"Buena esa de que me esté dando un ataque de ansiedad y tenga que estar esperando", con esta frase Carla Vigo (21 años) le contaba a sus seguidores el contratiempo de salud que sufría el lunes 11 de julio por la noche. Una imagen compartida en sus stories de Instagram en la que lucía la pulsera del Hospital de La Princesa, de Madrid, confirmaba que se encontraba en la sala de espera del centro mientras esperaba a ser atendida por los médicos.
La sobrina de Letizia (49) no aclaraba cuál era el motivo de su problema. EL ESPAÑOL se puso en contacto con ella para conocer de primera mano qué había pasado. "Estaba en la calle, me empecé a encontrar mal y fui a urgencias. Fue ahí donde me empezó la ansiedad", asegura. Con respecto a si estaba sola o la acompañana su novio, Álvaro, no quiso contestar, lo que si dejó claro a este periódico fue su indignación por el trato recibido en el hospital.
Los problemas de ansiedad pueden deberse a momentos puntuales de estrés o nerviosismo por algún conflicto o a un estado anímico delicado más prolongado en el tiempo que a menudo suele estar acompañado de cuadros de depresión. Sin embargo, al menos de cara al exterior, Carla está viviendo uno de los momentos más felices de su vida tras cumplir su sueño de debutar como actriz gracias a Rafael Amargo (47). No sólo eso, en los últimos tiempos se la ha visto feliz asistiendo a varios eventos, como el estreno de una película a principios de junio donde tuvo la oportunidad de fotografiarse con varios actores y personajes famosos.
También parece haber ganado seguridad en sí misma después de subirse a las tablas con la obra Yerma y hace solo unos días compartía con sus casi 30.000 followers una foto con un bañador con la frase "Good vibes" (buenas vibraciones). "Es el primer año que me atrevo a subir una foto en bañador", escribía mientras recibía un sinfín de piropos.
Visto que todo en su vida avanza de forma positiva, el ataque de ansiedad que ha sufrido Carla Vigo y que la ha llevado al hospital podría ser un revés puntual. Esta dolencia, que se caracteriza por la opresión en el pecho y la dificultad para respirar, puede ser muy alarmante aunque con un tratamiento relajante y ansiolítico los síntomas desaparecen con cierta rapidez. Así pues, la joven, pese a quejarse de tener que esperar demasiado tiempo antes de ser atendida, regresaría a casa con casi total seguridad.
La hija de la fallecida Érika Ortiz es una joven hecha a sí misma, que busca su sitio y se mantiene alejada del boato de la realeza, pese a ser sobrina de la Reina. Precisamente de ella habló recientemente en una entrevista que le hizo Carolina Cerezuela (42) donde aseguró que su familia no estaba preparada para emparentar con los Borbón y que no recuerda cómo era Letizia antes de su boda con Felipe VI (54) porque era demasiado pequeña.