El pasado 22 de agosto, Xisca Perelló (34 años), esposa de Rafa Nadal (36), fue ingresada en una clínica privada de Palma de Mallorca. Sin embargo, la noticia no se conoció hasta dos días después, con escasos datos y con la preocupación obvia que suponía una hospitalización en la semana 31 de embarazo en la que se encontraba la joven empresaria.
Lo único que trascendió en ese momento, y que llegó de la mano de Diario de Mallorca, fue que Xisca tenía que permanecer en observación debido a su estado, y que los doctores no descartaban que tuviera que pasar por quirófano. Pero en las últimas horas, se han dado a conocer nuevos datos que ha recogido La Razón. Este medio subraya que el estado de Perelló no reviste gravedad, pero que deberá permanecer ingresada al menos hasta la semana 34 de gestación -por lo tanto, hasta casi mediados de septiembre.
Esto se debe a que su situación requiere reposo absoluto, así como un seguimiento médico constante. Es por ello por lo que, según recoge el citado periódico, la recomendación de los facultativos es que Xisca no regrese a la gran casa que comparte con su marido en Porto Cristo, y que, cuando abandone el hospital, se quede en una vivienda lo más cercana posible al centro de salud.
En este sentido, entra en juego la hermana de Rafa Nadal, Maribel, que posee una casa en Palma capital, y sería el lugar idóneo para su cuñada, pues podría descansar y recuperarse teniendo cerca a sus médicos hasta el día del parto. Esa es la idea que ronda la mente de la familia de Nadal y Perelló estos días, tal y como se cita. Sin embargo, de momento, los médicos no plantean darle el alta hospitalaria a la mallorquina.
El reposo de Xisca es necesario para que el bebé siga cogiendo peso adecuadamente, y que todo avance sin mayores complicaciones. Ante las circunstancias, el tenista y su esposa habrían asumido que el nacimiento de su primogénito se adelantará y no llegará a cumplir las 40 semanas habituales.
El ingreso de Perelló ha llegado mientras su marido compite en el US Open de Estados Unidos. Precisamente el deportista se ha mostrado muy enfadado por la filtración del ingreso de su esposa, pues siempre se han mantenido muy discretos con su vida privada y con todo lo que rodee su ambiente personal. Por este motivo, ya buscan quién ha podido ser el topo, porque lo que les preocupa es que tiene que ser alguien de su verdadero círculo íntimo, pues la hospitalización de Xisca se ha mantenido en riguroso secreto y solo lo conocían un limitadísimo puñado de personas en las que, hasta ahora, confiaban.