Desde el pasado 23 de septiembre de 2022 no se habla de otra cuestión en los medios de comunicación españoles -también en algunos allende los mares-, especializados en crónica social: la sorpresiva ruptura sentimental entre Tamara Falcó (40) e Íñigo Onieva (33), a raíz de un vídeo del empresario besándose con otra mujer en Estados Unidos.
Fueron días convulsos y frenéticos a nivel mediático y familiar, y terminó aconteciendo lo inevitable: Tamara Falcó abandonó el hogar común que compartía la pareja y dio por finiquitada su historia de amor y, por ende, todo compromiso.
La hija de Isabel Preysler (71), dolida y desengañada, sí ha roto su silencio en más de una ocasión desde entonces, incidiendo en su decepción ante la mentira y dejando patente que ella no sabía nada de esa suerte de presunta doble vida del madrileño. Frente a su postura, el hermético silencio de Íñigo Onieva. Sólo la familia de éste ha concedido escuetas declaraciones en plena marejada.
De hecho, la familia Onieva -la madre de Íñigo, Carolina Molas, y sus hermanos, Alejandra Onieva (30) y Jaime- ha visto cómo su anonimato y tranquilidad en su exclusiva urbanización de La Moraleja ha tocado a su fin. Día sí y día también el entorno más íntimo de Onieva se expone a las preguntas de la prensa. En medio de este tenso panorama, EL ESPAÑOL ha podido conocer y confirmar novedosos datos de la expareja del momento.
La marquesa de Griñón, que ya se encuentra en España tras su polémica asistencia en México al Congreso Mundial de las Familias, tiene claro que su mejor bálsamo ante el desamor es el trabajo. "Ahora mismo lo que necesita es trabajar y estar ocupada", desliza a este periódico una fuente totalmente confiable y que la trata casi diariamente. En esa línea, Tamara "está escuchando las diferentes ofertas -también televisivas- que se le han puesto sobre la mesa".
De acuerdo a la información que contrasta este periódico, Tamara está en negociaciones para cerrar el acuerdo de la segunda temporada de su reality en Netflix, Tamara Falcó: La Marquesa. En cuanto al contenido del serial, uno de los puntos fuertes de esta segunda vuelta iba a ser su compromiso y boda con Íñigo Onieva, fechada para el 17 de junio de 2023. No obstante, dados los últimos acontecimientos, los planes se han modificado.
En estos momentos, se está perfilando la nueva etapa de uno de los formatos estrella de Netflix, aunque se hace constar que, de momento, no hay firmada por ambas partes una segunda temporada. Pero proyectos no le faltan a la hija del desaparecido y recordado Carlos Falcó.
En la agenda profesional de Tamara también hay otro asunto que, tras el parón emocional, ha reactivado: la apertura de su restaurante en El Rincón, la que fue residencia de su padre en Aldea del Fresno.
El que estaba llamado a ser su marido, Onieva, la apoyó mucho en este emotivo proyecto que ahora ella tiene pensado hacerlo realidad en solitario. "Es una de las cosas que más le ilusiona y motiva en estos momentos", se añade. En las últimas horas, Vanitatis ha dado una información clave en la vida de la socialité: su madre le ha cedido el testigo como imagen de Porcelanosa.
Un movimiento inesperado que llega en su momento más convulso y cambiante. "Todo su entorno está intentando auparla como pueden para sacarla del pozo", informan. En lo que respecta a Íñigo Onieva, se hace constar que su cuartel general, en contra de lo que se ha publicado, no ha estado fijado en la casa familiar de los Onieva. Desde que saltó el escándalo, el empresario ha estado recluido en la casa que compartió con Tamara Falcó en el centro de Madrid.
Eso sí, al cierre de este artículo, el joven empresario ha abandonado el domicilio que fue común, vía mudanza. Se desconoce cuál es en la actualidad su paradero y residencia, pero sí ha llegado a la casa familiar de La Moraleja el camión de su mudanza, por lo que se espera que en algún momento vuelva Íñigo al hogar materno. "Tiene buenos amigos y puede que esté hospedado en la casa de alguno de ellos. No está solo, por más que intenten vender esa imagen", se apostilla.
El que fue casi yerno de Isabel Preysler se encuentra saturado y al límite y es cierto, según se informa a este medio, que se ha planteado interponer acciones legales para defenderse de todas las informaciones que se han vertido sobre él y que, sostiene, son falsas y atentan contra su honor. No obstante, por encima de todo, lo que desea Onieva es proteger a su familia de algún modo: "Se ha asesorado para ver cómo se puede parar este asedio a los suyos".
"Está sufriendo porque ve cómo les pasa factura. Se le partió el alma al ver a su madre llorar", apunta la fuente consultada. El periodista Saúl Ortiz, en ABC, ha asegurado que Onieva continúa al frente de sus compromisos laborales en régimen de teletrabajo. Por último, se insiste a EL ESPAÑOL que, de momento, Íñigo no va a hablar. Desea que la presión mediática escampe y, llegado ese momento, sí se conocerá su versión.
Tamara Falcó sigue haciendo vida en el domicilio de su madre, conocido mediáticamente como Villa Meona. Su intención es vivir bajo el mismo techo de su madre hasta que le entreguen las llaves de su nueva casa, también ubicada en Puerta de Hierro. Al piso que compartió con Íñigo no quiere volver.