La periodista deportiva Lucía Villalón (34 años) y el futbolista del Levante Gonzalo Melero (28) están viviendo un momento en el que la felicidad y la preocupación se mezclan a partes iguales. Felicidad por el nacimiento de su primer hijo, que vino al mundo el lunes 29 de agosto. Dolor y preocupación porque el bebé tuvo que pasar por quirófano nada más nacer por un problema que ya le habían detectado durante la gestación. Diego, que es como se llama el pequeño, permanece ingresado en el hospital madrileño de La Paz y tiene un largo proceso por delante.
La propia Lucía daba los detalles del problema en sus redes sociales, sin ocultar la angustia que le produce a ella y a su pareja ver a su bebé así. Tras asegurar que el nacimiento la ha convertido en la persona más afortunada del mundo, entraba en detalles: "Por ahora todo ha ido fenomenal, le operaron el lunes nada más nacer para introducirle la mitad de los intestinos en su pequeño abdomen y está siendo súper fuerte, ahora aguantando poco a poco cómo le van introduciendo el resto".
No será la única vez que el pequeño Diego tenga que pasar por quirófano. "Seguimos luchando en la UCI para estar pronto a tope y esperando la próxima operación", continúa la periodista que agradece los continuos mensajes de apoyo que está recibiendo tanto de compañeras como Sara Carbonero (38) como de personas anónimas.
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La pareja lo está pasando mal, pero ambos tienen toda la esperanza puesta en los profesionales sanitarios que se ocupan de su bebé y saben que va a superarlo. "Está siendo difícil, muy intenso y agotador, a la vez que lo mejor que nos ha pasado en esta vida. Y no es fácil de gestionar. Sobre todo porque cada minuto del día estamos intentando estar con Diego para darle muchas fuerzas y ayudar en lo que podemos", asegura Lucía.
Villalón y su pareja conocían de antemano el problema del bebé, ya que durante una de las revisiones rutinarias los médicos diagnosticaron que padecía gastroquisis. Se trata de un defecto en la pared abdominal que provoca que los intestinos salgan del cuerpo a través de un orificio al lado del ombligo. Sucede cuando los músculos de esa zona no se forman correctamente al inicio del embarazo y es necesario realizar una intervención nada más nacer para colocarlos en su sitio y reparar la pared abdominal.
Las consecuencias que pueden tener los bebés con esta dolencia son problemas con la alimentación, la digestión y la absorción de nutrientes. Como ella misma ha contado, Diego necesitará otra intervención, lo que evidencia que el orificio era grande y la reparación ha de hacerse en varias etapas.
Ha sido un embarazo duro para Lucía Villalón, pero ella lo ha llevado con ánimo y positividad, siempre apoyada por su pareja. Fue en julio cuando anunció en sus redes sociales el problema de Diego, con un mensaje tan duro como emotivo. "Diego padece gastroquisis. Lo que veis debajo de su carita, como con forma de espiral son sus intestinos, que han crecido estos meses fuera de su abdomen. En menos de un mes le tenemos aquí y hemos pensado muchas veces cómo será el momento de conocernos, hemos visto muchas fotos de cómo va a ser la primera vez que le veamos, de cómo nos va a impresionar ver a nuestro bebé de 35/36 semanas (tan pequeño) y con los intestinos fuera, el momento en que se lo lleven a quirófano…", escribía el pasado día 30.
Y continuaba: "Nos hemos imaginado millones de veces en la UCI de La Paz con él en la incubadora y sus intestinos colgando encima de su tripita mientras entran en su pequeñito abdomen. Muchas cosas que no le deseamos a nadie en este mundo, pero cosas que pasan… Crear vida no es fácil, no todo es color de rosa. Asusta, impresiona, da rabia, da pena y un millón de cosas más, pero le queremos así más que a nada en este mundo. Nuestro bebé no es perfecto, pero es maravilloso".