Patricia Cerezo (49 años), la exmujer de Ramón García (60), está atravesando un excelso momento profesional y personal, y no desea ocultarlo. A su nueva etapa vital tras su separación del mítico presentador, se une la felicidad que le provoca su nueva historia de amor con el empresario Kiko Gámez y el lanzamiento de su agencia, 49 Comunicación.
Explica Cerezo en conversación con EL ESPAÑOL que está feliz con su flamante vida, y que después de "ejercer de madre las 24 horas del día", estando casada con Ramón García, la vida le da ahora una oportunidad profesional, y la va a aprovechar a grandes sorbos. Ha creado su agencia de comunicación y acaba de estrenarse como colaboradora de televisión.
Patricia Cerezo está imparable y eso se nota al segundo de hablar con ella. Desprende energía positiva y vitalidad. Con absoluta franqueza, Cerezo explica lo difícil que le ha resultado retomar su vertiente laboral como periodista. Porque ser Patricia Cerezo, y la exmujer de Ramón García, no siempre ayuda: "Ni siquiera llamas a las puertas por miedo a que no te las abran. Yo misma decía 'voy a llamar a Fulanito y me va a decir que ahora no'". Se atrevió, arriesgó y triunfó.
¿Cómo surge la creación de '49 Comunicación'?
Pues a partir de mi nueva etapa de vida decido que ya es el momento de volver a trabajar y de empezar a crear. Hay una tesitura; pido trabajo, busco trabajo, llamo... No es tan fácil encontrarte con 49 años tras una vida dedicada a la familia. Feliz de la vida y encantada de haberlo hecho, pero me encuentro con que tengo que retomar un trabajo. Afortunadamente, como periodista nunca se deja de trabajar y siempre he vivido muy relacionada con este mundo.
Retoma su vida profesional innovando a lo grande.
Empiezo a ver cuáles son mis puntos fuertes, mis contactos, mi profesión. La experiencia que tengo. Veo que hay un hueco en el mercado, todo desde el punto de vista del márketing digital. Han empezado a resurgir un montón de empresas, que han retomado su comunicación. Todos necesitan comunicar y todos necesitan una web. Y me lanzo con todas las de la ley.
Obviamente, no me lanzo de una manera suicida. Es un proyecto muy pensado y sopesado, y con un equipo detrás. Es una inversión. Tengo un equipo detrás muy potente. Lo que más ilusión me hacía era reemprender, reinventarme. De 49 Comunicación la primera declaración de intenciones es el nombre.
¿Por qué se llama así?
Mira que le dimos vueltas. Sobre 49 decía 'sí, hombre, voy a estar yo contando mi edad'. Luego dije '¿por qué no?'. Además, es lo que más ilusión me hace. Cómo se ha recibido lo de 49. Rollo 'olé tú, a por los 50'. Me ha pasado con gente desconocida a través de las redes sociales. Mujeres en mi misma situación; con 50 años, con unos hijos mayores y después de haber estado dedicada a tu familia, ¿ahora qué haces? Y cómo lo haces. Y qué miedo, porque la palabra miedo aparece muchas veces en mi cabeza.
Miedo a lo desconocido y al cambio, ¿no?
La inseguridad... Por eso el eslogan de la empresa es 'cambia tu historia'. Si no te gusta, cámbiala. Y yo la primera.
¿Se abren menos puertas de las que se le presuponen a Patricia Cerezo?
A lo mejor esas puertas sí se pueden abrir, pero ni siquiera llamas a ellas por miedo a que no te la abran. Yo misma decía 'voy a llamar a Fulanito y me va a decir que ahora no'. Yo misma me generaba esa puerta que no se iba a abrir. He llamado a puertas y se han abierto todas. No lo hago por presumir, pero me dicen que les ha encantado la agencia, el respaldo que he recibido.
¿Cómo ha trabajado ese miedo?
A veces el miedo no es tanto a que ocurra, sino a que pueda ocurrir. Ese miedo es el que te paraliza. '¿Quién me va a contratar?'. Y me di cuenta de que estaban como esperando. Yo me he sorprendido porque el hecho de estar en un perfil mucho más discreto, en un quinto plano si me apuras, de repente salir de nuevo a la palestra y ver que la gente se siente orgullosa de ti.
¿Puede desvelar algunos nombres conocidos que estén en su agencia?
Sí, a mi amiga Aneta Mijatovic le estamos creando la web y le vamos a llevar las redes sociales. Tengo a Cristina Yanes también. Al principio me decía que confiaban en mí porque somos amigos y tenemos una relación de confianza, pero es que respondo. Me estoy sintiendo muy bien recibida y no pretendo dar codazos a nadie ni pisar a nadie. Creo mucho en las sinergias. Quiero ayudar a amigos que tras la pandemia lo han pasado un poco regulín.
Está colaborando en algunos programas de televisión. ¿Se siente cómoda?
Sí, estoy colaborando en el programa Juntos, de Telemadrid. Y en Ya son las ocho. Todo viene a raíz de retomar mi vida profesional, hablo con amigos, personas que conozco que en su momento confiaron en mí. Tengo varias amigas en empresas de comunicación y me ofrecieron trabajar en programas de radio. Me dijeron que como periodista necesitaba visibilidad y que no tuviera miedo a las cámaras. Se debió correr la voz y me llamaron. Es un programa blanco y muy amable. Se habla de una crónica social muy amable y ligera. Hay un código de no faltar el respeto. Es mi forma de ser. No me gusta hablar mal, se puede opinar.
Opinar sin hacer daño.
Opinar es libre, pero hacer daño me parece gratuito. Ya no te lo digo por ser periodista, es que no lo hago en una cena de amigas. La verdad es que la tele no entraba dentro de mis planes, me estoy tomando las cosas como están saliendo. Estoy diciendo que sí, siempre y cuando yo me vea. Tampoco me están ofreciendo nada en lo que no me vea. Todo ha ido surgiendo a raíz de moverme. Todo lo que sea moverme y trabajar, yo encantada.
Usted tomó la decisión de apartarse de su profesión para cuidar de sus hijas. ¿Se arrepiente?
Yo parto de la base de que jamás me arrepiento de nada. Luego, el tiempo que le he podido dedicar a mis hijas es la libertad y la seguridad que tienen ahora. Entran, salen, estudian... Yo no me he perdido ni una obra de teatro, ni una función de ballet. Ejercía de madre las 24 horas del día. Yo conocí a Ramón cuando estaba terminando la carrera, su profesión estaba en su punto más álgido y la mía no había empezado todavía. Cuando empezamos, todo era incompatible, sobre todo por sus horarios.
Cuando nacen las niñas, Ramón está fuera de casa trabajando y pensé que tenía que estar yo con ellas. Soy una madre vocacional, he querido ser madre desde que tengo uso de razón. No me arrepiento, creo que las cosas han ido ocurriendo de una forma muy natural. Afortunadamente, tengo dos hijas de las que me siento muy orgullosa y feliz. Son fantásticas, te lo digo de una manera totalmente objetiva. Ellas lo saben y me agradecen que haya estado con ellas. ¡Estaba siempre la primera para todo!
¿Ramón le ha dado algún tipo de consejo para su desembarco en televisión?
Ramón y yo, aparte de querernos mucho y tenernos mucho respeto, siempre nos hemos apoyado. Yo le he apoyado siempre y él reconoce que una parte importante de su éxito es gracias a mí. Siempre he estado apoyándole y aconsejándole. No tiene nada que ver que ya no seamos un matrimonio para seguir siendo familia. Él se alegra de que esté trabajando. La vida sigue.
Y ahora su vida es otra y tiene que trabajar.
Igual que él sigue trabajando y ve a las niñas, yo estoy sola, con dos hijas mayores, y tengo que trabajar. Sigo ocupándome de mis hijas al cien por cien, pero tengo mucha disponibilidad de tiempo. Ellas son independientes. Flaco favor les haría si siguiera acompañándolas a la función del colegio. Tengo que hacerles responsables; si mamá hoy no puede haceros la comida, os la hacéis vosotras. Eso también forma parte de la educación.
A nivel sentimental, está enamorada de nuevo. ¿Cómo se encuentra?
Estoy muy contenta. Estoy muy contenta, tranquila y feliz. La vida te da muchas sorpresas. Sentimentalmente, cuando terminas una relación tan larga como la que he tenido yo, no entra en tus planes. No estoy ni abierta ni cerrada. Todo fluye. Si lo fuerzas, nunca sale. Lo decía Lolita (64) hace años: Si es para ti, ni aunque te quites. Si no es para ti, ni aunque te pongas. Me encanta aplicar esto para todo. Ha ido todo paulatinamente y sí; se está consolidando como una relación. Me produce mucha tranquilidad y paz.
¿Se vería en un programa como 'Supervivientes'?
Sería un salto sin red porque, entre otras cosas, por lo que veo en este tipo de formatos, te tienes que ausentar mucho tiempo. Yo no soporto pasar hambre, me pongo de una mala uva... Lo pasaría fatal y daría una imagen que tampoco se corresponde conmigo.
Los realities los respeto como respeto todo lo que sale en televisión, porque es el espectador el que tiene el mando. Sinceramente, no me veo. Hay que tener una autoestima fuerte, un físico fuerte. A mí la polémica no me va: yo soy periodista, me gusta comentar, hablar de la actualidad. Me encanta el fútbol, me encanta la crónica social, la política... Pero el ser yo el punto de la polémica no me gusta.
[Más información: Patricia Cerezo, sobre su relación con Kiko Gámez: "Estoy muy bien, muy contenta y muy feliz"]
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