Forman parte de la historia de la televisión y siguen gozando de una gran popularidad, aunque vivan alejadas de la pequeña pantalla. Corría el año 1982 cuando Teresa y Fernanda Hurtado, junto con su hermana Paloma, eran fichadas por el gran Chicho Ibáñez Serrador para ser parte del equipo de Un, dos, tres... responda otra vez, el mítico programa que fue un auténtico fenómeno de audiencia. Las vio actuando en una sala de fiestas y no lo dudó un instante.
Aquel fue su gran éxito, aunque antes habían hecho sus pinitos en cine y televisión, casi siempre trabajando juntas. De casta le viene al galgo, ya que las gemelas son hijas de una de las actrices más reconocidas de España, la gran Mary Carrillo, fallecida en 2009. Su padre, Diego Hurtado, también era actor, director y un importante empresario teatral, y su padrino, el gran dramaturgo Jacinto Benavente, así que parece que su destino en el mundo de la interpretación estaba escrito.
Fueron doce los años que estuvieron interpretando a Las Súper Tacañonas en el citado programa, siempre vestidas de negro y tocando la campana que anunciaba un error o una repetición por parte de los concursantes. Su desparpajo y su sentido del humor calaron hondo en el corazón de los espectadores. No fue lo único que hicieron porque compaginaron sus apariciones semanales del Un, dos tres con capítulos episódicos en algunas series, películas y obras teatrales. Eran tiempos frenéticos.
Terminada su participación, lo cierto es que la carrera de Teresa y Fernanda Hurtado no ha sido todo lo prolífica que pudiera esperarse, en parte debido a una decisión personal de ambas. "Los últimos años de vida de nuestros padres nos retiramos como actrices para dedicarnos totalmente a ellos. Fueron años de sacrificio continuo, del que nunca nos arrepentiremos, porque nos movía el amor hacia nuestros progenitores, pero perdimos todo el contacto con nuestra profesión. Ellos nos dieron la vida y se merecían todo. Sufrían Alzheimer y estuvimos a su lado hasta el final", han confesado.
Pese a todo, han sabido reinventarse. ¡Y de qué manera! Las gemelas han encontrado en las redes el lugar adecuado para reciclarse y mostrar sus aptitudes como artistas gráficas y plásticas. Tienen su propio perfil de Instagram donde muestran sus obras, que son una mezcla de surrealismo y arte kitsch.
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Ellas son las protagonistas de muchas de sus creaciones, en vídeos, collages y divertidos montajes con los que aprovechan para lanzar mensajes de positividad. "El secreto para tener felicidad es tener algo que hacer", confiesan. Saben bien de lo que hablan pues es precisamente el arte lo que las ayudó a salir adelante cuando fallecieron sus padres, a los que estaban muy unidas. Así lo explican: "Tras su muerte, caímos en una gran depresión, de la que pudimos salir gracias al arte. Nos salvó la vida porque lo hemos pasado muy mal, fatal".
Las obras de las gemelas no dejan indiferente a nadie, tampoco sus vídeos cómicos en Instagram, con los que siguen divirtiendo a sus seguidores. Pero también tienen cuadros físicos y de hecho los han expuesto en muchas ocasiones tanto en España como en otros países de Europa. Recuerdan que en el año 2103 fue a verlas dos directivos de El Corte Inglés para preparar una muestra en uno de sus establecimientos de Madrid y les compraron todas las obras que tenían en casa. "En Italia nos compraron cuadros por 8.000 euros", confesaban hace unos años en una entrevista.
El próximo otoño aparecerán en un documental que prepara Televisión Española, algo que les hace muchísima ilusión. "Lo veréis en octubre o noviembre. Os diremos el día y la hora", anuncian. También les han ofrecido escribir un libro, pero es un proyecto que no les apetece, preferirían una serie sobre su vida en Netflix. De lo que no hay duda es de que a sus 75 años, estas hermanas que siempre han estado juntas no se quedan atrás con las nuevas tecnologías y que sus ganas de seguir aprendiendo cosas nuevas e innovando siguen muy presentes.
"Nosotras no coleccionamos ositos. Hacemos arte profesional para venderlo. Empezamos de jovencitas con iconos rusos de plata, aprendimos la técnica en los libros. Los primeros nos los presentó en 1977 Antonio Gala en una galería de arte", recuerdan. Todo lo hacen entre las dos, cada una aportando lo que mejor se le da. Fernanda, por ejemplo, es la más experta en composiciones digitales y maneja un montón de programas. Teresa también sabe mucho de páginas web. "El arte es parte de nuestra esencia", confiesan al unísono presentando uno de sus espectaculares videos.