, parábamos en la carretera para aliviarnos" o que en su primera noche "mantuvieron un total de nueve relaciones sexuales".
43.000 euros de deuda a Terelu
La denuncia de Terelu no se hizo esperar y la mayor de las hermanas Campos interpuso una demanda por vulneración al honor al presentarla como "una persona histérica, maniática y tirana" y solicitó una indemnización de 200.000 euros.
La Sección Octava de la Audiencia Provincial de Madrid condenaba a Pipi en julio de 2010. El periodista recurría la sentencia al Tribunal Supremo, cuya Sala de lo Civil, dos años después, ratificaba la sentencia, condenando al periodista deportivo y a la revista Interviú a indemnizar con 60.000 euros a Terelu Campos por vulnerar el derecho a la intimidad personal de la presentadora.
Tres deudas y un embargo
Detrás de la decisión de Terelu de aceptar el regreso de Pipi hay, por lo tanto, un trasfondo de interés. Se trata de cobrar la deuda de 43.000 euros (la cantidad ha engordado por los intereses generados en 10 años) que el polémico periodista le adeuda.
Pero esta no es la única deuda que el periodista deportivo mantiene. La solvencia de Pipi se encuentra en entredicho después de conocer EL ESPAÑOL que existen varios acreedores llamando con insistencia, en los últimos años, a las puertas del presentador, al parecer sin demasiado éxito. Son al menos tres las deudas que Pipi arrastra en los últimos años, una con una entidad bancaria y otras dos por embargos pendientes con la administración.
Las tres tienen que ver con la sociedad Pipi Producciones Deportivas S.L., una de las dos sociedades que el periodista tiene actualmente activas a su nombre. La sociedad, de la que Pipi es administrador único, está dedicada a la "producción de programas de televisión y actividades de cinematografía y vídeo" y fue creada en 2006 como vehículo para facturar sus colaboraciones en radio y televisión.
Desde marzo de 2018, sobre la sociedad pesa una demanda hipotecaria presentada por una entidad de crédito que reclamó a través de un Juzgado de lo Civil de Madrid la subasta hipotecaria de un inmueble propiedad del periodista por una deuda contraída de 104.740,37 euros. No es la única. Además, la sociedad acumulaba desde dos años antes dos reclamaciones administrativas con la Agencia Tributaria (contraídas en junio y noviembre de 2016, respectivamente) con el Ayuntamiento de Madrid, de las que el Tablón Edictal Único del BOE (Boletín Oficial del Estado) dejaba constancia en su momento.
Las víctimas colaterales
A las deudas con la administración y los bancos se suman además otras. En su guerra contra las Campos, el polémico colaborador disparó, por elevación, contra quien era el nuevo novio de Terelu tras su ruptura con él, el empresario Carlos Agrelo.
Fruto de ello, en septiembre de 2011, el Tribunal Supremo desestimaba el recurso presentado por Pipi Estrada contra la sentencia dictada por un Juzgado de Santiago de Compostela que le condenaba a indemnizar con 15.000 euros a Agrelo por injuriarle en el programa de Telecinco, A tu lado.
La denuncia provenía del año 2008, cuando fue condenado por injurias (el 2 de mayo de 2008) por unas declaraciones vertidas contra Carlos, gerente del concesionario de BMW en Santiago de Compostela, al que, entre cosas, acusó de irregularidades en la forma de llevar su negocio en el citado programa del corazón.
La sentencia declaraba probado el animus iniuriandi de las palabras del periodista emitidas en A tu lado, el 26 de febrero de 2007, al considerar el juez que "vertió injurias" contra el empresario. Estrada recurrió en primera instancia ante la Audiencia Provincial de A Coruña, que desestimó la apelación, y posteriormente ante el Tribunal Supremo, que hizo lo propio. Este medio ha intentado contactar con Carlos Agrelo, ex de Terelu, para conocer de primera mano si el presentador llegó a hacer efectivo el pago de la demanda, sin suerte.
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