La presentadora ha pasado parte de sus vacaciones en Cuba con su hija, después de disfrutar de dos semanas con su marido, de luna de miel. En este viaje a La Habana, la comunicadora ha podido comprobar la gran educación y empatía de su hija, y ha querido presumir de ello, como madre orgullosa, en su última publicación de Instagram: "Da igual el tiempo que pase, seguiré pensando que no hay mayor privilegio que oír como una personita te llama 'mamá. Es una mezcla entre orgullo y responsabilidad que desde hace 12 años me tiene en una montaña rusa. Todo lo que hago y digo desde que nació, son ingredientes que contribuyen a la clase de adulta que acabará siendo y eso… eso amigos es el mejor trabajo que jamás tendré entre manos".
Y añade: "Supongo que algo habré hecho bien porque no puedo sentirme más orgullosa de ella. Y después de este viaje a Cuba, más. La he visto llorar por no poder llevarse un gatito enfermo, indignarse al saber que aquello que estudió el año pasado sobre la cartilla de racionamiento en tiempos de Franco en España, lo están sufriendo ahora los cubanos, al oír que a los niños solo se les da leche (y poca) hasta los 7 años, emocionarse porque un chico vino a pedirnos ibuprofeno para su padre enfermo y enfadarse conmigo por no haber llevado nuestro botiquín a la excursión por La Habana, ha querido quitarse la ropa para dársela a una mujer que nos pidió ropa para su hija y ha reconocido sentirse afortunada por la vida que tiene". Sonia concluye con una frase tajante: "Dejadme que presuma de su interior sin enseñaros su cara".