Fue a principios del mes de octubre de 2021 cuando EL ESPAÑOL se hizo eco en exclusiva de una información que afectaba de lleno a una de las familias más ricas y poderosas de España, las Koplowitz. Aristócratas y empresarias, Alicia María Koplowitz y Romero de Juseu (70 años) y Esther María (72) veían cómo su parcela más íntima y familiar, siempre tan resguardada y cuidada, se zarandeaba con la aparición de un supuesto nuevo hermano.
Un hombre, llamado Ramón, de 76 años, natural de Madrid, ha sostenido ser hijo biológico de Esther Romero de Juseu y Armenteros, madre de Esther y Alicia. Ramón quiso ser reconocido judicialmente, y puso su situación en manos de la justicia. Presentó una demanda solicitando la declaración biológica de filiación por la que Alicia y Esther debían someterse a una prueba. Sin embargo, esa demanda fue inadmitida en un principio.
Comenzó un largo proceso de litigio entre ambas partes. El caso llegó a la Audiencia Provincial de Madrid, tras haber pasado por el Juzgado de Primera Instancia Número 71 de Madrid. En pleno proceso, este periódico pudo conocer que las hermanas Koplowitz habían presentado un recurso de apelación en busca de la nulidad de la decisión de la Audiencia. Dicho de otro modo, solicitaron la nulidad del procedimiento. Pese a esto, la Audiencia de Madrid insistió en que debían someterse a la prueba de ADN.
Ahora, EL ESPAÑOL tiene nueva, resolutiva y definitiva información al respecto. El caso ha dado un giro inesperado, de 180 grados. Según los datos que maneja este medio, Alicia y Esther se sometieron libre y voluntariamente a las pruebas de ADN hace alrededor de tres meses. Los resultados de las pruebas de filiación no dejaron lugar a dudas o equívocos: dieron negativo. Por lo tanto: Ramón no es su hermano de madre.
Ante este escenario, se hace constar a este medio que todo recorrido legal ha quedado anulado, pues no ha lugar ningún otro movimiento. A todas luces, es una victoria judicial para las hermanas Koplowitz, las cuales, según conoce este periódico, están "tranquilas" porque "sabían cuál era la verdad de su madre". Nunca dudaron ni de la verdad familiar ni tampoco de la Justicia. Finalmente, y tras un largo proceso, ésta ha dictado sentencia: las Koplowitz no tienen un hermano llamado Ramón.
Según se recogía en una de las resoluciones dictadas por la Audiencia -a las que tuvo acceso en exclusiva este medio en octubre de 2021-, Ramón aportó presuntos indicios de que podría ser hermano de las aristócratas. Su defensa alegó, entre otras consideraciones, que esa prueba de ADN no lesionaba ningún derecho fundamental de Alicia y Esther Koplowitz.
Sorprendió mucho, eso sí, el silencio judicial de Ramón durante tantos años siendo conocedor de la que decía ser su verdad biológica. Lo cierto es que se han desconocido muchos aspectos clave en este tiempo. Desde la identidad de su padre biológico hasta el estado civil de Esther Romero de Juseu y Armenteros, la que ha sostenido que fue su madre, en el momento en que lo engendró, a la luz de su relato.
La otra parte, los abogados de Esther y Alicia, siempre han subrayado, en cambio, que no existía "la menor brizna de indicio" de que Esther tuviera "un hijo natural", como finalmente se ha descartado.
La historia de Ramón
Ramón nació en 1945 y conforme se hizo mayor empezó a indagar porque algo no le cuadraba, y algunos familiares le informaron de su realidad: fue dado a una casa cuna, siempre según su testimonio. Fue con su mayoría de edad cuando se le informó. Su madre, siempre según la versión que este señor ha sostenido y trasladado a los tribunales, fue Esther Romero de Juseu y Armenteros. Vinieron años de indecisión, de dudas y de miedo a dar el paso.
En 1966 Ramón cumplió los 18 y el destino quiso que dos años después, en 1968, falleciera la que presuntamente fue su progenitora. Ante esta situación -y considerando el panorama judicial actual-, sólo una prueba de ADN practicada a las hermanas Koplowitz daría con la verdad biológica. Según pudo averiguar EL ESPAÑOL, Ramón vive en Madrid, está jubilado y ejerció de funcionario. Durante todos estos años no se había atrevido a dar el paso actual por miedo a enfrentarse a las Koplowitz y, sobre todo, por creer que la Justicia nunca lo podría ayudar.
No es la primera vez que las Koplowitz se enfrentan a una situación similar. Hijas de Ernesto Koplowitz Sternberg y de Esther Romero de Juseu y Armenteros, las hermanas Koplowitz han convivido durante décadas con el hecho de que su apellido se viera envuelto en un polémico caso de paternidad. Un hombre llamado Carlos batalló sin descanso durante 25 años por ser reconocido judicialmente como hijo de Ernesto Koplowitz Sternberg, padre de Alicia y Esther, y, por ende, su hermano.
Más allá de la resolución de esta batalla judicial, las hermanas Koplowitz tienen tres hermanos más. Ernesto Koplowitz Sternberg, su padre, tuvo dos familias. Una que formó al lado de Isabel Amores, una empleada del Banco Rural y Mediterráneo, y otra junto a Esther Romero de Joseu, madre de Alicia y Esther. Con la primera convivió y tuvo dos hijos -Ernesto y Clara Isabel-; con la segunda se casó en 1946 y de su unión nacieron las Koplowitz.