Ella es la absoluta protagonista de su serie biográfica, pero hay otras dos estrellas invitadas que acaparan parte de la atención. En los primeros capítulos se descubren detalles hasta ahora desconocidos de la historia de amor de Tamara Falcó (40 años) con Íñigo Onieva (33), y también se desvela la especial relación que la marquesa de Griñón tiene con la pareja de su madre, Mario Vargas Llosa (86). Y nada es lo parece.
El reality comienza con la fiesta del 40 cumpleaños de Tamara y ya desde el principio su novio, Íñigo Onieva, se revela como un elemento muy importante en todo lo que se va a contar. Ambos desayunan en el hotel Ritz y él no para de piropearla. Una de las cosas que más llama la atención es lo extremadamente cariñoso que es Onieva con su novia, a la que besa una y otra vez.
"Íñigo ha sido una sorpresa. Si hace tres años me llegan a decir que iba a estar con él, hubiera dicho que ni en un millón de años porque es totalmente diferente a mí", sostiene Tamara entre risas. No le gustaba su imagen pública, pero le ha sorprendido conocer poco a poco "su faceta más profunda".
Son muy distintos, pero eso no parece ser un problema para ninguno de los dos. "Lo que tú te gastas en ropa, yo me lo gasto en Djs", le dice el empresario entre risas. Lejos de la imagen más frívola que se tiene de él, lo cierto es que en su día a día, Onieva está muy pendiente de Tamara, animándola en cada proyecto que emprende y reforzando su autoestima poniendo en valor todas sus virtudes.
Un traje de brillantes y Jimmy Choo
Íñigo Onieva fue el primero en aplaudir el que va a ser su gran proyecto en común: el restaurante efímero que van a abrir juntos en el palacio El Rincón. Íñigo está completamente volcado en esta aventura y cuando ve que a su novia le asaltan las dudas, la abraza y le dice: "Va a ser un proyecto muy bonito y tu padre va a estar súper orgulloso de ti. Lo vas a petar, eso está claro". Ella, en un momento dado de la serie, confiesa: "Menos mal que tengo a Íñigo, que no se estresa por nada y me sirve de apoyo moral".
Por primera vez, Tamara cuenta con todo detalle cómo se conocieron, habla de las supuestas infidelidades de su pareja y sus planes de boda. Ella, que es muy creyente, ya le había rezado a San Antonio con sus amigas para pedirle novio, "pero yo pedí que me llegara el de verdad. No ha sido una coincidencia que llegara Íñigo, tenía que ser". Aunque no se ajusta al perfil que esperaba, le define como "una joya". Tienen muchas cosas en común, aunque cada uno las vive a su manera.
Se conocieron en el cumpleaños de una amiga común y para la hija de Isabel Preysler (71) parece que fue un flechazo. Onieva cuenta una divertida anécdota sobre aquel día en la fiesta que tuvo lugar en el campo. "Ella estaba en el sofá enfrente de mí y de vez en cuando me sonreía. De pronto, a las seis de la tarde, decide en un sitio de campo hacerse la lluvia de estrellas y me aparece con un traje de brillantitos. ¡Para el campo!", relata. Tamara interviene: "Se pensó que era para él, pero eso solo sucedió en su cabeza".
Anécdotas aparte, la influencer cree que se encontraron en el momento ideal, porque ella estaba muy centrada y sabía quién era y lo que quería. "Nos peleamos mucho, tenemos muchas broncas, pero dentro de todo eso salimos reforzados porque hay mucho amor", confiesa.
Juntos han superado los rumores de infidelidad que han pesado sobre Íñigo. "De nuestra relación se ha dicho de todo. Hubo una participante de Supervivientes que dijo que Íñigo había intentado liarse con ella y que me había puesto los cuernos en una fiesta. Y también que yo aguanto las infidelidades, algo que es absurdo. Todo eso me generó muchísima ansiedad, pero por el acoso de la prensa".
Confía ciegamente en su pareja. Les gustaría casarse, pero aún no hay fecha. Eso sí, las indirectas que Tamara le lanza a Íñigo en este tema son constantes durante toda la serie. Especialmente cuando le cuenta que ha estado en Nueva York viendo vestidos de novia en la tienda de Carolina Herrera. Quizá el momento no esté muy lejos.
Si el novio de Tamara Falcó es una de las grandes estrellas de la serie, mostrando una cara completamente desconocida, Mario Vargas Llosa también lo es. Aparece en momentos puntuales, pero se nota la especial relación que les une, de cariño y muchísima complicidad.
"Ha sido una suerte que mi madre encontrara a un compañero de vida a esta edad. Mario ha resultado ser un compañero maravilloso", confiesa Tamara. Entre las muchas ocurrencias de la marquesa de Griñón, una de las más simpáticas tiene que ver con el escritor. "Mario no disfruta mucho yendo de compras. Cuando empezó a salir con mami, ni siquiera sabía quién era Jimmy Choo", cuenta, entre risas, la influencer.