Han pasado casi tres años desde la ruptura y no ha habido punto de encuentro entre ambos debido a la polémica manera en la que se produjo. Precisamente por eso resultan muy llamativas las declaraciones que ha hecho Edmundo Arrocet (72 años) sobre María Teresa Campos (81), con la que no mantiene contacto alguno. El humorista acaba de regresar a España procedente de Chile, donde ha pasado varios meses atendiendo sus compromisos profesionales, y ha asistido al desfile nupcial de Jordi Dalmau en el marco del Atelier Couture celebrado en Madrid.
Vestido elegantemente con un traje azul y bastante hablador con la prensa, no ha esquivado las preguntas sobre la veterana periodista. Su respuesta ha sido, cuando menos, llamativa. "La verdad que la echo de menos porque es muy graciosa y es mil veces más divertida que yo. Ya vendrán mejores épocas", admite, asegurando que la madre de Terelu Campos (57) en el fondo sabe que "mentalmente siempre me estoy acordando de ella".
Es conocedor de la situación en la que se halla la matriarca del clan, alejada de la televisión y llevando una vida muy tranquila y familiar en su nueva casa, aunque no es lo que a ella le gustaría. María Teresa ha manifestado en muchas ocasiones que le gustaría volver a trabajar y no ha dudado en suplicar que le den una nueva oportunidad.
Bigote ha opinado también sobre este tema y le ha brindado su apoyo de manera incondicional: "Yo lo único que quiero es que le vaya bien, creo que ella con todo el bagaje que tiene detrás se merece un programa, tiene que tener un programa. Me extraña que un canal no se haya interesado, pero tiene para hacer mil programas maravillosos".
Atrás parecen haber quedado los problemas del pasado, al menos para él. Después de dejar a su pareja sin una explicación, según la versión de la propia María Teresa, Bigote tardó varios meses en recoger sus cosas de la casa que compartió con ella y recibió muchas críticas por parte de la familia. Sin embargo, él no desea entrar en controversias. "Fueron seis años en los que he sido una persona muy feliz y le deseo lo mejor", aclara. Es más, no pierde la esperanza de retomar el contacto y confiesa que está esperando que "pase el tiempo. Alguna vez me juntaré con ella. Dicen que el tiempo lo cura todo".
De lo que esta vez Edmundo no ha dicho nada es sobre su fugaz romance con Bárbara Rey (72), a principios de año. Él sigue con su vida y sus negocios en Chile y con sus constantes viajes a España. Estas nuevas declaraciones sobre Campos sin duda generarán malestar entre sus hijas, que siempre han afeado públicamente la conducta del que fuera novio de su madre y solamente quieren que esté relajada y en paz.