La semana pasada se hacía pública la disolución, de momento de facto, de uno de los matrimonios más estables del panorama nacional: el formado por la diseñadora Elena Tablada (41 años) y su marido, Javier Ungría (40). A las pocas horas de conocerse que ambos, tras seis años de relación y cuatro de matrimonio, afrontaban su primer verano por separado, Tablada rompía su silencio en redes sociales.
"Después de seis años de una preciosa relación, a pesar de que ninguna relación es un camino de rosas, hemos decidido dar un parón para así poder respirar y ver en qué consiste realmente la felicidad. Confío en el plan que tiene Dios para mí, para mi familia, y en que el tiempo nos haga valorar lo afortunados que somos", sostuvo Elena en su post de Instagram.
Poco a poco se van conociendo detalles de esta sorpresiva ruptura, y la pareja, por separado, hace esfuerzos por continuar con su vida. Hace unos días, la empresaria era captada en Ibiza en compañía de un hombre, el cual se ha convertido en uno de sus principales apoyos en los últimos meses, como informa a EL ESPAÑOL una fuente de total solvencia.
[Elena Tablada y Javier Ungría se separan tras seis años juntos y una hija en común]
No se trata de una nueva ilusión para Elena ni nada parecido, como confirma este periódico. Son "grandes amigos" desde hace años. Una amistad pura que no puede transformarse en otra cosa, como avanza Jesús Manuel Ruiz en Esdiario. Él se llama Emilio Castillejos, es un empresario muy conocido, natural de Portugal y afincado en Sevilla. Quedan con bastante frecuencia, no sólo en Ibiza, donde él tiene un barco en propiedad, sino también en otros puntos de la geografía española.
"Se llevan estupendamente, tienen un sentido del humor muy parecido, se cuentan sus cosas y se apoyan. Él ha estado ahí cuando más lo ha necesitado Elena. No han sido semanas fáciles para ella. Emilio también conoce a Javier, pero su amiga de siempre es Elena", aclara el informante. En estos momentos, Elena Tablada se está refugiando en la familia y los amigos para superar este difícil trance en su vida. También en la fe: "Ella y su familia son muy creyentes".
De acuerdo a la versión que maneja este medio, fue Javier Ungría quien tomó el paso de poner remedio a lo que estaba aconteciendo en la relación. Ese movimiento se dio antes del verano. Las cosas no fluían en la pareja como deberían y, para evitar un desgaste mayor e irreversible, se optó por un distanciamiento físico que desembocó en ruptura. Tan sólo ha existido, pues, un desgaste natural entre ellos; no se conocen otras razones.
"Los dos siempre han sido muy sinceros con lo que sentían", se añade. Elena Tablada, explican, ha luchado por su matrimonio hasta el final, hasta este verano, tiempo de asueto que decidieron pasar por separado para "ver qué sentían y, sobre todo, cuánto el uno por el otro". Deslizan a este periódico que aún no se han iniciado los trámites de separación pero, de seguir todo por los cauces esperados, se llevarán a cabo "en las próximas semanas".
Sostienen que ambos se llevan bien y se tratan diariamente, por el bien de la pequeña Camila. Las familias de ambos están "asimilándolo", porque no eran conocedoras, en su totalidad, de los pormenores de la intimidad matrimonial.
"Veían que algo no iba del todo bien, pero algunos familiares no se imaginaban la separación", apuntan. En esa línea, tal y como publicó Vanitatis, Javier Ungría ha sido quien ha abandonado el domicilio que fue conyugal, y en la actualidad vive en Madrid, en una casa que es propiedad de su padre.
Boda cubana y separación
La noticia de esta separación se hacía pública el pasado miércoles 17 de agosto de 2022. Una revista del corazón desvelaba que la pareja se enfrenta a su primer verano por separado tras no poder superar una crisis que ha durado meses.
Tal y como informaba Semana, Elena y Javier se encuentran veraneando en distintos lugares -ella, en Baleares; él, en Grecia con su hija y su hermana- y no han coincidido físicamente "ni para estar juntos con su hija". La publicación sostenía que el matrimonio atraviesa su peor momento, extremo del que su entorno más cercano estaba al tanto desde hace tiempo.
Tras ver la luz esta ruptura, Tablada utilizaba sus redes sociales para romper su silencio: "Quien me conoce sabe que mis hijas son lo más importante que tengo en mi vida, y si me veo en la posición de ponerlas en una balanza, siempre pensarán más ellas. El amor y el respeto entre nosotros es profundo y latente, y creó un ser maravilloso por el que cual estaremos unidos".
Lo cierto es que hace tiempo que la pareja no comparte ninguna imagen en común en sus respectivas redes sociales, cuando antes eran muy dados a mostrar su amor en su escaparate de Instagram. Tanto es así que hay que retrotraerse al pasado 19 de marzo de 2022 para ver la última publicación amorosa, en esta ocasión de Elena hacia su todavía esposo.
Ese día Ungría celebraba su 41 cumpleaños, y la expareja de David Bisbal (43) posteaba: "¡Que la vida nunca deje de pintarte una sonrisa! Lo tienes todo para que nos la contagies cada día y sigamos conociendo rincones de este mundo abrazados. Te queremos. ¡Happy birthday!".
Fue en 2018 cuando ambos sellaron su historia de amor con una boda de ensueño. El enlace tuvo lugar en la iglesia de San Juan de Letrán, en La Habana (Cuba). Allí también se casaron los abuelos de la diseñadora.
Dos años antes, en 2016, comenzaba su relación. Tras un año conociéndose, Ungría le pidió matrimonio a Tablada en Cuba y ambos decidieron celebrar la boda en la isla caribeña, lugar donde nacieron los abuelos de Elena Tablada. En 2020, nació su primera y única hija en común, Camila.
"Te lo podría definir en 25.000 adjetivos. Pero si tengo algo que destacar de Javi es que tiene la capacidad de hacerlo todo fácil y llevadero. Me da una paz y una tranquilidad... Yo necesitaba eso. Ser yo misma y no tener tanto tormento en mi cabeza", aseguró Elena Tablada en una entrevista con EL ESPAÑOL en mayo de 2018, cuando se le pidió que definiera a su marido, Javier Ungría.