Son dos de los rostros más conocidos y carismáticos de Netflix, rompen tabúes desde su posición de influencia y aprovechan los más de cinco millones de seguidores que suman en sus redes sociales para enviar los mensajes idóneos para hacer del mundo un lugar mejor.
Los actores Martina Cariddi (20 años) y André Lamoglia (24), protagonistas del éxito global Élite, son también ahora embajadores de Havaianas, siguiendo los pasos de otras superestrellas como Maluma (28) o Gisele Bündchen (41).
En el caso de la top model -la maniquí mejor pagada del mundo durante la última década hasta la irrupción de Kendall Jenner (24)- tiene todo el sentido al tratarse de una mujer de origen brasileño, lugar en el que nacen estas chanclas y también su embajador, Lamoglia, que se crio en Río de Janeiro.
Havaianas son un must para todos aquellos que busquen comodidad, sostenibilidad y moda y con motivo de su nuevo lanzamiento EL ESPAÑOL se ha reunido con quienes interpretan el papel de Mencía e Iván y con ellos ha hablado sobre fama, éxito, redes sociales, la necesidad de ir a terapia y la importancia de su visibilización.
Embajadores de Havaianas, como Gisele, paisana de André, ¿están contentos?
Martina: Estamos muy contentos. Está siendo un viaje muy divertido, ¿no?
André: Es lo que hablábamos hace poco, es muy curioso ser embajador de Havaianas aquí en Europa. Havaianas es de Brasil, que es de donde vengo, llevo toda la vida usándolas. Siempre llevo Havaianas. Representarlas aquí en Europa siendo brasileño me hace muy feliz.
¿Cómo han sido los veranos de sus vidas?
A: Verano para mí es sol, calor, playa. Tengo muy buenos recuerdos de mis veranos. Hago surf. El año pasado tuve dos veranos: uno en Brasil y uno en Europa.
Martina: Yo el verano pasado me enamoré de Ibiza. Alquilé una casita con una amiga y estuvimos ahí el verano, he pasado el invierno y ahora vamos a pasar el verano otra vez allí. Yo también soy pro playa, descansar, estar conectado con la naturaleza, el mar...
¿Han cambiado mucho sus veranos antes y después de Élite?
M: Para mí, sí. Empezó el verano y empezó la fama. Difícil de gestionar. Al principio estaba en shock, no acababa de aterrizarlo. Ahora ya mejor, pero es un poco difícil.
A: Yo voy a vivir mi primer verano después de Élite ahora. De hecho, todavía no he ido a Brasil desde que se estrenó. No sé cómo será, en la próxima entrevista te lo cuento (risas).
¿Se parecían los colegios donde estudiaron a Las Encinas?
A: ¡Nada!
M: ¡Nada! Bueno, yo iba al liceo italiano y te tengo que decir que era bastante elitista. Tenía un puntito a la hora de crear diferencias, de clases sociales, por lo intelectual o menos intelectual que seas, o cuánto leas o a quién leas: si lees más a Dante o a otro. Cosas así. Pero muertes como las que hay en Élite, no (risas).
A: En Élite se pasan más tiempo en el baño que en clase. En las duchas, es un clásico... Pero no, no, para mí nada parecido. ¿Sabes que he escuchado a gente decir que sus colegios eran parecidos a Las Encinas?
M: ¿En serio? Pero ¿por qué? ¿Porque follaban mucho en las duchas?
A: No me contaron por qué, pero me dijeron que era parecido.
¿Es importante para ustedes que sus personajes en Élite rompan tabúes?
M: Para mí ha sido muy guay porque creo que Mencía ha sido uno de los primeros personajes homosexuales en una serie que trata su homosexualidad desde un lugar con naturalidad. En ningún momento se plantea su sexualidad o tiene que romper las barreras de salir del armario con su familia. Se trata como algo totalmente normal y que está implícito dentro de la libertad de poder amar a quién quieras.
En su caso, André, en el personaje de Iván es más complicado, ¿no?
A: Él llega a Las Encinas diciendo que es hetero, pero lo bonito de Iván es que deja de hacer caso a lo que la gente dice y empieza a seguir y escuchar su corazón. Eso sí que es lo correcto, seguir a tu corazón y hacer lo que te dé la gana.
Entre los dos suman cinco millones de seguidores en redes sociales. Eso son 10 millones de ojos pendientes de todos sus movimientos sólo en Instagram. ¿Da miedo?
M: Es difícil de gestionar. Hay que tener mucha capacidad para ponerse límites. Por ejemplo, horarios para dedicarle tiempo a una red social. Eso siempre. Seas quien seas. Y más si empiezas a trabajar de ello porque te puede afectar mucho a tu autoestima. Hay comentarios que pueden llegar a ser muy fuertes.
¿A usted le ha pasado?
M: No. A mí por lo que más me han criticado es por el tema de los pelos. Yo tengo pelos.
Todos tenemos.
M: ¡Exacto! Es algo que se tiene que llevar con naturalidad y cada uno debe elegir lo que quiere hacer con su cuerpo, con su vello, con lo que sea.
¿Por qué hay tanto problema con la depilación femenina?
M: Pues porque forma parte de los estándares sociales y del patriarcado y todos esos temas que a las mujeres nos encajan y nos encasillan en un lugar. También tiene que ver con la sexualización de la mujer para servir al hombre. Y también tiene que ver con la infantilización del cuerpo de la mujer porque si lo piensas, en realidad, la mujer en el único momento de su vida en el que no tiene vello es cuando es una niña. Es algo cultural, a mi parecer, antiguo, y hay que romper con ello. Hay que visualizar los cuerpos femeninos con vello y que se normalice.
A: Nosotros tenemos un nivel muy grande de exposición y las redes en este caso son importantes.
M: Yo este verano estaba muy agobiada con el tema de las redes y me dijo mi abuelo: "Martina, las puedes utilizar a tu favor. Piensa que puedes cambiar el mundo".
A: Como tenemos más exposición que otra gente, podemos utilizarlas para enviar mensajes positivos para cambiar el mundo.
Y en su caso, André, ¿cómo gestiona las críticas en las redes?
A: Yo intento no enfocarme mucho en las cosas que me ponen triste o me crean ansiedad. Las veo, observo si puedo aprender de alguien que me haya escrito un mensaje, pero si veo que no, intento olvidarme.
¿A quiénes le piden consejo en el plano laboral y en el personal?
M: ¡Al psicólogo!
¿Acuden a terapia?
M: A mí la terapia me ha ayudado no sólo en el tema de la fama, sino a descubrir quién soy, quién quiero ser, a aprender a gestionar de una manera más sana las cosas que me generan ansiedad o me hacen sufrir. He aprendido a tener comportamientos más sanos conmigo misma. Y en el tema de la fama, me ha ayudado a gestionarme a mí y a mi entorno.
A: Yo nunca he ido a terapia, pero tengo ganas de ir a un profesional. No me pasa nada malo, pero es que tampoco tiene que pasarte nada malo para que vayas. A mí lo que me ayuda bastante es cuando estoy con mis raíces, con mi familia, mis amigos más cercanos, me encanta hacer deporte, intento alejar mi cabeza de este mundo de fama. Eso me ayuda bastante.
¿Y compañeros de Élite que han pasado por lo mismo que ustedes les han dado consejos?
M: Sí, bueno, cuando entramos en el proyecto para mí era importante gestionarlo antes.
Fue usted previsora.
M: (risas) Sí, sí, pero es que ya sabíamos a lo que veníamos. Sabíamos que, evidentemente, no iba a ser un boom tan grande como el que les pasó a ellos, que no tenían ni idea de lo que iba a ocurrir con Élite, pero nosotros sí. Arón -Piper- me ha dado buenos consejos, en el coche, volviendo a casa después de rodar, hablábamos de ello. Miguel -Bernardeau- también, Itzan -Escamilla-, Claudia -Salas-, que ha sido mi compi... Todos me han orientado muy bien.
¿Cuál es el proyecto soñado que les apetecería hacer?
M: A mí me gustaría mucho hacer cine independiente, teatro y dirigir. ¡Y escribir! Estoy escribiendo un libro desde hace mucho tiempo. Es como una especie de diario, todas las notas de mi iPhone y todas las cosas que he escrito en las noches de insomnio.
¿Reflexiones?
M: Sí, reflexiones de cosas que me han ido sucediendo a lo largo de la vida: el amor, el desamor, la ansiedad, las redes sociales, cómo funciona la sociedad hoy en día, los estándares sociales que no te dejan avanzar. Son reflexiones un poco poéticas.
¿Y en su caso, André?
A: En vacaciones quiero empezar un curso de dirección, que tengo muchas ganas.
M: ¡Ah, mira! ¿Lo hacemos juntos?
A: Pues sí, en Los Ángeles.
M: ¡Qué guay!
A: Algo que me gustaría hacer algún día es una película de superhéroes. Y algo muy distinto de lo que hago ahora y que se salga mucho de mi realidad.
¿Pueden avanzar algo sobre la sexta temporada de Élite?
A y M: No podemos hablar nada.
¿Mencía seguirá siendo rebelde o se calma?
M: Mi personaje pasa por un momento como de mucha confianza en sí misma, mucho amor propio y mucha autoestima y se dedica a ayudar a los personajes nuevos que llegan y a sus hermanos. Es un momento muy bonito de Mencía, en el que se le ve muy adulta y muy madura.
¿Y la historia de amor de Iván y Patrick?
A: Son una pareja un poco complicada. Bastante complicada... pero ya verás, cambia todo ahora en la sexta. Me encantó cuando la leí. Va a molar bastante.
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