Fue a primeros de julio de 2020 cuando saltó a la luz la inesperada noticia de su ruptura con Enrique Ponce (50 años), tras casi un cuarto de siglo de matrimonio y dos hijas en común. Han pasado dos años de aquello y la nueva vida de Paloma Cuevas (49 años) poco o nada tiene que ver con su etapa como mujer casada, no sólo por el cambio de su estado emocional, también por su rutina y su prometedor horizonte profesional.
Durante mucho tiempo, la cordobesa se mantuvo en un discreto segundo plano, dejando el protagonismo a su marido, la gran estrella del toreo, aunque ambos fueron protagonistas de la vida social española a lo largo de dos décadas. Sin embargo, ahora Paloma es la estrella y la protagonista de su presente y su futuro. El divorcio, que firmaron el pasado verano tras muchos meses de negociación, vino acompañado de un despegue profesional de la cordobesa y también de una mayor exposición mediática, brillando en solitario.
Un debut con mensajes encriptados
El pasado mes de marzo, la ex de Ponce debutaba al fin como diseñadora de moda con el lanzamiento de una colección cápsula de trajes de fiesta para la firma nupcial Rosa Clará. Un sueño cumplido que además ha tenido un gran éxito, según confirma su entorno a EL ESPAÑOL: "Está feliz, muy contenta con su colección de vestidos, porque se vende como un tiro". Su vinculación con la moda, que viene de muy atrás, se ha reforzado en estos dos últimos años, posando como una verdadera top model en editoriales y asistiendo a los eventos más fashion.
La creación de su colección ha venido acompañada de una especie de catarsis tras la ruptura y esto se refleja a las frases con las que acompañaba las fotos de sus vestidos al presentarlos en su perfil de Instagram. Mensajes encriptados que dejan intuir su manera más íntima de sentir y pensar. "Enfocar nuestra energía siempre en construir", escribía en una de ellas, en clara alusión del trabajo interior de renovación que ha hecho.
Su estado anímico queda reflejado claramente en otra de sus citas: "La felicidad es una opción de vida. Sólo nosotros somos dueños de nuestra felicidad". Y, aunque de momento, no se le conoce relación sentimental alguna, utiliza una frase de García Márquez para definir lo que para ella significa el amor: "El amor es la libertad de volar acompañado". Una realidad muy distinta a la de Enrique Ponce, que tiene planes de boda con Ana Soria (24).
Nueva normalidad y planes de verano
Paloma Cuevas, a punto de cumplir 50 años, es una mujer renovada y cuenta con un círculo íntimo que la ha sostenido en los momentos duros. La hemos visto más que nunca haciendo vida social, rodeada de sus fieles amigas: Patricia Cerezo (50), Raquel Perera (47), Estrella Morente (41) o Sandra García-Sanjuán (50), propietaria del grupo Starlite. De hecho, su presencia en la gala benéfica que cada año organiza esta empresaria y Antonio Banderas (61) en el festival está asegurada. Marbella siempre es lugar de descanso para ella en verano.
Actividades sociales aparte, lo prioritario para la diseñadora es su familia. "Está muy tranquila con sus niñas y completamente volcada en sus padres, que viven con ella. Son lo más importante en estos momentos", confiesan desde su entorno a EL ESPAÑOL. Las vacaciones están a la vuelta de la esquina y Cuevas las pasará con ellos, muy tranquila, sobre todo por la avanzada edad de Victoriano Valencia, su padre, que acaba de cumplir 91 años y cuya salud es delicada.
Aún así, es posible que aproveche los periodos que sus niñas, Paloma (14) y Bianca (10), están con su padre para escaparse al extranjero. México es uno de sus destinos favoritos y no sería de extrañar que volviera a elegirlo para pasar unos días libre de obligaciones maternales y acompañada de alguna de sus íntimas.
No está cerrada al amor, pero tampoco tiene prisa. Como decía en una entrevista concedida hace unos meses a su revista de cabecera: "Ahora mismo no pienso en volver a casarme. Digamos que dejaré que la vida me sorprenda".