Si el inicio de un romance que involucra a un personaje famoso hace correr ríos de tinta, una ruptura puede tener incluso un mayor recorrido mediático. El penúltimo ejemplo lo hemos encontrado en Sandra Pica (23 años), quien parecía vivir un idilio amoroso con Julen de la Guerra (25). Algunas fuentes se aventuraban a hacer sonar la campanas de boda, pero finalmente parece que no habrá ceremonia ni banquete tras una ruptura bastante sonada.
Este episodio ha vuelto a colocar a Sandra Pica en el candelero. La barcelonesa era un personaje desconocido para el gran público hasta el año 2017, hasta que formó parte de Mujeres y Hombres y Viceversa. Una vez metida en la rueda de Mediaset, la diseñadora de moda también participó en la segunda edición de La isla de las tentaciones, curiosamente en el bando de las solteras, antes de pasar por Secret Story.
Ese recorrido televisivo sirvió para que se haya granjeado cierta fama y, por tanto, para que muchas de sus circunstancias cotidianas sean objeto de noticia, como en el caso que hoy abordamos. En el verano de 2021, con la pandemia aún muy presente, el estado de salud de Sandra Pica era noticia y objeto de especulaciones tras un ingreso en urgencias. Finalmente, el diagnóstico no tenía nada que ver con la Covid-19 ni con sus operaciones estéticas. Ella misma se encargó de contarlo públicamente a través de una herramienta cada vez más frecuente en los participantes de determinados realities: su canal en Mtmad.
Saliendo de dudas
El 22 de marzo, tras asistir a una première, Sandra Pica explicaba un dolor que "ya había vivido con anterioridad". "En julio estuve en el hospital. Estaba en el trabajo, me dolía mucho la tripa, pero aguanté. Llegué a casa sobre las seis de la tarde y nos fuimos al hospital. Me dejaron ingresada, tenía que estar en posición fetal. Durante tres días, todo lo que comía me sentaba mal. Al cuarto día me pusieron un tratamiento de corticoides que rebajó el dolor y me dieron el alta. Todo quedó ahí hasta que esta semana volvió ese dolor increíble. Después de unas pruebas y mucho suero porque estaba deshidratada. Los médicos lo tenían bastante claro: es algo genético, hereditario y crónico, es colon irritable".
Efectivamente, como explicaba Sandra Pica, el colon irritable (aunque su nombre técnico es Síndrome del Intestino Irritable) es un problema crónico y recurrente que se manifiesta, fundamentalmente, a través del dolor intenso en la zona abdominal, pudiendo verse acompañado por problemas digestivos como la diarrea o el estreñimiento.
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Siguiendo con el testimonio de la diseñadora de moda, algunos especialistas sí apuntan a esas causas genéticas como un factor determinante, pero no hay unanimidad al respecto. Lo que sí parece estar claro es que algunos estados psicológicos relacionados con el estrés tienen una incidencia directa sobre la flora intestinal. Las intolerancias alimentarias y las alteraciones hormonales también ejercen como disparadores de esa irritabilidad en el colon.
Como se ha podido ver en este caso, el diagnóstico no es sencillo. Los médicos deben realizar un estudio clínico muy minucioso hasta llegar a la conclusión de que el paciente padece este síndrome. Una vez llegado a ese punto, el tratamiento pasa, fundamentalmente, por la prevención. En este sentido, llevar una alimentación saludable es indispensable, evitando cierto tipo de alimentos, como los fritos y las bebidas gaseosas. De forma paralela y conectándolo con lo que decíamos en el párrafo anterior, se aconseja evitar situaciones estresantes o que generen ansiedad.
En determinados casos también se puede optar por un aporte complementario en forma de fármacos. En este sentido, tienen cabida los aportes de fibra, los laxantes y antidiarreicos (en función de si el paciente padece una cosa u otra), los espasmolíticos (para reducir los dolores abdominales) e incluso los antidepresivos, que se han mostrado como un remedio eficaz para la activación intestinal.