En medio del huracán que ha supuesto su ruptura sentimental, Tamara Falcó (40 años) sigue dando jugosas declaraciones y detalles sobre cómo lo ha vivido todo. Desde México, hasta donde viajó para participar en un congreso de familias, se ha mostrado implacable y muy dura contra Íñigo Onieva (33). La marquesa ha tomado la determinación de expresar todo lo que siente en público, al contrario que su exnovio, que permanece en paradero desconocido esquivando a los medios de comunicación.

De profundas creencias religiosas, la hija de Isabel Preysler (71) trata de tomarse la ruptura con cierta filosofía, no dejarse llevar por la rabia y compadecerse de quien tanto daño le ha hecho. "Ha sido un despertar espantoso, pero al mismo tiempo pienso en el perdón, pienso en la importancia del perdón", ha dicho durante su participación en el foro celebrado en Ciudad de México.

"No lo entiendo, no me cabe por la cabeza lo que ha sucedido, pero creo que también él y todos los que están perdidos en las sombras merecen conocer la verdad y el amor de Dios", continuaba expresando con aparente tranquilidad.

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Tamara acepta las disculpas de Íñigo, pero necesita su tiempo para recomponer las heridas. De sus declaraciones, la más dura de todas, directa al corazón del empresario, es la siguiente: "Yo no siento odio hacia él ni aberración, me da pena. Me da pena que, con todas las cosas maravillosas que hay en la vida, considere que esas son las cosas por las que vive. A mí eso sí que me da pena".

El viaje de la marquesa de Griñón para participar en el Congreso Mundial de las Familias, formado por activistas que están en contra del aborto y quieren que prevalezca la familia tradicional, se ha convertido en un nuevo altavoz para ella. Desde que decidiera romper su silencio, primero en Sálvame, luego en un evento y seguidamente en su programa, El Hormiguero, sigue dando la cara.

Tenía mucha ilusiones puestas en su relación con Onieva, pero según ha dicho en México acepta el plan divino para ella: "Estaba muy ilusionada con que, aunque no fuera evidente, el proyecto de Dios estaba ahí. Claro, todo esto cambia radicalmente, ya no cuando salen unas imágenes de mi novio en aquel entonces siendo infiel, pero ya no solamente eso, caen muchas más cosas, fue un dominó".

La reconciliación parece imposible. Tamara Falcó, que ya ha recogido sus cosas de la casa que compartía con él, ha resultado vencedora mediáticamente en esta controvertida ruptura. Su expareja, en cambio, ha recibido muchas críticas. Está desaparecido, nadie ha vuelto a verle, y es su familia quien soporta estoicamente toda la presión de la prensa, llegando a perder los nervios en algún momento. Aún así, parece que Íñigo se estaría planteando dar la cara y hablar pronto sobre su separación.