"'Hola, soy Sofia Bono y soy adoptada'. Así me presentaba de pequeña a mis compañeros". Con esta frase se mostró abiertamente al mundo mediático la hija menor de José Bono (71) y Ana Rodríguez (64) el pasado 5 de octubre de 2021. Eligió esa fecha para hablar con claridad sobre cómo llegó a la familia del exministro. Sof, como la llaman cariñosamente en su círculo íntimo, nació en Chile y fue adoptada en el año 2001.
Sofía Bono (21) tiene una relación estrechísima con sus tres hermanos mayores, José (38), Ana (40) y Amelia (41), pues se apoyan unos a otros y les encanta la vida familiar, con planes por el campo en Salobre, o realizando viajes idílicos alojados en villas de lujo. La más pequeña es la debilidad de todos ellos, pero al cumplir la mayoría de edad también ha ido labrando su propio futuro y haciendo su rutina de forma independiente.
Sofía vive su día a día con discreción, sin querer tener la exposición pública que tienen sus hermanos Amelia y José -aunque con algo más de repercusión mediática que su hermana Ana. Mantiene un perfil bajo y su única vía de comunicación son las redes sociales. Pero desde hace un tiempo también en este sentido se ha alejado del medio y comparte contenido muy puntualmente. Además, es en su Instagram donde ya no existen fotografías con su novio, y es que hace solo unas semanas que rompieron su relación.
La pequeña de los Bono comenzó con gran discreción su noviazgo con el jerezano Borja Gómez de Mendoza, cuando tras conocerse por unos amigos en común -pues comparten grupo de amistades entre los que se encuentra Victoria Federica (21)- surgió el amor entre ellos. En el tiempo que han sido pareja, no han parado de viajar por el mundo: estuvieron recorriendo los rincones de París, se perdieron por las infinitas e idílicas playas de República Dominicana, conocieron el lujo en primera persona en Mónaco y desconectaron en el mar mediterráneo cuando visitaron la isla de Formentera. Además, los jóvenes novios también se dejaron ver por la localidad albaceteña en la que nació el patriarca de la familia, lo que significa que Borja estaba ya muy integrado y conocía al resto de los Bono.
Sin embargo, este verano el amor se ha terminado para la pareja. Pero este cambio en el aspecto sentimental de Sofía no ha modificado ni un ápice sus ganas de seguir recorriendo el planeta. La joven ha preferido centrarse en ella misma en esta nueva etapa de soltera y buscar su felicidad, motivo por el que estas semanas estivales ha desconectado de las redes sociales, en comparación con todo el contenido que podría haber compartido a lo largo de su lista interminable de viajes.
Sofía comenzó el verano haciendo el Camino de Santiago, después voló a Santo Domingo y siguió su gira latinoamericana en Medellín, Colombia. Ya a mediados de julio puso rumbo a Estados Unidos, y pasó más de un mes en Miami. Fue el 23 de agosto cuando regresó a España, y se dirigió directamente al gimnasio, para compensar los excesos de su intenso verano.
Pero poco tiempo ha estado en suelo español. Este fin de semana, la joven y su padre han volado hasta Tánger -ciudad al norte de Marruecos a la que son muy asiduos- para asistir a una boda muy especial. Padre e hija se pusieron sus mejores galas y fueron dos de los invitados más elegantes al evento nupcial. Ella deslumbró con un vestido de escote asimétrico en rojo intenso, que se confirma como su color fetiche para las grandes ocasiones, pues lo ha lucido siempre que tiene una fecha importante en su agenda.
"Mi mejor acompañante siempre". Así se ha referido Sofía a su progenitor, dejando claro que por encima de cualquier hombre está él, y es que la joven nunca ha disimulado la admiración que siente por su padre. Precisamente por el apellido que comparte con el ex ministro de Defensa, Sofía es consciente de la cierta repercusión mediática que tiene. A pesar de ello se mantiene en un cómodo perfil bajo, aunque poco a poco va sumando adeptos, porque hace justo un año acumulaba 16.000 seguidores en Instagram, y en el presente posee casi 24.000 fans. Una prueba clara de que, si mostrara mayor actividad en las redes, podría convertirse en influencer, pues tiene todo lo demás: pasión por los viajes y la moda.