María Patiño (51 años) se encuentra en uno de sus mejores momentos personales, profesionales y físicos. Las claves del espectacular cuerpo de la presentadora no son un secreto: mucho deporte, una dieta equilibrada y especial para sus necesidades y, por qué no, un buen número de retoques estéticos que ella nunca ha ocultado y de los que ha hablado con total normalidad.
El pasado 15 de agosto añadió un número más a su edad del DNI y se siente pletórica. Por eso ha compartido con sus más de medio millón de seguidores imágenes en bikini luciendo sus piernas y brazos musculados y sus abdominales perfectos. No deja de ir al gimnasio ni siquiera en vacaciones y siempre encuentra el lugar idóneo donde entrenar.
Además, en su nuevo refugio de las islas canarias, donde se acaba de comprar una casa de 650.000 euros, puede practicar uno de sus deportes favoritos. No lo hace sola, tiene un buen compañero, su marido, Ricardo Rodríguez (45), que también está muy preocupado por su forma física.
Así es su entrenamiento
El cuerpazo de María Patiño tiene mucho esfuerzo detrás. En verano le gusta surcar las olas con su tabla, un ejercicio muy completo, según los expertos, en el que se trabajan todos los músculos del cuerpo: cuádriceps, glúteos, gemelos, brazos, espalda... La periodista tiene fondo suficiente para conseguir buenos resultados.
Entrena cada día, aconsejada por su buen amigo y además preparador físico Ramón García Jerico. Ejercicios de fuerza, pesas, TRX, máquinas o plataformas de fitness, ella se atreve con todo y siempre hace lo posible por superar sus retos y pasar sus propios límites. "Disciplina y superación" son dos de palabras con las que ella misma define su rutina.
Además de sudar la camiseta, Patiño recurre a alguna que otra técnica para quemar grasa y tonificar la silueta. Una de ellas es una máquina de crioterapia y así explica en qué consiste: "Después de realizar el entrenamiento, paso a crioterapia ( 3 minutos a 150 grados bajo cero), que estimula la circulación, recupera la masa muscular y el colágeno y favorece la pérdida de grasa". Y también a los suplementos alimenticios destinados a mejorar su masa muscular y su rendimiento deportivo.
Una alimentación a medida
Para ella el deporte es una manera de mantenerse sana también a nivel mental. La presentadora cuida su dieta al máximo, pero deja muy claro su filosofía en cuanto a su pauta de alimentación: "No es una dieta, es alimentación deportiva. No se trata de adelgazar, se trata de cuidarse".
Hay una razón de peso en su manera de relacionarse con la comida y no es una mera cuestión de imagen. Ella misma ha confesado que padeció bulimia y esta es la razón por la que ha de estar siempre vigilante. "Las personas que hemos sufrido trastorno de alimentación, que es una adicción de por vida, tenemos una tendencia a que cualquier salida dentro de lo que es un margen de comida sana nos puede provocar volver al pasado. Yo he logrado tener una dieta saludable y sin excesos", reconoce.
En este sentido, María José Crispín, médica nutricionista de Clínica Menorca, da su opinión de experta a EL ESPAÑOL refrendando las palabras de María. "La bulimia es una enfermedad crónica y para evitar que la persona vuelva a sufrir este trastorno alimentario es fundamental buscar alternativas para no recaer, como evitar las purgas. No soy partidaria de dietas restrictivas, ni de retirar todos los carbohidratos, que
además sacian. Lo mejor es una restricción calórica moderada y una dieta lo más saludable posible". La doctora también aconseja mantener una actividad física constante y recurrir a un coach nutricional, dos pautas que la periodista de origen gallego sigue al pie de la letra.
Sus operaciones
Comparar imágenes de la colaboradora de Sálvame de una década atrás sirve para evidenciar su increíble cambio físico. Los tratamientos estéticos y su paso por quirófano llevan siendo una constante en su vida durante los últimos años. "Cuando yo superé los problemas de alimentación, después de someterme a una terapia, es cuando mi terapeuta me dijo que era el momento de hacerme algo, no cuando estaba en pleno proceso", precisa.
No oculta su gusto por verse mejor y más joven y hablar de sus operaciones sin complejos. Se calcula que habría gastado alrededor de 25.000 euros para conseguir esta transformación. Se ha operado la nariz en dos ocasiones (5.000 euros), ha aumentado su talla de pecho (4.000 euros), eliminó parte de sus arrugas de cara y cuello con un lifting cervico facial (3.900) y también se ha sometido a un tratamiento para rejuvenecer las manos, una de las partes del cuerpo que más evidencian la edad.
No sólo eso, consiguió tener un vientre liso y perfecto con una abdominoplastia (4.900 euros), piernas diez gracias a un lifting de muslos si cirugía (1450 euros) y uno de sus últimos retoques ha sido remodelar sus glúteos a través de microinfiltraciones de ácido hialurónico e hilos líquidos (1.450 euros).
A esto hay que sumarle las carillas dentales (800 euros) con las que embelleció su sonrisa, el bótox y los rellenos de ácido hialurónico a los que recurre habitualmente, que vienen a engrosar el importe total de su belleza.