La artista cordobesa Jenifer Jessica Martínez Fernández (36 años), conocida artísticamente como India Martínez, lo ha vuelto a hacer: ha lanzado al mercado su último tema musical, Si ella supiera, junto a Melendi (43), y se ha convertido en un éxito rotundo. Casi dos millones de visualizaciones en YouTube en cuestión de días, y subiendo.
India Martínez vive un excelente momento, tanto personal como profesional. Nunca ha dejado de estar de moda y -cree el que escribe- nunca ha conocido el fracaso desde que en 1998 protagonizara su primera actuación, pero ella no se lo cree. Cada trabajo para ella es como si fuera el primero. Así lo explica en conversación con EL ESPAÑOL.
Siente la artista el mismo vértigo, la misma responsabilidad y esa inseguridad de si gustará en la calle. India vive su éxito asentada en los valores que sus padres le inculcaron de pequeña, en su barrio humilde.
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Los mismos principios que, de ser madre, le trasladará a su descendencia. Ese tema, el de la maternidad, lo aborda India desde la sinceridad más descarnada y natural: de momento no es madre porque no ha surgido.
"Seré madre cuando me lo pida el corazón", sostiene, al tiempo que deja claro que no le molestan en absoluto las preguntas sobre ese tema: "Si sólo se lo preguntan a las mujeres, sí me molestaría, pero si también se lo preguntan a los hombres, no".
Hábleme de esta colaboración con Melendi, Si ella supiera. ¿Cómo surge?
Para mí esa canción tiene muchísima magia. Surgió de una forma improvisada. Yo escribí una letra en mi libro, Verdades a medias, que tenía muchas ganas de musicalizar. Y de repente, como tenía muchas ganas de hacer algo con Melendi, lo tenía ahí pendiente, lo llamé y quedamos. Le digo que quería hacer una canción de ese relato, nos pusimos y salió súper rápido. Rescatando nuestras esencias. El resultado me sorprendió muchísimo.
¿Cuál es su relación personal?
Yo lo vi por primera vez, creo, en unos premios Dial, en Tenerife. Ahí fue la primera impresión, charlando entre la gente. Me cayó muy bien. Después, hemos coincidido en algún evento más. Pero realmente no habíamos tenido la ocasión de trabajar juntos y pasando tiempo con él es como pude conocerlo de verdad.
¿Hay organizada alguna gira?
Bueno, todavía no lo hemos cantado en directo, pero estoy segura de que en algún momento va a surgir. No sé si en algún concierto mío o en alguna que coincidamos los dos. Todavía no tenemos una fecha exacta, pero creo que se dará el momento.
Lleva usted desde 1998 en la música y ha sacado ocho álbumes de estudio... Mucho trabajo a sus espaldas. ¿Sigue guardando la misma ilusión?
Yo creo que hasta más. Esas ganas, la verdad, las tengo intactas y con este disco me ha pasado lo que con todos, que me pregunto si le va a gustar a la gente. Es como un volver a empezar para mí, me lo tomo de esa manera. Me llena tanto y me motiva tanto... soy consciente del recorrido que llevo y del sacrificio. Cuando uno empieza, te lo tomas como un juego, pero ahora eres consciente de verdad. Lo valoras mucho más.
Siente esa responsabilidad.
Lo que quieres es conectar, crear emoción, que sea recíproco. Cuando haces algo con tanta ilusión, esperas eso. Cuando me subo al escenario, ya no es miedo lo que sientes, es respeto y deseo por darlo todo. Esos nervios se convierten en ganas.
¿El balance de estos años en la música es positivo?
Sí, el balance es muy positivo. Ahora, además, estoy volviendo a sacar tema. Llevaba casi dos años sin sacar. Justo antes de la pandemia, acabábamos de sacar un disco nuevo y de repente se quedó todo parado. El disco es como si se hubiera hecho viejo antes de tiempo. Han pasado tantas cosas, además. No hay mal que por bien no venga y yo todo lo intento utilizar a mi favor y en positivo.
¿Le queda algún sueño por cumplir?
Pues tengo varios y cada día, constantemente, me despierto con uno. No sé, por ejemplo, viajar a los Países Árabes y hacer música en árabe. Me encantaría abrir mercado con eso. Lo tengo pendiente.
Es usted una artista que ha sabido mantener su vida privada al margen de su carrera. Aunque se sabe que lleva más de 10 años de relación con su pareja, Ismael Vázquez.
Claro, siempre lo he tenido claro. He querido que me conozcan por lo que hago, por lo que soy musicalmente, no por lo que me rodea. O con quien estoy o dejo de estar.
¿Entiende usted el interés por su vida privada?
Claro que lo entiendo. En Instagram comparto lo que quiero. Eso fluye de una forma natural. Lo mismo te apetece compartir algo o no.
No es madre, de momento. ¿Le molesta que le pregunten por esta cuestión?
A mí no me molesta, pero es que a mí no me molesta nada. Si sólo se lo preguntan a las mujeres, sí me molestaría, pero si también se lo preguntan a los hombres, no. Es una pregunta normal, tanto para unos como para otros. Soy muy tolerante con esas cosas. Eso depende de mí misma y de cuando me apetezca.
¿Cierra la puerta?
No está cerrada. Mientras biológicamente pueda, no.
Aún así, existen otras vías...
Es verdad. Y últimamente más con los avances de la tecnología y la medicina. Hay más oportunidades. No me gustaría que fuera muy tarde. Si el corazón me pide ser madre, lo seré.
Hablemos de la familia. Sus hermanas y usted son muy parecidas físicamente.
Sí, aunque cada una tiene su personalidad, somos muy parecidas. Cada una es diferente, pero los valores nos unen muchísimo y eso nos mantiene muy unidas. Tenemos los mismos gustos; nos gusta el deporte, disfrutar de los pequeños momentos con la familia, la música, el baile...
Eso es mérito de vuestros padres.
Sí, mis padres se han encargado de eso. De inculcarnos el respeto y el cariño hacia las personas, los animales... A cualquier persona, venga de donde venga. Sea del país que sea o de la clase social que sea, mi padre siempre nos ha dicho que hay que tratar igual a un indigente que a un Papa. Todos somos iguales y nadie es más que nadie. Partiendo de ahí, viene todo lo demás: la educación, los valores, la familia... Hay que intentar ser libres, dentro de lo que la sociedad te ata.
En 2018, se encontró, mientras caminaba, un busto de una diosa egipcia. ¿Cómo vivió aquello?
Pues mira, he escrito un libro y no he escrito eso. Fue algo muy curioso porque corriendo por el campo no te puede pasar eso. Además, el busto era un culto a Isis, una de las diosas más populares de Egipto. A mí me encanta todo eso. Uno de mis sueños es viajar a Egipto y hacer música allí. Fue raro, pero bonito.