El pasado viernes, 14 de octubre de 2022, la cantante Amaia Montero (46 años) se convirtió en noticia, pero por una cuestión que nada tiene que ver con su exitosa y memorable carrera musical. A punto de lanzar su último disco, la de Guipúzcoa publicaba unas preocupantes fotografías en sus redes sociales -algunas de ellas, a horas intempestivas y trasnochadas- y mostraba un comportamiento un tanto extraño que alarmó a sus casi 455.000 seguidores.
No obstante, la instantánea que más hizo preocupar a sus fans fue en la que Amaia Montero aparecía completamente demacrada, sin maquillaje y sin peinar, con ojeras y un rostro cansado. Pero la imagen no fue lo que más llamó la atención, también una frase que dejaría ver el delicado momento que atraviesa la excomponente de La Oreja de Van Gogh: "Si la esperanza es lo último que muere y todavía no la he perdido, ¿de qué me sirve la vida?".
Estas palabras se sumaban a varios post que Montero hacía públicos de madrugada y, más tarde, eliminaba. Un proceder cuanto menos llamativo y alarmante que tenía lugar días después de que la cantante se quejara amargamente del trato recibido en el Hotel du Palais, de Biarritz -Francia- donde se alojaba. La pregunta de sus fans era clara: ¿qué le pasa a Amaia Montero? Seis días después de la alarma mediática, Amaia ha optado por el silencio.
[Preocupación por Amaia Montero: la imagen de su desmejorado aspecto y su extraño comportamiento]
Ni una mínima explicación al respecto ha compartido en su Instagram, donde sí ha regresado para hablar de música y de letras profundas. Sólo su única hermana, Idoia Montero, ha roto su silencio para asegurar que le corresponde a la cantante dar un paso al frente y que no está en su mejor momento. ¿Dónde está Amaia Montero? ¿Quiénes son las personas que la arropan en estos momentos? EL ESPAÑOL tiene algunas respuestas.
En efecto, desde su entorno se asegura que Amaia está atravesando una etapa "complicada" en su vida. En estos momentos, se encuentra arropada, sobre todo, por su hermana Idoia y su madre, Pilar Saldías. Ellas son su núcleo duro y su sostén, pero no son las únicas: "Ella cuenta con un ejército de amigas que están ahí siempre. También amigos".
Su hermana mayor, Idoia, ha sido quien ha dado la cara a nivel mediático. Eso sí, al igual que al programa Espejo Público, a este periódico también se deja claro que Idoia no es la representante de su hermana ni lo ha sido nunca. Si bien la cantante tiene claro que ella no ha hecho nada susceptible de disculpa, no se descarta que dé algún tipo de explicación pública.
"Sólo le corresponde a ella decir algo, si es que tiene o quiere decir algo. No deja de ser su vida privada", se aclara. Explica quien bien la conoce que la intérprete de temas como Deseos de cosas imposibles o Muñeca de trapo es alguien "muy sensible, y no lo ha pasado nada bien en algunos momentos. No sólo por las críticas de las redes y el físico y demás, sino por la muerte de su padre".
La fuente con la que se contacta fija este fallecimiento en un punto de inflexión clave en la vida de Amaia. Un dolor que, a día de hoy, no ha superado del todo, como ha reconocido en varias entrevistas. Tras este golpe vital, la artista descubrió un dolor "que no sabía que existía". Una sensación que ha mantenido hasta hoy y con la que lidia. Un dolor insondable y difícil de digerir.
Fue en febrero de 2009 cuando José Montero perdía la vida tras dos largos años batallando contra una enfermedad. Fue la etapa más dura para Amaia, pues coincidió en el tiempo con su separación profesional de La Oreja de Van Gogh. Amaia nunca creyó en aquel desenlace.
Desde ese día, sus canciones más importantes han llevado el sello familiar y le ha dedicado algunos temas tanto a su padre como a su madre, Pilar. Ella es la mayor preocupación en estos momentos para las hermanas Montero. En lo que respecta a la hermana menos conocida, Idoia, cabe destacar que es artista, diseñadora y pintora de óleos. En 2019, Idoia publicó su primer libro de poemas, En pleno baile, y habló de su hermana para Woman: "Mi hermana Amaia y yo juntas somos como dos gallos en el mismo corral, muy intensas".
Y reconoció las diferencias que existen entre ellas: "Nos queremos muchísimo pero también hay épocas, cuando hay mucho contacto, en las que tenemos nuestros roces. Como todos los hermanos. Y de la misma manera que tenemos roces, el respeto y el amor que nos tenemos es igual de intenso y grande".
En aquella entrevista, la mayor de las hermanas Montero habló así de su padre, José, al que le dedicó su obra: "Mi padre tenía un taller de fontanería. Venía de una familia numerosa y no tuvo muchas oportunidades, así que empezó a trabajar de jovencito, a los 12 o 13 años ya estaba trabajando. Le fue muy bien con el taller, era muy emprendedor y llegó a dar clases. La verdad es que fue un ejemplo de superación".
Para terminar, el informante con el que habla EL ESPAÑOL sostiene que, a nivel sentimental, Amaia está "soltera": "Contrariamente a lo que se dice, ella ha tenido mucha suerte en el amor. Ha tenido grandes amores que no se han conocido, pero se empeñan en titular siempre por Gonzalo Miró (41)". A modo de conclusión y cierre, todo el entorno de Amaia Montero confía a pies juntillas en que la cantante remonte el vuelo y vuelva a resurgir cual ave fenix.
Por el momento, nadie sabe qué le ha podido pasar a ciencia cierta a Amaia Montero, más cuando se supone que estaba tranquila e ilusionada con el lanzamiento de su nuevo trabajo musical. Siempre radiante en sus fotos de Instagram, con mensajes positivos, reflejando que había superado sus momentos duros del pasado y presumiendo de su espectacular cambio físico.
Según pudo saber EL ESPAÑOL hace unos días, por fuentes cercanas, la cantante había pasado los últimos días en Irún con su familia, feliz por el regreso a la música, haciendo meditación y yoga. "Está muy centrada y con ganas de lanzar el disco", aseveraron. Revelaciones que hacen que su estado actual sorprenda aún más.